Redacción. La Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva se complace en anunciar la bendición de un cuadro dedicado a San Juan Pablo II, que estará expuesto en la capilla de la hermandad. El evento tuvo lugar anoche, inmediatamente después de la misa mensual de la filial rociera, presidida por el vicario episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos y Relaciones Institucionales, canónigo de la santa catedral, párroco de Nuestra Señora de la Merced y director espiritual de Emigrantes, Jaime Jesús Cano Gamero.
Durante la ceremonia, el canónigo bendijo la obra artística creada por la talentosa Bernadette Alcalde Macías, discípula de la prestigiosa retratista Isabel María Castilla. El cuadro, elaborado con la técnica de óleo sobre lino belga y con varias capas de imprimación, ocupará un lugar destacado en la capilla, ofreciendo a los devotos la oportunidad de dirigir sus oraciones a San Juan Pablo II.
La artista, tras la presentación de su obra, compartió la experiencia espiritual y creativa que guió la creación del cuadro. Bernadette Alcalde Macías expresó su agradecimiento por la responsabilidad de ser el canal a través del cual los creyentes pueden conectar con el Papa Wojtyla y elevar sus plegarias.
La fecha de la bendición coincide con un día significativo para la Iglesia, en el que se celebra la presentación de Jesús en el templo y la purificación de María. Además, se conmemora el día de todos los religiosos y religiosas que han consagrado sus vidas a Dios, jornada instituida por el propio Papa Juan Pablo II.
La velada fue enriquecida por la participación del grupo de la Escuela de Tamborileros de Emigrantes, quienes saludaron a los asistentes a la Eucaristía. El vicepresidente de la hermandad, José Brioso, y la hermana mayor Mariló Palanco, expresaron su agradecimiento a la artista entregándole un presente. La noche culminó con el canto de la Salve por parte del coro de Emigrantes, que también amenizó la Misa.
Desde su constitución canónica la hermandad ha mantenido una estrecha relación con la Santa Sede y muy específicamente con San Juan Pablo II, quien en una de las visitas al Vaticano haría entrega a la hermandad el lazo pontifical que en ocasiones especiales luce el Simpecado de Emigrantes.