Redacción. Actualmente, casi el 90% de las zonas verdes de la ciudad cuentan con sistemas de riego automatizados y de ellos, el 70% incorpora telegestión, lo que permite el control de la programación de los riegos desde cualquier lugar con conexión en internet. Con estas medidas, apunta la concejala de Infraestructuras y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Huelva, Mariló Ponce “ya hemos conseguido un ahorro de agua que roza el 15%, aunque el objetivo es culminar este año los trabajos que tenemos en marcha para posicionarnos como referentes a nivel nacional en el consumo eficiente de los recursos hídricos para el mantenimiento de los jardines públicos”.
Se trata de una apuesta de Prezero, la empresa concesionaria de los servicios de limpieza, recogida de residuos y mantenimiento de zonas verdes, experta en soluciones medioambientales con proyectos sostenibles y eficientes que, desde el cambio de Gobierno en el Ayuntamiento de Huelva, se ha puesto en valor porque “ante el aumento de la frecuencia y severidad de las sequías en España” asegura la concejala “el ahorro de agua se ha convertido en una cuestión vital en todos los municipios, y en Huelva hemos aprovechado la experiencia y profesionalidad de Prezero para adelantarnos al problema apostando por un mantenimiento sostenible de nuestros jardines, cumpliendo la más exigente normativa, porque si pretendemos convertirnos en la Ciudad Verde del Sur de Europa, además de ser referencia en la producción de energías limpias, tenemos que ser un ejemplo en cuanto a ahorro y eficiencia de todos nuestros recursos naturales”.
Hasta el momento, mediante la telegestión aplicada en los sistemas automáticos, en la ciudad de Huelva es posible adaptar los riegos a las condiciones meteorológicas desde cualquier parte con acceso a internet, en tiempo real y durante las 24 horas del día. De esta forma, además del seguimiento y mantenimiento remoto del sistema para actuar de una manera inmediata en función de la lluvia, los vientos o cualquier imprevisto, el sistema permite además identificar averías, escapes de agua o alteraciones en el propio sistema, sin necesidad del desplazamiento de los operarios.
Asimismo, ya se ha instalado en la ciudad una potente estación meteorológica, sensores de temperatura, humedad, radiación, viento (anemómetro) o pluviometría, antenas de repetición para dar mayor cobertura a los sensores y caudalímetros para la detección de averías de riego, entre otra tecnología y actualmente se trabaja en la aplicación informática para conectar todo el sistema, lo que permitirá ajustar mucho más los consumos de agua, programando los riegos de manera automática en función de las previsiones meteorológicas. Se trata de una estación con cálculo de ETPo, de tal manera que reajusta los riegos de cada uno de los programadores, por lo que cuando esté listo el software permitirá de manera automática planificar el riego en función de la climatología.
Los trabajos comenzaron como experiencia piloto en la barriada de Santa Marta, convirtiéndose en la primera zona de Huelva totalmente automatizada en riego. Para dar una idea de lo que ello supone, en Santa Marta, donde se encuentra ubicada además la estación meteorológica en la sede de la Concejalía de Infraestructuras y Servicios Públicos, se han instalado tres antenas repetidoras, un sensor de humedad y un caudalímetro con su respectiva válvula maestra para la detección y corte automatizado de averías de riego por cada una de las entradas de suministro de Aguas de Huelva. Este planteamiento, que se está trasladando a toda la ciudad, se está instalando actualmente en la zona del Polvorín.
Se trata por tanto de un sistema telegestionado que nos posiciona a la cabeza de todas las capitales de provincia andaluzas en cuestión de riego y que nos permitirá conocer cuáles son las condiciones y necesidades de cada zona ajardinada, así como recibir las órdenes de apertura o cierre de riego adecuadas en cada momento. La comunicación de datos se realiza a través de programadores de radiofrecuencia y de equipos dotados de pluviómetro, anemómetro y sensores de temperatura, desde donde se envían los datos de cada zona verde, con sus condicionantes en función de las especies vegetales y sus necesidades específicas y se reciben las órdenes para el correcto funcionamiento del riego.