Redacción. Los flamencos regresan a Huelva. Se acerca la primavera, y con ella la llegada a nuestra tierra de aves migratorias, provenientes de distintos lugares de África, como las golondrinas, las garzas, las cigüeñas, y el protagonista de muchas de las imágenes que caracterizan al tesoro natural marismeño onubense: el flamenco.
Aunque podemos observar algunos flamencos durante todo el año, gracias a nuestro maravilloso clima, las estaciones mencionadas son las de mayor afluencia. Miles y miles de flamencos tiñen de rosa las marismas de Huelva, ofreciendo unas vistas inigualables. Escenas dignas de contemplar.
Pero, ¿qué sabes sobre los flamencos? Son unas aves muy especiales, y con ciertas curiosidades que no todos conocen. Es más, algunos mitos la identifican como descendiente del mismísimo Ave Fénix, que resurge de las llamas tras morir. Lo cual tiene sentido, ya que estas aves de color rosado se crían en lugares que pueden llegar a alcanzar una temperatura de 60 grados centígrados. Una hazaña de supervivencia difícil de superar por cualquier otra ave conocida hasta la fecha.
Aquí tenemos la especie más grande de la familia de los flamencos, el rosa o común (Phoenicopterus roseus), que puede alcanzar el metro y medio de altura y su peso rondar los 4 kilos. Aunque existen otras especies, siendo la más pequeña el flamenco enano, que no alcanza el metro de altura y su peso se queda prácticamente en la mitad, entre unos 2 y 2,5 kilos.
Teniendo en cuenta el metro y medio, una altura considerable para un ave, podríamos pensar que su alimentación es relativamente copiosa. Pero nada más lejos de la verdad. El flamenco más pequeño se sacia con solo 60 gramos de comida al día. Tiene su lógica, ya que su dieta está compuesta principalmente de insectos, algas, larvas, crustáceos, algunos moluscos y, si comen peces, solo pequeños.
Bueno, y ¿sabías que el flamenco ‘amamanta’ a sus crías? No como los mamíferos, obviamente, el mencanismo es totalmente distinto, pero lo hacen con su pico y con un tipo de ‘leche’ que tiene la misma función que la de los mamíferos. Además tiene una característica muy llamativa: es roja.
La cantidad de proteínas y azúcares de la ‘leche de flamenco’ es comparable con la nuestra y eso es suficiente para el polluelo, que aún no ha desarrollado la capacidad de comer por el método tradicional y completamente especializado que usan los adultos.
¿Sabías que tienen espinas en la lengua y peines a modo de filtro en el pico? Pues sí. Y esto es para que al llenar su boca de agua, puedan expulsarla a través de los filtros, y posteriormente raspar los insectos y demás alimento con las espinas de la lengua. Un proceso que no tiene desperdicio, y nunca mejor dicho.
¡Ah, bueno! y ¿sabes que el color rosaceo no es suyo? Aunque parezca confuso, es real. Los flamencos polluelos son grises, y los adultos blancos. Sí, blancos. Los colores entre rosa y rojo provienen del pigmento contenido en los crustáceos de los que se alimentan. Y este es el mismo motivo por el que la ‘leche de flamenco’ es roja.
Y si añadimos algunas curiosidades más…
- Se pueden reproducir en cualquier época del año, pero sólo hasta los seis años de edad.
- El plumón del polluelo no se ‘tiñe’ de inmediato. Su plumaje y sus patas tardarán en tomar color, siendo indicadores de su madurez sexual.
- Llegan a vivir entre 25 y 30 años en su hábitat natural, y en cautiverio pueden alcanzar el medio siglo de edad. 50 años, ¡se dice pronto!
- La hembra, para invitar al macho a aparearse, se queda de pie, baja la cabeza y extiende sus alas.
- Sus nidos, en forma de cono o cilindro, están hechos con paja, pluma y piedras, y pueden tener hasta 30 cm de altura para proteger al huevo de la crecida del nivel del agua o incluso al calor extremo.
- El huevo tarda en incubarse aproximadamente un mes y, como buenos padres, tanto el macho como la hembra lo protegen y lo cuidan.
- Tienen un carácter sociable, por lo que llevan bastante bien convivir con colonias de otras especies en el mismo espacio natural.
Son unas aves realmente fascinantes, y tenemos la suerte de poder verlas aquí, con la luz y el paisaje característico de nuestra tierra, que hacen que la escena sea aún más impresionante.