M. P. D. Lo visto está inacabado. Monósticos y otros versos cortos es el título del último libro del escritor rocianero Antonio Ramírez Almanza. Director de la Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez de Moguer, esta obra es una muestra más de la incansable actividad creativa de su autor que, en esta ocasión, nos adentra en su propio universo a través de pensamientos en primera persona.
Publicada a finales del pasado año 2022 por la editorial Amargord, Ramírez Almanza ha presentado esta obra en diversos foros, como la Feria del Libro de Huelva y la Librería ‘La Taberna del Libro’ de Moguer, donde el poeta tuvo la oportunidad de compartir sus creaciones con los alumnos de 3º de ESO del IES Francisco Garfias de la localidad moguereña. Más recientemente, el pasado 24 de junio, Antonio Ramírez Almanza ofrecía una lectura poética en la Fundación Carlos Edmundo de Orly (Cádiz, 1923 – Thézy-Glimont, 2010) de Cádiz, donde estuvo acompañado por los escritores Uberto Stabile y Jesús Fernández Palacios.
Una colección de poemas que ha llamado tanto la atención que, incluso, ha sido traducida al rumano por el poeta Gheorghe Vintan, presidente de la Asociación Cultural Juan Ramón Jiménez y encargado de realizar una edición bilingüe español-rumano de Platero y yo, así como de traducir varias obras juanramonianas.
Un libro, en definitiva, con aforismos llenos de belleza para disfrutar en soledad. Ideas que provocan diferentes evocaciones en cada lector.
A modo de muestra, rescatamos estos ‘Monósticos y versos cortos’ del libro de Ramírez Almanza Lo visto está inacabado:
No reclamo nada que no se pueda alcanzar en su tiempo…
El alma en esencia, el cerebro en orden, el cuerpo en emoción pura.
El alma en esencia, el cerebro en orden, el cuerpo en emoción pura.
Todo está hecho, meditado, creído, amado y odiado en todo tiempo. Todo está en su credo inviolable como muestra, entrelazado por los vínculos más sencillos.
No nombraré la palabra desaliento cuando vea entreluces la parte de vida que no tendremos juntos.
Trayectoria del autor. Antonio Ramírez Almanza (Rociana del Condado, 1956) siempre ha compaginado la literatura con la política. Según recuerda, «yo estaba muy comprometido con la cultura desde los 14-15 años. Fui un niño de finales del Franquismo que lideraba un colectivo de teatro en Rociana, que primero se llamaba ‘Caminante’, al hilo del Movimiento del 68 francés. Siendo así, me dedicaba a hacer teatro por las barriadas, me gustaba el cine, los títeres… Y, con 20-21 años, me piden que me presente a las elecciones de 1979. Salgo de concejal y me vi embarcado en un proyecto ilusionante en la Transición Democrática. Se produce una coyuntura y me vi como líder local de mi partido. Fue una etapa apasionante. Ahora veo la política y me entristece. Con otros alcaldes de la época, como Paco Díaz en Moguer, lo hablamos mucho». Una etapa fundamental en los inicios de la España democrática, puesto que Ramírez Almanza fue alcalde de Rociana durante cuatro legislaturas seguidas, entre 1983 y 1998, ejerciendo otras responsabilidades, como la presidencia de la Mancomunidad de Aguas del Condado (1987 – 1992).
Es entonces cuando el ex presidente de la Diputación Provincial de Huelva, el triguereño Domingo Prieto, le ofrece entrar en la institución supramunicipal, siendo diputado de Cultura entre 1991 y 1999. Y, en 1998, «renuncié a la Alcaldía, dando paso a Amaro Huelva, que venía conmigo en mi candidatura en 1995. Yo pensaba que podría haber seguido en la Diputación Provincial de Huelva cuatro años más, donde hicimos muchos proyectos de interés, junto a Juan José Oña». Tras dejar esta institución, desde 1999 se encuentra al frente de la Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez, habiendo sido impulsor y presidente de la Fundación Odón Betanzos de Rociana, así como miembro fundador de la Asociación de Casas Museos y Fundaciones de Escritores, de la que fue presidente hasta 2006.
Gran conocedor de la vida y obra de Zenobia y Juan Ramón, Antonio es, sobre todo, un amante de las letras, de la cultura, como lo demuestra su faceta de escritor, con múltiples publicaciones de poemas -como La Puerta de los Secretos, Los días lejos o Los Martes y sus Horas, entre otros muchos-, ensayo, crítica literaria, investigación histórica o, como ahora, prosa poética, sin olvidar sus colaboraciones en prensa y revistas literarias. Una fructífera labor literaria que compagina con otras actividades culturales.