José Antonio Mayo Abargues. La réplica de la Nao Victoria, la nave que dio la primera vuelta al mundo entre 1519 y 1522, capitaneada por Juan Sebastián Elcano, fue construida en 1991 en los astilleros de Isla Cristina por carpinteros de ribera. Su diseñador y constructor fue el ingeniero naval Ignacio Fernández Vial.
Se construyó con motivo de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, que se celebró del 20 de abril al 12 de octubre, conmemorando el V Centenario del Descubrimiento de América. La nave fue embajadora itinerante de este evento por las diversas ciudades que visitó.
La histórica Nao Victoria formaba parte de una flota de cinco naos (Santiago, San Antonio, Concepción, Trinidad y Victoria) capitaneada por Fernando de Magallanes, que partió el 20 de septiembre de 1519 de Sanlúcar de Barrameda con el objetivo de encontrar una ruta occidental a las Molucas (Islas de las Especias), centro neurálgico del comercio de estos condimentos; ya que la ruta oriental estaba controlada por Portugal, en virtud del acuerdo firmado el 7 de junio de 1494 (Tratado de Tordesillas) por los reyes Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, con el monarca portugués Juan II.
La Nao Victoria fue la única de las cinco embarcaciones que logró terminar la expedición de Magallanes. Después de haber recorrido más de catorce mil leguas, recaló en Sevilla el 8 de septiembre de 1522 con 18 supervivientes de los cerca de 250 hombres1 que se enrolaron en esta gran odisea de la historia de la navegación.
En el monumento “Legua Cero”, que marca el punto de salida de la expedición de Magallanes en la localidad de Sanlúcar de Barrameda, está inscrita esta cita del texto de Antonio Pigafetta, el cronista de la expedición: “Desde que habíamos partido de la bahía de San Lucar hasta que regresamos a ella recorrimos, según nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas, y dimos la vuelta al mundo”.
1 El número exacto de los que partieron en la expedición no está claro. Según las fuentes oscila entre 239 y 260 hombres.