Redacción. La Casa de Acogida Nuestra Señora de los Milagros, proyecto de Cáritas Diocesana de Huelva cumple este mes de noviembre diez años «siendo un hogar para personas enfermas» que, sin recursos ni apoyos sociales o familiares, necesitan un lugar donde llevar a cabo la recuperación personal y el cuidado necesario para sus problemas de salud. En total 127 personas han sido atendidas de manera integral en esta década.
Para celebrar esta década, Cáritas Diocesana de Huelva ha querido conmemorar este hecho con todas las personas que han sido parte de esta casa en todos estos años, según ha indicado la entidad en una nota.
En 2013, ante el fallecimiento de una persona sin hogar que vivía en la calle y que no tenía los cuidados necesarios para su recuperación, el ahora obispo emérito, José Vilaplana, quiso atender una realidad que, hasta el momento, «no tenía respuesta». Y así empezó esta andadura. Diez años más tarde, la Casa de Acogida Nuestra Señora de los Milagros «sigue siendo la respuesta a personas que necesitan un lugar digno, confortable y seguro que les ayude a afrontar los procesos de recuperación, un hogar donde sentirse seguro, cuidado y acogido», ha subrayado Cáritas.
Hasta el momento, son 127 personas las que han pasado por la casa. Personas que atravesaban enfermedades oncológicas, traumas u operaciones. También la casa acompaña un aspecto de la vida muy importante: la muerte. Por eso, para 13 personas, esta casa fue el hogar que les acompañó para morir «con dignidad». Actualmente el proyecto se encuentra al completo, siendo siete las personas acogidas.
En estos diez años de vida el voluntariado se ha convertido en un punto cardinal del proyecto. Por la casa han pasado muchas personas voluntarias «que, día tras día, han compartido su tiempo saliendo al encuentro del otro que sufre, acompañándolo a las citas médicas, haciendo la comida, enseñando español, estando por las noches, haciendo salidas de ocio y, en definitiva, teniendo un sinfín de experiencias».
Desde Cáritas Diocesana de Huelva agradecen «a todas estas almas voluntarias» su «generosa participación» y su «colaboración» para que, «a lo largo de estos diez años, muchas personas sin hogar hayan tenido la oportunidad de recuperar la esperanza y una vida en dignidad», así como han destacado el «papel fundamental» de los socios, los donantes y las hermandades, ya que han apoyado económicamente al proyecto durante todos estos años.
«Y lo más importante es que queremos seguir caminando, ofreciendo nuestras manos y nuestro corazón a quienes necesitan aire fresco y alivio en sus vidas. Queremos seguir formando y trabajando para conservar lo que tenemos: un hogar donde todos somos y nos reconocemos como una sola familia», han subrayado desde Cáritas Huelva.