HBN. La galería Espacio 0 acoge desde el 18 de febrero al 18 de marzo la exposición ‘Doñana. Paisaje interior’ de Luis Manuel Fernández. Una muestra donde el artista sevillano a través de la pintura, dibujo y grabado muestra una visión de Doñana llena fuerza y sutileza.
Os dejamos con la nota de sala: Dibujar el silencio. Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida, de Armando Tejada.
«Si se pudiera dibujar el silencio, sería quizás una hormiga solitaria trazando líneas levísimas sobre la arena nunca hollada de una duna erguida en medio de la nada. Y entonces el pintor soltaría sus pinceles y se tumbaría a descansar, y a oír, y escucharía las pequeñas patitas deslizarse sobre la seda ocre como una caricia, y como una exploración. Y cerraría los ojos, y se le haría de noche. Y, bajo el cielo negrísimo y las estrellas centelleantes, comprendería que el silencio puede ser aún más profundo, más lejano, más íntimo, y se quedaría dormido, y oiría solo el rumor del agua que sostiene la arena, y las raíces de los árboles buscando el agua con pasos lentísimos, y los sueños de los pájaros dormidos.
Y a la mañana, con la fresca, abriría los ojos y sabría, desde la piel y desde el corazón, que está llamado a descifrar ese silencio, un silencio poblado de hormigas, raíces, pájaros, aunque no se vean. Y como un niño asombrado, cogería un palito, y, sobre la arena húmeda de una playa escondida, dibujaría un paraíso en la tierra. Y lo guardaría, en una cajita, envuelto en el rumor incesante de las olas, en su memoria. Y sonreiría, satisfecho, porque ya nunca estaría solo.
Ese es, aquí y ahora, Luis Manuel Fernández. Un niñodiós, que diría Juan Ramón Jiménez, que sabe, desde antiguo, de la maravilla de estar, y ser, en medio del silencio y la soledad de Doñana, solo mirada. Un pintor de amplia trayectoria que regresa a uno de sus espacios sagrados, y se ahonda en ese paisaje, trasunto de su alma contemplativa, y, renunciando, como un asceta, al color, nos conduce, con su mirada pura, decantada, sabia, a un mundo movedizo de pinares, dunas, lucios, cielo, y silencio, trazando con su buril las líneas maestras de un refugio que conoce con los ojos del alma, para llevarnos, de su mano, al centro mismo de ese paraíso interior, donde la vida bulle quedamente, y nos aquieta, y nos salva».
Horario de apertura de la galería:
De lunes a viernes de 11:30 a 13:30 y de 18:00 a 21:00. Sábados de 11:30 a 13:30.