Redacción. El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Pedro Yórquez, ha asistido a la reunión de coordinación para la puesta en marcha en Huelva del Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo (Cyrcus pygargus) para 2023. La campaña se extenderá hasta julio, cuando se lleve a cabo el seguimiento de los pollos volantones.
El operativo está formado por una treintena de personas, entre técnicos de la Junta de Andalucía, agentes de Medio Ambiente y personal de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) y responsables de la Asociación Ecologista Ituci Verde, agente activo en los Campos de Tejada. Pedro Yórquez ha participado con ellos de la sesión preparatoria, dirigida por el coordinador regional de la especie, Miguel Garrido.
“La Junta ha consolidado un modelo en toda Andalucía que está proporcionando resultados muy positivos gracias, principalmente, a la implicación de los componentes de este equipo, que con su esfuerzo van más allá de su dedicación laboral”, ha declarado el delegado territorial del ramo.
El aguilucho cenizo es un ave rapaz de tamaño medio catalogada como vulnerable. La especie se asienta en el Valle del Guadalquivir para utilizar los cultivos de cereales como principal hábitat de cría. En la etapa anterior al vuelo, la mecanización agrícola supone una amenaza para los pollos. Los espacios preferidos por el aguilucho cenizo para su cría en la provincia de Huelva son los cultivos de trigo de secano, especialmente en fincas de pequeñas dimensiones de la campiña. Por otra parte, en Huelva específicamente existen colonias de aguilucho cenizo en marismas.
La reunión de coordinación da paso a la localización de las colonias durante el mes de mayo. El Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo se vale de las nuevas tecnologías mediante el uso de ‘smartphones’ y de drones para poner en práctica un modelo pionero para esta especie que evita molestias a los ejemplares y a los cosechadores. El dispositivo también se encarga durante este mes de contactar con los propietarios, los responsables de las cooperativas y los cosechadores para conocer cuándo iniciarán exactamente la campaña de cosecha del trigo.
En este sentido, Yórquez ha destacado que “la colaboración de los agricultores y cooperativas es fundamental para la conservación de la especie, sobre todo al permitir el retraso de cosechas”. La agricultura también se beneficia del Programa, puesto que el aguilucho cenizo permite el control de plagas para el cereal al alimentarse de cigarras y pequeños roedores, además de mantener fuera de los campos de cereal las bandadas de gorriones que se alimentan del trigo. Actúa de espantapájaros y ‘espantarroedores’ activo.
Retraso de las cosechas
Las actuaciones propiamente dichas sobre los nidos se realizan en junio y la medida principal es la demora de cosechas, con más de un 85 por ciento por ciento de éxito. Otras medidas son el vallado del nido para evitar la depredación, el establecimiento de rodales o el traslado a linde o a los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREAs). El pasado año se localizaron 74 nidos.
El Programa de Seguimiento y Conservación del Aguilucho Cenizo se plasma en la provincia de Huelva en los municipios de Paterna del Campo, Escacena del Campo, Villalba del Alcor, Almonte, Hinojos, San Juan del Puerto, Trigueros, Huelva, Aljaraque, Cartaya, Lepe y Ayamonte. Por séptimo año consecutivo también alcanza a las poblaciones de los parajes naturales Marismas del Odiel, Marismas del Isla Cristina, Marismas del Río Piedras y la Flecha del Rompido y el Espacio Natural de Doñana.
El dispositivo, además, llevarán a cabo durante la campaña labores de educación ambiental en los colegios de los municipios con presencia de aguilucho cenizo, entre las que se incluye una exposición itinerante sobre la especie en los mismos centros.