José Manuel Alfaro / Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Sobresalto, pero al mismo tiempo mucha emoción en el Cerro del Andévalo, ante la noticia que se ha conocido hoy sobre el avistamiento de un Lobisome en un paraje cercano a la localidad en la que una ilustradora profesional que se encontraba documentándose y buscando escenarios naturales para ilustrar su nuevo proyecto sobre una versión de Caperucita Roja que integrara la diversidad sexual y la identidad de género de la niña y el Lobo Feroz, ha captado el momento único de un extraordinario y único Lobisome riéndose tras la espesura de la vegetación en una de las zonas más densas de la zona.
La joven, experimentada y una de las ilustradoras más prometedoras de la provincia, no ha podido contener la emoción durante el tiempo que ha tenido para sacar todo el material necesario e inmortalizar un avistamiento del que no existe registro documental ninguno hasta la fecha.
Un momento que fue captado mediante la técnica de “sketch nature” o ‘bocenatura’, que consiste en la realización a mano alzada de una ilustración o dibujo en la naturaleza representando las características principales de la escena utilizando principalmente, la hoja de un cuaderno de dibujo formato A5 sin espiral de un papel que aguanta técnicas acuosas, lápiz, goma, un rotulador negro de punta fina con tinta resistente al agua, rotuladores calibrados y de pincel y una acuarela.
Debido al avistamiento, hasta la zona se ha desplazado un grupo multidisciplinar integrado por zoólogos, filólogos, antropólogos y buscadores de seres mágicos de la Universidad con la prueba documental de Ana, esta conocida ilustradora de la provincia, con el objeto de recabar todos los datos que puedan confirmar este insólito hallazgo.
Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, los investigadores barajan la posibilidad de que este Lobisome se encontraría de paso para asistir en otoño al primer congreso internacional de mitos, leyendas, monstruos y seres fantásticos de la provincia que se celebrará a escasos kilómetros de la zona en la que fue captado por la ilustradora y que habría empleado la ruta más cercana para desplazarse desde las provincias limítrofes después de cruzar Extremadura desde Galicia pasando por Portugal y de donde es oriundo. Aunque a medida que se conocen más datos sobre el suceso los investigadores no descartan que este Lobisome originario de tierras galaico-portuguesas, asentado más al norte y la zona fronteriza de La Raya habría abandonado este territorio mágico entre dos reinos para asentarse y disfrutar de nuevas noches de estrellas y plenilunio únicas como las que se pueden disfrutar en el Cerro del Andévalo.
Se abre gracias a este Lobisome en la comarca un nuevo tiempo que podría acabar con la despoblación de una zona castigada por el desempleo y la falta de oportunidades, en la que pronto podríamos ver conviviendo a este ser mágico y peludo y a los cerreños y cerreños como ya lo hacen en otras zonas de la provincia donde los inmigrantes no solo están contribuyendo al desarrollo socioeconómico de estos pueblos en sectores tan importantes para la economía de la provincia como son el cultivo de los frutos rojos sino a también enriquecer con su costumbres y conocimiento un imparable proceso de interculturalidad. Mientras las investigaciones oficiales ofrecen las primeras conclusiones, numerosos estudiantes de Bellas Artes, ilustradores, enamorados del “sketch nature”, curiosos y lugareños ven al Cerro de Andévalo como un lugar donde el futuro ya lo escriben juntos humanos y Lobisones.
