Redacción. La directora de la UCC+i de la UHU, Myriam Martín Cáceres, y el presidente de Aiqbe, José Luis Menéndez, destacan el éxito del ciclo y ya piensan en una próxima edición, tras celebrarse la clausura con el encuentro protagonizado por Rodrigo Álvarez, CEO de la plataforma Microbacterium
Han sido todo un éxito y una manera innovadora de trasladar a la sociedad el conocimiento que se genera en la Universidad de Huelva a través de la investigación científica, además de acercar los procesos industriales de una manera sencilla y amena a la ciudadanía, generando debates muy interesantes y enriquecedores: es el objetivo que buscábamos en la UCC+i. Así lo ha destacado Myriam Martín Cáceres, directora de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la UHU, haciendo balance de los Encuentros de Saber Abierto, que han constado de ocho citas cada mes desde octubre de 2022. El encuentro que ha cerrado el ciclo ha llevado por título ¿Vale la pena divulgar hoy día?, en consonancia con los objetivos que persigue la UCC+i, con acciones encaminadas a acercar y difundir entre la sociedad los beneficios del conocimiento científico. La experiencia de los Encuentros de Saber Abierto ha sido tan positiva que, como han avanzado Martín Cáceres y el presidente de AIQBE, José Luis Menéndez, ya estamos pensando en una próxima edición.
Este último encuentro tuvo lugar en la sede de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), y por tanto de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (AIQBE), entidad que ha colaborado, junto a la Oficina de Transferencia de la Investigación (OTRI) de la Onubense, en los Encuentros de Saber Abierto. El vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Huelva, José Rodríguez Quintero, uno de los asistentes fijos de cada cita, ha dado la enhorabuena a la UCC+i y a la Aiqbe por promover una iniciativa como ésta, con encuentros que sirven de nexo entre la investigación universitaria, el tejido industrial de Huelva y sus procesos, y la sociedad onubense.
La última cita de los Encuentros de Saber Abierto se ha centrado en la importancia de que los proyectos y comunidades científicas dispongan de canales y/o plataformas de comunicación para traducir sus contenidos a la sociedad. Para ello, el encuentro ha contado con la propia directora de la UCC+i de la UHU, Myriam Martín Cáceres, y con Rodrigo Álvarez Monzón, CEO de Microbacterium (Grupo PRO), reconocida plataforma colaborativa de divulgación científica que en poco menos de un lustro, cuenta con por casi medio millar colaboradores voluntarios (estudiantes, investigadores y profesionales del sector científico) y un alcance directo de unas 100.000 personas, entre usuarios de redes sociales y la web. El responsable de Microbacterium lo tiene claro a la hora de responder a la pregunta ¿Vale la pena divulgar hoy día?: Por supuesto que vale la pena, porque al final se trata de devolver a la sociedad el dinero que se ha invertido en investigación, así como para que la gente vea y entienda la importancia de tener un tejido productivo y una investigación básica de calidad, precisamente para lograr este tejido. También es fundamental recalca Álvarez que se conozca la labor que realizan los investigadores, el trabajo que se desarrolla en los laboratorios, la manera en que estas investigaciones se aplican en la industria y en nuestras vidas: que la gente se sienta parte de todo esto.
El CEO de Microbacterium hace hincapié en las claves para que la divulgación científica sea divulgación, que la plataforma aplica en cada uno de los contenidos difundidos: tener en cuenta a la audiencia. Lo más importante es hablar en el lenguaje del pueblo, minimizar el uso de tecnicismos, y no como si se escribiese para una revista científica; y no se trata únicamente de explicar los conceptos de la forma más sencilla posible, sino también de generar interés.
Carl Sagan, el precursor
En la interesante charla que ofreció Rodrigo Álvarez, se repasó la historia de la divulgación científica, que tiene seguramente como mayor exponente al astrónomo, astrofísico, astrobiólogo y escritor estadounidense Carl Sagan, conocido mundialmente por su serie Cosmos: un viaje personal años 80, y en el siglo XXI, su legado ha sido recogido por el también astrofísico Neil deGrasse Tyson con el también exitoso documental Cosmos: Una odisea en el Espacio-Tiempo (2014) , con la que acercó a los hogares de todo el mundo los misterios del universo, fue criticado por muchos colegas precisamente por su faceta de divulgador científico, y rechazado por la Academia Nacional de Ciencias de EEUU por, entendía la institución, la banalización de la ciencia.
El tiempo ha demostrado que la divulgación científica es una herramienta esencial para acercar los conceptos científicos a la población, y en los últimos tiempos, gracias a las redes sociales y al trabajo de entidades como la UCC+i o la propia plataforma Microbacterium, ha logrado un impulso y alcance masivo, como lo demuestra el éxito rotundo de influencers y entidades centrados en la divulgación en las redes (Quantum Fracture, Javier Santaolalla, la Hiperactina, Boticaria García, el Instituto de Física Teórica y un largo etcétera).
Se ha demostrado la importancia de divulgar, que además demostró ser una herramienta eficaz para combatir, por ejemplo, los continuos bulos sobre todo del ámbito sanitario que se expandieron durante la pandemia, como pasó con las vacunas, señaló Rodrigo Álvarez. En definitiva, el mérito científico no sólo debe medirse a partir de aspectos como el índice H de (productividad e impacto de las citas y artículos), sino también en la capacidad de explicar, transferir a la sociedad, y hacer asequibles y familiares los conocimientos.
Por ello, Álvarez puso de relieve el trabajo de la red de unidades de cultura científica (UCC) de la FECYT, propiciando sinergias en aras de la divulgación científica y la transferencia del conocimiento.
En los Encuentros de Saber Abierto se ha profundizado cada mes en proyectos de investigación y procesos industriales en ámbitos de máxima actualidad como la sostenibilidad, la eficiencia energética, las biorrefinerías y biocombustibles, el hidrógeno verde, las energías renovables o la economía circular. Para ello, se ha contado con responsables de empresas como Cepsa, Atlantic Copper, Magnon Green Energy (Ence), Fertiberia o Gunvor. Esta actividad se integra en el proyecto Plan de Divulgación Científica de la Universidad de Huelva 2022-2023 (UCC+i) con referencia FCT-21-16994 aprobado en la Convocatoria de ayudas para el fomento de la cultura científica, tecnológica y de la innovación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), perteneciente al Ministerio de Ciencia e Innovación.