Redacción. Dormir en una antigua casa palacio y disfrutar de la paz y tranquilidad que ofrece un municipio rural ubicado en pleno Parque Natural está al alcance de nuestra mano. ¿Cómo? Alojándonos en el hotel Casa Palacio Conde del Álamo, en la localidad onubense de Aroche.
El hotel de Aroche fue una antigua casa palacio del siglo XVIII perteneciente al conde de Álamo, con restos de un edificio anterior del siglo XVII y sobre un solar cuyos orígenes constatan una ocupación de época almohade, en las inmediaciones del castillo, habiendo sido documentados silos de almacenamiento adscritos a esa época. El Conde del Álamo, dueño de este palacete, empleó en su construcción material procedente de la ciudad romana de Arucci Turobriga, ubicada en la Finca la Belleza, también de su propiedad por entonces. Igualmente, durante muchos años, este edificio fue también cuartel de la Guardia Civil.
Un inmueble con tanta historia no podía permanecer en el olvido y, por ello, fue rehabilitado como hotel, conservando piezas originales de la época, siendo reflejo de ello las escaleras o la puerta principal de acceso al mismo.
El edificio dispone de 19 habitaciones dobles, una parte en el edificio principal y otra parte en el exterior, todas ellas únicas, decoradas de forma individualizada y teniendo en cuenta su ubicación, distinguiendo entre la zona original de la casa palacio, hoy restaurada, y los nuevos añadidos del edificio. Además, cuenta con una piscina de agua salada y un restaurante con capacidad para 36 comensales donde podemos disfrutar de la gastronomía tan característica de Aroche, con productos de gran calidad y platos como la salchicha arochena y las carnes y verduras al carbón.
Enclavado en el corazón del Conjunto Histórico de Aroche, declarado Bien de Interés Cultural, este nuevo hotel está muy vinculado con la tipología turística del municipio de Aroche, que destaca por su amplia oferta de turismo patrimonial y arqueológico. Así, este servicio ofrece un valor añadido a la oferta turística de la localidad.
Calidez, confort y tranquilidad. Historia, rica gastronomía y encanto. Unos ingredientes que hacen de este hospedaje un lugar único y mágico para compartir momentos especiales.
