RFB. Llegó a Huelva a final de la década de los ochenta, y Gloria Puy Fernández se quedó. Mantiene el acento madrileño pero su condición onubense es indiscutible. Y es de las caras amables de nuestro paisaje, en particular del de la Universidad Onubense. Da gusto hablar con ella porque, aun con un realismo nítido, transmite ilusión, energía y optimismo.
Y ese envoltorio de amabilidad y simpatía de Gloria va en consonancia con su humanidad. Corazón que se aprecia en su relación cotidiana con los demás, tanto en el desempeño docente como en el trabajo que desarrolla como presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer en Huelva y como miembro, así mismo, del Consejo Nacional de la entidad.
En el marco de ‘Piezas Clave‘, con motivo del trigésimo aniversario de la Onubense, entablamos con ella una amena charla que presentamos con una doble vertiente, audiovisual, y escrita y publicada en el periódico.
Disfrutando de la luz natural del edificio en el que tiene su despacho, Gloria Puy nos comenta primeramente que su carrera académica ha sido un poco atípica, al menos en sus inicios.
Confiesa que nunca tuvo una vocación especial para la docencia. Ella se formó en Madrid, en Icade. Empezó a trabajar en una multinacional pero luego se casó y se vino a Huelva a formar familia. Estuvo varios años sin actividad laboral. La echaba mucho de menos, por lo que decidió retomar la vida académica y comenzó a cursar el doctorado en Sevilla -aún no existía como tal la Universidad de Huelva-.
Esos cursos le permitieron relacionarse con el Departamento de Derecho Mercantil de la universidad sevillana, que tenía a un grupo de profesores impartiendo docencia en los centros de Huelva. Entonces surgió una oportunidad de dar clases en la Escuela de Graduados Sociales, en la Diplomatura. «Cogí una cuatrimestral denominada ‘Cooperativas’, me la preparé, me gustó. Disfruté mucho aprendiendo y enseñando, y ya todo fue como un proceso natural en el que me fui integrando cada vez más en la carrera universitaria«.
Con el tiempo pudo opositar a una plaza de Titular de Escuela Universitaria, luego leyó su Tesis y seguidamente se convirtió en Profesora Titular de Universidad. Una tesis complicadísima -nos dice-, titulada ‘las garantías financieras en el concurso’. «Un tema súper difícil, súper complicado, que todavía le estoy echando en cara a mi catedrático -se ríe-, el profesor Francisco León, que me sugiriera trabajar en eso. Mi directora fue Sonia Rodríguez, pero la idea partió de él«.
Como Gloria Puy comenzó dando clases en 1992 conoció en primera persona el nacimiento de nuestra universidad, y sus prolegómenos más próximos. Al respecto nos dice que «Me considero afortunada. Puede parecer un poco cursi, pero ha sido apasionante. Ver como pasábamos de ese Colegio Universitario de La Rábida a la Merced, luego a Cantero Cuadrado y ya posteriormente a este edificio maravilloso –que soy su fan número uno- de la Facultad de Ciencias del Trabajo«.
Insiste en su fascinación por la sede de la Facultad, «Es precioso, me encanta, estoy totalmente enamorada de este edificio. No tienes más que ver donde estamos, las vistas que tenemos, la luz que hay, lo bien equipado que está, lo funcional que es… vienes a trabajar y como que se te eleva el espíritu«. Nos recuerda que la obra fue presentada por su relevancia arquitectónica a la Bienal de Venecia, el año en el que fue inaugurado el edificio.
30 años de Universidad de Huelva
Mira para atrás pensando en estos treinta años que se celebran en este curso y nos dice que «todo ha ido a mejor. Ha ido creciendo, los servicios se han ido profesionalizando. Las cosas se han hecho muy bien, creo yo. La verdad es que tenemos que sentirnos todos muy, muy orgullosos de la Universidad que tenemos, y de haber creado lo que tenemos ahora mismo, casi de la nada y en un periodo de tiempo relativamente corto. Treinta años no es nada para una universidad«.
Le comentamos a Gloria que su visión resulta especialmente interesante pues, aún siendo onubense de adopción, proceder de otro lugar le da una perspectiva más amplia, teóricamente más objetiva. Hablando de la relevancia del hecho universitario en Huelva nos cuenta que «cuando estábamos en Cantero Cuadrado hicieron una encuesta a los alumnos de primero y me parece recordar que si había doscientos alumnos había uno o dos que tenían padres titulados superiores, nada más. Lo que te quiero decir es que la Universidad para Huelva ha sido una auténtica revolución«.
Abunda en la cuestión señalando que «si comparas el número de egresados, de titulados universitarios de hace treinta años en esta provincia con el que hay ahora comprobarás que la diferencia es absolutamente abismal. La Universidad ha sido un motor para la transformación social de Huelva, para su desarrollo cultural, para su desarrollo económico… yo creo incluso que para el planteamiento de la sociedad onubense«.
Se siente encantada con el tema de los Erasmus. «Es una auténtica maravilla. Cada año vienen a Huelva cuatrocientos, quinientos alumnos que les encanta estar aquí, que disfrutan un montón fomentándose el intercambio cultural. Y desde la otra perspectiva nuestros alumnos tienen la posibilidad, que antes no teníamos –ojalá la hubiéramos tenido- , de trasladarse a otro país, a otras universidades, a otras culturas, a aprender idiomas«.
En general se pronuncia en términos de satisfacción. «No puedo más que decir cosas positivas y parabienes de la universidad que tenemos y del impacto que ha supuesto para Huelva. ¿Qué hay cosas que hay que mejorar? por supuesto. Hay cuestiones que están por ahí y a las que hay que darles una vuelta, como por ejemplo los planes de estudio de algunas titulaciones, el sistema de enseñanza que tenemos, pero en líneas generales creo que ha sido valiosísima la aportación de la Uhu a Huelva y su provincia«.
Experiencia personal
Le preguntamos por momentos especiales en su discurrir en la Universidad de Huelva. Nos dice que «con la docencia siempre tienes que ir aprendiendo, ir avanzando. Los primeros años fueron duros. La verdad es que en todos los oficios se adquiere con el tiempo el ‘expertizaje’. Los primeros años llegaba a la clase nerviosísima, casi me temblaba la mano cuando cogía la tiza. Luego ya, pues nada, vas cogiendo soltura y vas disfrutando cada vez más. Creo que lo importante es ponerte retos«.
Imparte docencia en ingles para alumnos Erasmus y fue especialmente complicado en los tiempos de covid con las clases on-line. Ahora señala que está disfrutando mucho con ello. En todo caso resalta que «no hay que quedarse dormida, de la gente siempre aprendes y hay que estar alerta y predispuesta para ello«.
El tiempo pasa, y surgen anécdotas como la que nos comenta Gloria Puy: «el otro día me encontré en la cafetería de Derecho a un alumno al que le di clase hace años y le pregunté ¿José Ángel, qué haces por aquí?. Me dijo que venía a recoger a su hijo, que había entrado este año en primero. Me alegré muchísimo, pero me entró una pequeña depresión –riendo-, ya los hijos de mis alumnos están en la universidad«.
La AECC
Como presidenta de la AECC en Huelva está muy contenta, además, con la Universidad. Ha firmado para este curso un convenio con la oficina del voluntariado que ya ha dado sus frutos. 19 estudiantes de la Uhu se han hecho voluntarios de la asociación. Y de ellos 3 lo han hecho para el difícil y abnegado voluntariado de hospital.
En este sentido señala que «hay gente joven que está hospitalizada. Y lo que le gusta es que vayan gente de su edad. Tenemos que formarlos porque esta atención en los hospitales no deja de ser algo especial, que no puede hacer todo el mundo. Pero estoy encantada«.
Nos comenta también que «estamos muy orgullosos de nuestro servicio de Oncología. Al final del año pasado le otorgaron un certificado de la Sociedad Americana de Oncología, que es uno de los certificados más prestigiosos del mundo. La acreditación de esta sociedad la tienen muy pocos hospitales en España«.
Horizonte de la Uhu
Gloria Puy ve el futuro de la Universidad de Huelva con optimismo, «pero también tenemos que tener autocrítica, y atender a lo que la sociedad demanda. Creo que a lo mejor sería importante revisar el catálogo de titulaciones. Si observamos otras universidades, públicas y privadas, podemos ver que van ofreciendo titulaciones que más se corresponden con lo que demanda la sociedad. Tenemos que estar muy atentos a lo que la sociedad demanda, y adaptarnos a ello«.
Universidad de Huelva. Gloria Puy.
