Redacción. Miles de estudiantes se enfrentan estos días a las pruebas de la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), que abren la puerta a la enseñanza superior. De ellos, 23 alumnos y alumnas ciegos o con discapacidad visual de Andalucía afrontan esta importante prueba cuyas notas obtenidas, junto con las de Bachillerato, condicionan la posibilidad de elegir los estudios y el centro educativo. Son parte del centenar de estudiantes que la ONCE prepara para la EBAU en toda España.
En Granada hay cinco alumnos ciegos o con discapacidad visual grave que se presentan a los exámenes; en Málaga cuatro; en Cádiz, Huelva, Jaén y Sevilla tres respectivamente; y en Almería, dos.
Lo hace con el apoyo específico al alumnado de los profesionales (maestros y maestras, técnicos de rehabilitación, psicopedagogo, instructores tiflotécnicos y braille, etc.) que componen los Equipos Específicos. “Estos profesionales se encargan, durante todo el proceso de la EBAU, de garantizar la accesibilidad, la equidad y la igualdad de oportunidades”, comentan desde el Departamento de Atención Educativa de la ONCE. Así, por ejemplo, se garantiza el acceso a la información, la accesibilidad de los exámenes, ordenadores adaptados, tiflotecnología y se da respuesta a todas las necesidades que se puedan presentar, siempre según los criterios de inclusión y equidad.
Atención a 7.400 estudiantes
Los Equipos Específicos para la discapacidad visual atienden a unos 7.400 alumnas y alumnos, de diferentes etapas educativas, escolarizados en más de un 99% en centros ordinarios, siguiendo el currículo oficial. El objetivo de la ONCE es ofrecer una atención complementaria, para conseguir la inclusión en todos los ámbitos (tanto dentro como fuera del aula, en lo académico y en lo social -recreo, deporte, ocio y tiempo libre-). Por ello, es necesario que los recursos didácticos y herramientas tecnológicas utilizadas en los centros respeten los principios de accesibilidad y diseño para todos.
La labor de estos Equipos Específicos se coordina desde los cinco Centros de Recursos Educativos (CRE) que la ONCE tiene en Alicante, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Sevilla, que cubren las necesidades de todo el Estado ofreciendo una atención educativa complementaria.