Redacción. La Guardia Civil ha procedido a la detención de una persona y a la investigación de otras seis como presuntos autores de varios delitos de hurto y daños en diferentes tramos de vía férrea. Las actuaciones se han producido en el marco de la “Operación Traviesa 2”, que se inició tras varias denuncias presentadas por responsables de la Empresa de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para poner en conocimiento de la Guardia Civil la sustracción de traviesas y diferente material ferroviario que disponían acopiado en varias zonas de la vía férrea de Zafra-Huelva.
A través de las diferentes gestiones de investigación llevadas a cabo, los agentes mantuvieron entrevistas con el personal de la empresa ferroviaria y realizaron un conjunto de inspecciones en diferentes instalaciones ganaderas, permitiendo localizar en varias de ellas una gran cantidad de traviesas de madera, que habían sido compradas a terceros o directamente sustraídas para ser utilizadas en cerramientos de parcelas o fabricación de muebles de jardín.
En el conjunto de inspecciones que se realizaron en las diferentes explotaciones, se recuperaron un total de 675 traviesas sustraídas, así como bridas, tornillería y diverso material ferroviario, todo ello reconocido como propiedad de ADIF por los peritos de la entidad pública.
Una vez finalizada la investigación, con las pruebas e indicios obtenidos, se procedió a la detención de una persona y a la investigación de otras seis, como presuntos autores de los delitos de hurto y daños registrados en varios puntos de la vía férrea. Algunos de los autores fueron sorprendidos “in fraganti” mientras retiraban el material de los acopios instalados por la empresa.
La Guardia Civil recuerda que este tipo de traviesas utilizadas en infraestructuras ferroviarias, están tratadas con creosota, siendo un compuesto químico utilizado para su protección y considerado como una sustancia peligrosa con potencial carcinogénico.
La madera tratada con este producto se encuentra regulada por la Directiva 2001/90/CE de la Comisión, de 26 de octubre de 2001, siendo restringido su comercialización y uso, pudiendo generar efectos adversos para la salud a corto y a largo plazo por la exposición a las creosotas.
La normativa prohíbe la comercialización de la madera tratada con creosota y su uso, así como en la fabricación de muebles de jardín, envases o cualquier otro elemento de uso humano.
Esta Operación ha sido llevada a cabo por el Equipo ROCA 4, dentro de las labores que realiza atribuidas al Programa COOPERA, entre las que recoge, velar por la custodia y vigilancia de infraestructuras ferroviarias.