RFB. Cruzas cuatro palabras con Félix Sancha Soria y ya te trasmite apasionamiento por lo que hace. Su acento serrano delata una cultura singular, más allá de su destacada formación académica y experiencia profesional. En particular su trabajo de investigación es como una linterna que va ampliando el radio de acción, descubriendo recovecos que estaban ahí, pero en la oscuridad. Se sitúa en la mesa del escenario y va, tenazmente, identificando y relacionando las piezas del puzle histórico para regalarnos felicidad que es, al fin y al cabo, lo que podemos experimentar leyendo sus publicaciones.
Y ese devenir fascinante que nos lleva al disfrute de conocer lo que pasó, las razones del presente, lo construye Félix desde el cariño, que combina a la perfección con el rigor científico y la constancia investigadora. El más reciente fruto de su factoría vital es el libro ‘Jabugo. La Revolución Industrial del Cerdo Ibérico‘. Una obra que mezcla de forma idónea un contenido exhaustivo, que puede satisfacer todas las expectativas de saber, con el recreo de un relato que te traslada a distintas épocas del tiempo en ese mágico lugar que es Jabugo y su comarca.
La publicación, presentada en la Feria del Libro de Huelva y que el próximo 29 de junio lo será en la localidad protagonista, Jabugo, tiene carácter divulgativo pero a nosotros nos parece especialmente atractivo para la gente curiosa y vitalista. Muchísimos datos inéditos y un volumen de información ingente comunicado con ameno discurso. Félix Sancha ofrece hilos de la historia que eran desconocidos por los propios descendientes de los protagonistas, en muchos casos. En este sentido, las familias industriales de Jabugo son descritas en su evolución, construyendo un armazón y un relato que nos permite recrearnos en una fascinante historia.
Félix Sancha nos habla de Jabugo pero también lo hace de la provincia de Huelva en su conjunto, porque la dinámica industrial jabugueña tuvo una incidencia notable en la vertebración provincial. Una historia de empresas, de familias, de personas y personajes. Y ese contenido textual que nos muestra el libro va acompañado de unas extraordinarias fotografías antiguas.
Gran parte de la ‘culpa’ de que podamos hoy disfrutar con un libro como este de Jabugo -y los anteriores- la tiene el abuelo de Félix Sancha, Domingo. En Aroche, cuando era pequeño, se iba con él los veranos a una finca pequeña que tenía arrendada. El abuelo le marcó por insistirle en que estudiase, fomentando además su deseo de conocer y la cultura del esfuerzo en este sentido. El resultado es un adulto inquieto que nunca deja pasar una cuestión, un concepto, un término que desconozca sin tratar de identificarlo. Un estudioso que se nutre de una curiosidad incontenida.
Ha tenido la amabilidad de contestar a nuestras preguntas.
-¿En qué momento, y por qué, decide Félix Sancha investigar y escribir sobre la Revolución Industrial del cerdo ibérico?
-Yo fui un niño de 13 años que llegó a Jabugo en 1976 procedente de Cabezas Rubias. Mi padre, guardia civil, se trasladó allí para estar más cerca de su pueblo de nacimiento, Aroche. No conocía ni el pueblo ni a sus gentes. Fue entonces cuando empecé a hacerme preguntas y a recoger datos. Comencé por identificar a los personajes que se encontraban rotulados en las calles.
-Después pasaron los años y todo aquel caudal de conocimientos vi que era suficiente para confeccionar un libro que favoreciera el desarrollo económico y turístico. Finalmente, y dada la gran aportación que tanto el pueblo de Jabugo como sus vecinos había hecho en el modelado de mi personalidad decidí que fuera también un regalo de agradecimiento.
-¿Qué definirías como principal o principales aportaciones del trabajo publicado?
-Tanto los orígenes como el desarrollo posterior de esa primera revolución industrial que ocurrió en la Sierra entre finales del siglo XIX y el primer tercio del XX era un proceso desconocido. También en los espacios que ocupan las otras tres denominaciones de origen del jamón en España.
-El libro habla de este proceso desde aquellos primeros talleres artesanales hasta las grandes fábricas de cárnicas. Además, es una publicación fundamental para conocer el
patrimonio cultural y medioambiental de la comarca serrana. Y aporta certidumbre científica y análisis de la transformación de una zona rural en industrial al estar basado en las fuentes documentales y bibliográficas manejadas por la historiografía.
-También contiene la historia, desde sus orígenes, de esa pequeña aldea de Almonaster la Real que fue Jabugo y su independencia posterior. Y muchas fotografías, casi centenar y medio, algunas de ellas inéditas que pondrán cara a muchos hacedores desconocidos hasta ahora.
-¿Cómo enmarca Félix Sancha esta obra en relación a sus publicaciones anteriores?
-Está íntimamente conectada, pues algunas de ellas ya trataron los temas históricos y
económicos onubenses, recuerdo, aquella magnífica colección de los pueblos de Huelva de
finales del siglo pasado o los orígenes de la industria electro-harinera en la provincia de Huelva editado por la asociación cultural Lieva (2009). También Fuenteheridos a comienzos del siglo XX (2003) o la historia de Aroche, publicado por la Universidad de Huelva en 2015, tienen el centro el componente industrial.
-¿A cuando en el tiempo se remonta la cría y explotación del cerdo ibérico en Jabugo?
-La cría de los cerdos ibéricos se hace desde tiempo inmemorial y por tanto siempre hubo un básico comercio de sus carnes. Sin embargo, el proceso de transformación masivo para
producir salazones de piezas nobles, como jamones, y chacinas comienza en el último tercio del siglo XIX, cuando unas emprendedoras familias matan en sus casas y patios cerdos para transformar y vender.
-De entre ellas destacan los Sánchez Cid Camacho que tras 30 años en solitario decidieron a principios del siglo XX, juntos a otros socios, crear Sánchez Romero Carvajal y Cia. También los Sánchez Calvo, originarios de El Castaño del Robledo, y la familia del romereño Juan Manuel Moreno Márquez.
-¿Cuánto queda de tradición en esta actividad de la comarca? ¿Cuánto hay de innovación?
-Actualmente permanecen procesos tradicionales que los jabugueños fueron descubriendo
durante siglos, como por ejemplo el punto de la sal en los jamones, pero la innovación está
presente en todas las empresas y su éxito se mide en gran medida por ella. La Denominación de Origen Protegida Jabugo hace grandes esfuerzos para equilibrar estas dos cuestiones que le han dado un lugar de privilegio en el mundo.
-¿En qué medida el jabugueño contiene en su identidad el cerdo ibérico?
-Decir Jabugo es decir jamón de cerdo ibérico. En todo el término municipal, las tres entidades de población, es decir, Jabugo, El Repilado y Los Romeros, llevan en el ADN esa impronta. La gran concentración de empresas se ha producido porque esa marca Jabugo es una de las más importantes de la industria agroalimentaria a nivel mundial. Por tanto, si hay algo que identifica a sus vecinos son los productos de los cochinos ibéricos magistralmente manejados en el campo y transformados sabiamente en las industrias.
-¿Por qué la marca ‘jabugo’ se hizo popular a nivel nacional?
-Tuvo mucho que ver con las capacidades de ese grupo de oligarcas o notables insertados
perfectamente en el sistema caciquil del momento, que cambiaron su mentalidad de agraria a industrial. Unos nacieron en Jabugo y otros se casaron con jabugueñas, en el libro se explica muy bien. Muchos eran dueños de tierras, pero los dineros conseguidos fueron reinvertidos en talleres artesanales y empresas, llegando incluso para ello a endeudarse.
-Los avances tecnológicos, la llegada de la electricidad como nueva fuente de energía y ese gran mercado que se creó en la Cuenca Minera de Riotinto para abastecer a la mayor mina a cielo abierto del mundo también provocaron ese salto hacia adelante. Poco a poco, con mucho trabajo y sacrificio tanto de patronos como de obreros, fueron mejorando los conocimientos antiguos y elevando la calidad de los productos, los cuales llegaron a todas partes, especialmente a las mesas reales. A ello se sumó la obtención de una raza autóctona basada en cruces como fue el Manchado de Jabugo que prestigió al municipio.
-¿El libro ‘La Revolución Industrial del Cerdo Ibérico’ es una obra cerrada? ¿En caso contrario, qué líneas quedan abiertas?
-No es una obra cerrada ni definitiva, la prueba es que sigo trabajando en recoger más material que pueda ser incluido en una segunda edición. Tal es así que ayer mismo un nieto de Román Talero García, el fundador y alma mater de Santa Teresa de electricidad, tras leer mi libro, me hizo llegar un documento muy interesante. No obstante, en las 500 páginas del libro se contienen las líneas fundamentales de aquel proceso.
-¿Cuánto tiempo has tardado en elaborarlo?
-Llevo muchos años trabajando, visitando archivos, bibliotecas, hemerotecas, consultando
bibliografía o recabando fotografías. El esfuerzo ha sido titánico, he pasado mañanas y tardes enteras entre libros de contabilidad y escrituras, porque había que demostrar que los bienes eran fundamentales para describir la industrialización. Llegó un momento en que todo estaba maduro para publicarlo y lo quise hacer con una editorial de nuestra provincia, Niebla, al frente de la cual está el cebollero Rafa Pérez.
-¿Has contado con colaboradores? ¿Te han ayudado?
-He contado con muchos profesionales, como los archiveros, que me han facilitado la labor,
pero también con particulares, industriales y empresas que me han permitido acceder a sus
fondos e incluso también con personas sencillas que traían en sus manos un documento o una fotografía. En las primeras páginas los cito a todos. También a mi hermana María del Mar, la recopiladora, que vive aún en Jabugo, y a mi mujer, Mari Loli, que siempre me corrige mis libros con dureza espartana.
-¿Se están cumpliendo tus expectativas a la hora de publicar este libro?
-Sin duda, han sido muchos ya los ejemplares vendidos, pero la mayor satisfacción me la dan aquellos que lo han leído rápidamente y que tan amablemente me mandan sus comentarios. Creo que el libro a pesar de salir prácticamente hace dos meses, fue presentado en la feria del libro de Huelva, ha rebasado las expectativas más halagüeñas. El día 29 de junio lo presentaremos en Jabugo junto a su alcalde y será un momento mágico para mí.
-¿Qué está en tu atención en estos momentos, en tu condición de investigador?
-Estoy dándole forma a un futuro libro sobre el patrimonio onubense en los últimos cuarenta años. Creo que en ese campo también hemos llevado a cabo una labor importante junto a muchas personas del marco serrano y andevaleño.
Jabugo. La Revolución Industrial del Cerdo Ibérico. Félix Sancha Soria.
1 comentario en «Félix Sancha, pasión por Jabugo»
Magnífica entrevista al historiador que mejor conoce la historia de la provincia de Huelva como conjunto.
Tras haberlo leído completamente, es ciertamente una gran obra. Enhorabuena.