Redacción. La Universidad de Huelva (UHU) ha acogido la presentación de ‘Nuevos campos para el Trabajo Social: La Recuperación de la Memoria Histórica’ (Editorial Niebla), libro del escritor onubense Ángel Romero en el que se sientan las bases para involucrar por primera vez al trabajo social en la recuperación de la memoria histórica.
El acto ha contado con la presencia de numerosos representantes de las instituciones públicas onubenses, del Colegio Profesional de Trabajo Social, del movimiento memorialista y de familiares de víctimas de la represión franquista, a quienes el propio Ángel Romero ha dado la bienvenida y mostrado su agradecimiento, pues “significa mucho para el movimiento memorialista”, ha subrayado.
Tras la bienvenida de Romero, el primero en tomar la palabra ha sido vicedecano de la Facultad de Trabajo Social, Iván Rodríguez, quien se ha mostrado “orgulloso de que este trabajo fuese premiado y haya acabado en una publicación que es señera porque abre camino a nuevos estudios, nuevos trabajos y publicaciones en el ámbito del Trabajo Social sobre la memoria histórica”, ya que “se trata de hacer justicia histórica, que encaja con los objetivos deontológicos del Trabajo Social”, ha agregado.
En la misma línea se ha manifestado a continuación el presidente del Colegio, Julio Piedra, que ha felicitado a Romero por esta investigación en la que el autor “ha sabido conjugar la praxis con la historia, al realizar diferentes recomendaciones para el acompañamiento a las familias y apoyo a las asociaciones desde el Trabajo Social”, que “tiene principios básicos que aquí se reflejan, sobre todo la justicia social”, ha añadido.
A continuación ha tomado la palabra el presidente de la Asociación de Memoria Histórica de la Provincia de Huelva (Amhph), Fernando Pineda, para quien es de “agradecer que estemos todos aquí, la gente de la memoria, las víctimas, la Universidad y todas las instituciones hablando de memoria histórica. Eso es lo más importante que por fin hemos conseguido, lo que significa que hemos superado muchos años de lucha y de dolor”, ha remarcado.
Por su parte, la rectora de la Universidad de Huelva y autora del prólogo del libro, María Antonia Peña, se ha mostrado “orgullosa” de trabajo de Ángel Romero por su “brillantez”. “Pocas veces se encuentra una con un trabajo brillante en el que se ve la mano investigadora de la persona que lo hace y la capacidad de innovar y de abrir espacios”, ha manifestado Peña, tras lo que ha indicado que este trabajo “vuelve a situar el foco de la investigación en memoria democrática en lo académico”.
Tras la intervención de la rectora ha tomado la palabra la presidenta de la Diputación Provincial de Huelva, María Eugenia Limón, para quien libros como el de Ángel Romero “contribuyen a lograr el objetivo del Comisionado Provincial para la Memoria Democrática: que el olvido de las víctimas no habite en nuestra provincia. Además, ha indicado que este trabajo abre nuevas puertas a la investigación. “La recuperación de la memoria y la reparación abarca todos los ámbitos de la vida, los mismos en los que fueron silenciados. Por eso, el entorno académico en el que se enmarca esta obra cobra la importancia de servir de referencia para el alumnado, profesorado y profesionales del Trabajo Social”, ha señalado.
Limón ha felicitado al autor y ha subrayado que “el olvido es incompatible con la democracia. Y es nuestra responsabilidad, como administración y como personas, es cerrar las heridas del pasado y dejar un legado de esperanza y libertad a la generaciones venideras”, ha concluido.
Por último, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, ha felicitado al autor por este “trabajo científico que se define por la delicadeza de la pluma de Ángel, una persona que no es neutral y que ha conseguido abstraerse y construir un trabajo científico que abre nuevas vías de investigación desde el conocimiento y el compromiso”, ha indicado, tras lo que ha felicitado a la Editorial Niebla por “abordar publicaciones de esta naturaleza”.
‘Nuevos campos para el Trabajo Social: La Recuperación de la Memoria Histórica’ (Editorial Niebla), aporta las claves de “lo que se podría hacer” para involucrar por primera vez al Trabajo Social en la tarea de recuperación de la memoria histórica, lo que “vendría fenomenal para que los colegios profesionales y las universidades lo tengan en cuenta de ahora en adelante”, defiende el propio Romero.
En base a ello, la publicación va dirigida fundamentalmente a las universidades, a los colegios profesionales de Trabajo Social y a las asociaciones de Memoria Histórica “para decirles que existe una vínculo importante entre la profesión de trabajador social y el movimiento memorialista y que a partir de ahora debería incluirse en los planes de estudio o tener apoyo institucional, como demandan las víctimas”, subraya el autor.
“Todos damos por hecho que el Trabajo Social tiene relación con la recuperación de la memoria histórica o que al menos debería tenerla, dados los principios del Trabajo Social, que tienen que ver con la igualdad, la justicia social e incluso con los derechos humanos y los derechos propios de ciudadanía. Sin embargo, estudiando la relación, me topé con que no hay nada salvo algunos ejemplos en procesos de América Latina”, explica Romero.
El autor señala que “en España el Trabajo Social no ha estado ligado al trabajo con las víctimas”. Lo único que hay son “algunas experiencias” en los años 80, pero entonces “el Trabajo Social se limitaba a procurar la ayuda o la pensión a las víctimas. Nada más. No ha trabajado con el movimiento memorialista y este tampoco ha solicitado al Trabajo Social que se vincule con el mismo, como sí ha ocurrido con la Psicología, el Derecho o la Historia, que han estado involucrados desde el principio”, agrega Romero.
El libro ‘Nuevos campos para el Trabajo Social: La Recuperación de la Memoria Histórica’, que es la primera publicación que se produce en España sobre este asunto, tiene su origen en el Trabajo Fin de Grado con el que el autor adaptaba su Diplomatura al Grado de Trabajo Social y en el que quiso abordar este tema debido a su amplia trayectoria en el movimiento memorialista, en el que siempre ha colaborado como voluntario y vio que “tenía mucho que ver con lo que había estudiado en Trabajo Social”.