Redacción. El AMPA del Colegio de Educación Especial Sagrada Familia de Huelva denuncia distintas necesidades que tienen en el colegio, algunas de ellas «con posibles consecuencias muy graves para la salud de nuestros niños y niñas y relacionadas con la falta de dotación permanente en el colegio de enfermero/a de apoyo al médico así como de un procedimiento de sustitución regulado para el mismo en caso de bajas».
En este sentido y a modo de carta abierta, han elaborado un escrito que uno de los miembros de la junta directiva remitió el pasado miércoles 3 de mayo al Delegado Territorial, Carlos Soriano García, donde le hace ver el sentir de todos los padres y madres del colegio ante una situación que se dilata en el tiempo.
CARTA ABIERTA AL SR. D. CARLOS SORIANO GARCÍA, DELEGADO TERRITORIAL
DE DESARROLLO EDUCATIVO Y FORMACIÓN PROFESIONAL Y DE UNIVERSIDAD,
INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA:
«Estimado Carlos, buenas tardes.
Soy Mario Muñoz. Mario. Nos conocimos no hace mucho cuando desde el colegio nos reunimos contigo acompañando como AMPA a Mamen y Virginia como directora y secretaria, respectivamente, del Colegio de Educación Especial Sagrada Familia de Huelva que, como sabes, es el único colegio de educación especial existente en toda la provincia.
Ante todo quiero decirte que salimos contentos de aquella reunión, esperando que los problemas que, de modo recurrente, siempre llevamos por bandera -ya es triste que los llevemos de modo recurrente- se solucionasen a la mayor brevedad posible. Pero no. No se resuelven, Carlos. Más bien siguen eternizándose mientras pasa la vida, un día tras otro, mañana, tarde y noche, siete días a la semana, trescientos sesenta y cinco días al año y desde hace ya más tiempo del que podemos soportar.
Entiendo que te has encontrado con todo tras una reciente incorporación y no me cabe duda de que estás poniendo toda la carne en el asador. Pero entiende tú también, Carlos, que para nosotros ya no es suficiente. Porque no podemos más. Seguramente no depende solamente de ti y créeme que puedo entenderlo perfectamente, pues es difícil resolver con celeridad aquello que no depende de nosotros, pero en la misma medida que soy capaz de entenderlo, me pregunto…
¿De quién depende en última instancia? Porque de alguien dependerá que no tengamos que recurrir a un procedimiento no reglado para sustituir al médico de nuestro colegio cada vez que se ausente por el motivo que sea. De alguien dependerá regular de una vez que en nuestro colegio podamos tener a un/a enfermero/a diariamente durante toda la jornada lectiva para atender a los niños y niñas y apoyar al médico. De alguien dependerá que en nuestro colegio, que reitero es el único colegio de educación especial de toda la provincia de Huelva, podamos disponer de más de dos fisioterapeutas para atender correctamente las necesidades de nuestros niños y niñas del Sagrada Familia. No puedo entender, como te comenté en la reunión, que haya colegios con muchos menos niños y que tengan CINCO fisioterapeutas cuando nosotros llevamos mendigando AÑOS para tener más de DOS.
Sí, Carlos. Mendigando. Esa es la palabra con la que me he levantado esta mañana en la cabeza. Mendigar. Porque estoy cansado -aunque hable a partir de aquí en primera persona, sé que hablo en nombre de todas las familias del colegio-. Cansado de remitir escritos, correos, cansado de reunirme, cansado de enviar fotos, cansado de enseñar el colegio, cansado de volcarme a diario en todo lo que puedo y más en pos de conseguir las mejores condiciones posibles para nuestros niños y niñas. Cansado de esperar resultados de reuniones de las que salgo contento. Cansado de que los políticos -entiéndeme, Carlos, hablo en general- sean incapaces de empatizar con nosotros. Sí, de empatizar, porque la empatía no consiste en ponerse en el lugar del otro, como equivocadamente se piensa, sino en que el otro -en este caso yo y el resto de madres y padres del colegio- PERCIBAMOS que de verdad hay alguien que nos escucha atenta y activamente, que pone el foco en nosotros, que se desvive por nosotros y que no ceja en su empeño hasta que
soluciona los problemas a los que nos enfrentamos a diario. Ahí, justo en ese instante en el que eso se da, se produce la empatía. Nunca antes.
Y he dicho cansado pero debería decir agotado. Porque resulta agotador levantarse cada mañana con la mejor de las sonrisas y con la determinación de que a mi hija no le falte de nada. Como a cualquier padre, como a cualquier madre, sí … pero no, Carlos. Porque además tenemos que hacer un gran esfuerzo MENTAL para no pensar más que en el día de hoy, sin cruzar en ningún momento esa línea -extremadamente delgada- que separa el día a día del pensamiento “qué será de ella cuando yo ya no esté aquí”. Todo empieza con un pensamiento y afortunadamente yo tengo las herramientas necesarias para no cruzar esa línea prácticamente nunca … pero hay muchas familias que no las tienen, que están destrozadas, que se separan, que se rompen y que nunca, jamás, vuelven a ser lo que fueron. Y para ellas estoy yo aquí el tiempo que haga falta, a pesar de mi cansancio, mi agotamiento y mi desazón.
No sé dónde estarán las mayores dificultades, Carlos. No sé si dependerá de uno o de varios, de reuniones interdisciplinares, de dinero, de voluntad política, de ganas que mueren en los cajones de algunos despachos para resucitar en periodos electorales … Te aseguro que no tengo ni la más remota idea. Lo único que sí depende de mi es esto que estoy haciendo en estos momentos.
Dirigirme a ti tuteándonos como lo hicimos en la reunión, porque para mí, MUY POR ENCIMA de reuniones, políticas, dinero y buenas palabras, están las personas. Y sinceramente creo que tú eres buena persona. Pero los temas principales que te he destacado en este correo no solo no se han resuelto, Carlos, sino que siguen como estaban y necesitamos una solución urgente.
Los padres me piden que nos reunamos de nuevo, que nos movilicemos, que hagamos una nota de prensa … y mil cosas más. Yo estoy dispuesto A TODO -estoy trabajando en ello en paralelo a este escrito en el que me dirijo a ti-. A todo, menos a volver a reunirme, porque llevo QUINCE AÑOS haciéndolo para comprobar que el mayor avance que alcanzan nuestros niños y niñas no se debe a las reuniones que mantenemos con vosotros, sino a los excepcionales profesionales que desde que entré en el colegio he conocido allí, que se desviven por alcanzar objetivos con nuestros peques, insignificantes para la inmensa mayoría de la sociedad pero absoluta y radicalmente descomunales para las madres, padres y profesoras, monitores y resto de personal del colegio y del transporte que comparten un trocito de su vida con ellos… las mejores sonrisas de nuestros hijos las consiguen ellos y a nosotros nos alimentan día a día para volver a levantarnos una y otra vez.
Solo por eso no merecemos mendigar perpetuamente las necesidades que desde hace tanto tiempo venimos demandando. Reitero, único colegio de educación especial de toda la provincia. Creo que no deberíamos pedir NADA. Creo que alguien debería estar pendiente de nosotros cada día sin necesidad de llamarlo y creo que los automatismos a la hora de cubrir necesidades en un colegio ESPECTACULAR como el Sagrada Familia, deberían ser bandera de una Delegación de Educación orgullosa de SU colegio de Educación Especial. El único de toda la provincia.
Ojalá, Carlos, tú seas esa persona.
Un abrazo,
Mario Muñoz Sánchez
(Vocal Junta Directiva AMPA Colegio de Educación Especial Sagrada Familia de Huelva)
3 de mayo de 2023.