RFB. Treinta y cinco años dan para mucho y ese Francis Martínez López que empezó siendo un niño -como él mismo señala- su labor docente, atesora la experiencia, conocimiento e inteligencia emocional para ser uno de las piezas claves en el devenir y presente de la Universidad de Huelva.
Y el tiempo no ha menoscabado, ni mucho menos, su carácter inquieto que ya lo señalaba en aquella etapa discente del Colegio Universitario de la Rábida, escenario que tanta huella le dejó. Continuamente entonces promoviendo y/o ‘enredándose’ en mil y una actividades, muchas significativamente creativas, en las que solía subyacer un espíritu generoso y cooperativo.
Hoy, catedrático de la Universidad en la que ha vestido la toga rectoral durante dos etapas sucesivas finalizadas hace diez años, continúa dando rienda suelta a ese dinamismo, siendo uno de los profesores de la uhu que más ‘sale a la calle’, respondiendo a ese plano de transferencia imprescindible para el retorno a la sociedad de lo invertido en la universidad.
De charla muy amena, con enorme capacidad divulgativa, Francis Martínez, aunque está especializado en sistemas de información para las empresas, dispone de un amplio y vasto abanico de temas con los que una conversación puede alargarse, casi sin darse uno cuenta, sine díe.
No ha sido el caso en esta oportunidad en la que le hemos entrevistado. Fundamentalmente por el formato audiovisual al que se correspondía la cita, en el marco de la serie de entrevistas ‘piezas clave’, realizadas con motivo del trigésimo aniversario de la Universidad de Huelva.
En los pasillos de la Facultad de Empresariales y Turismo de la Merced, su destino principal, nos acercamos a su visión personal de la institución tras esos treinta años de vida desde su creación formal en 1993.
Lo primero que nos plantea es un singular paralelismo. Comenta que «en los territorios se producen hitos importantes que lo modifican todo«. Añade que «si tuviera que destacar un hito importante en la Huelva del siglo XX diría que fue la creación y funcionamiento de la Caja de Ahorros de Huelva, como gran entidad que revolucionó los proyectos de nuestra tierra«.
Opina que, tras este proceso, «que duró cincuenta años, se necesitaba una nueva inflexión que revitalizara nuestra tierra, en el sentido social, económico, cultural, incluso psicológico, para la que la Universidad de Huelva fue el verdadero revulsivo, yo diría que el más importante para poder seguir desarrollándonos«.
Considera que haber formado a casi 50.000 alumnos y participado con transferencias en numerosos sectores económicos ha hecho en estos años de la Universidad de Huelva la piedra angular, «tal como fue la Caja de Ahorros en su momento«.
En concreto Francis Martínez destaca la aportación a sectores como el de la agricultura de primor -modelo muy autóctono, de éxito-, sobre el que señala que «lleva muchísima tecnología, y la Uhu ha sido determinante«. La Universidad de Huelva, para nuestro interlocutor, se ha involucrado en todos los grandes movimientos que se han producido en esta tierra.
Nos cuenta, ante la pregunta, que los años en los que desempeñó el cargo de rector, desde 2005 a 2013 fueron muy intensos. «Recibimos una universidad en la que creo que se había hecho un gran trabajo en lo académico, pero con muchas dificultades económicas. Éramos entonces la universidad más endeudada de España, una deuda que era casi el doble de nuestro presupuesto anual«.
Recuerda Martínez que «se hizo un gran esfuerzo por parte de la Comunidad Universitaria. Avanzamos en la excelencia académica y tuvimos que afrontar el cambio de todos los planes de estudios para adaptarlos al nuevo espacio europeo de educación superior«. Como logros de esta etapa añade el acercamiento a la provincia -un objetivo esencial del mandato- y el saneamiento en aquel escenario financiero adverso. Apunta que «al final de nuestra etapa ya no le debíamos dinero a ningún banco«.
Para el ex-rector quedó pendiente «terminar nuestro modelo de titulaciones, en un proceso afectado por la llegada de la crisis económica. También quizá culminar algunos grupos de investigación«.
Volvemos al presente y le preguntamos a Francis Martínez por el nivel actual precisamente en ese plano de investigación. Asegura que «tenemos en la Universidad de Huelva investigadores relevantes. Obviamente -advierte- somos una universidad generalista y ello nos condiciona«. Contamos, como destaca, con títulos de las grandes ramas del conocimiento: Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales, e Ingeniería. «Ese perfil amplio quizá no nos permite tener una especialización como otras universidades, lo que incide en los resultados de la investigación«. No obstante -señala- «hay algunos ámbitos específicos, como en las áreas de Química, en Ciencias Ambientales o Ingeniería donde contamos con investigadores relevantes que han obtenido premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional«.
«Tenemos un buen catálogo de revistas científicas que edita nuestra propia universidad o instituciones vinculadas a ella. En Turismo, por ejemplo, contamos con un 1% de la producción científica mundial, lo que es muchísimo. No obstante, hay que reconocer que en la investigación es donde nos queda aún pendiente la consolidación. Tenemos bastantes grupos de investigación, pero quizá muy atomizados«.
El catedrático de la Onubense admite que queda recorrido por delante para alcanzar los niveles deseados. Advierte que la institución cuenta con un ‘handicap’ importante para posicionarse arriba en los rankings de universidades. Y no es otro que la falta de más contenido en Ciencias de la Salud, rama que impulsa las posiciones en dichos medidores, por tener mucho más impacto sus artículos. Por ejemplo -indica-, «una sola publicación en ese ámbito de Ciencias de la Salud puede tener más impacto que toda la producción científica de una facultad de Ciencias Sociales en todo un año«.
En ese sentido considera que el grado en Medicina tiene que implantarse, sin ninguna duda. «Es bueno para la provincia, es bueno para la Universidad, y para atender una demanda social importante. Tenemos la suerte, además, de que nuestro principal campus, el del Carmen, se encuentra en un vértice físico de los cuatro que conforma el cruce donde se ubican los tres hospitales, Juan Ramón Jiménez, Vázquez Díaz, y el Infanta Elena«.
Volvemos al pasado en la conversación y le preguntamos por profesores que hubieran marcado su formación. Se traslada en el tiempo y recuerda que el Colegio Universitario de La Rábida, germen de la actual Facultad de Empresariales y Turismo, de la de Humanidades y de la de Derecho, fue una institución de excelencia y gran actividad investigadora. Señala Francis Martínez que la biblioteca de Empresariales del centro fue en su momento la más dotada de España, y allí era donde más tesis doctorales se leían del conjunto nacional.
Allí tuvo la suerte de aprender, y trabajar también luego con ellos, con profesores de gran talla. Manuel Ortigueira, reciéntemente fallecido, fue una figura clave, o su posterior compañera Paula Luna, o José Luís Martín Marín, o tantos otros excelentes docentes.
Admite que todo ha cambiado mucho desde que en aquel curso de 1987-1988 comenzó a dar clases como profesor novel. Entonces prevalecían las clases ‘magistrales’ que hoy en día han dado paso a su compaginación con plataformas virtuales en las que, precisamente, los profesores de la Uhu han hecho un gran esfuerzo, como destaca Francis.
En cuanto a la transferencia «ha sido una obsesión de algunos de los equipos, incluido el mío, esa transferencia hacia la sociedad onubense. La sociedad se ha volcado siempre con la Universidad. Nosotros tenemos la suerte de que las instituciones onubenses, las empresas, las ong’s, las asociaciones, es decir, la gente en general, siempre se ha volcado con nuestra universidad. Y eso lo tenemos que agradecer. Y creo que quizá aún mantenemos una deuda con la sociedad en ese sentido. Creo que debemos implicarnos todavía más, y algunos lo hacemos intensamente, pero echo en falta que colectivamente lo hagamos más«.
Para el profesor, la provincia de Huelva, Andalucía, España, se merecen que «nosotros como universidad podamos implicarnos todavía más en esa transferencia. Creo que es una asignatura pendiente, no solo de la Uhu, sino de todas las universidades españolas y si me apuras europeas«.
Francis Martínez López inició su carrera como profesor universitario de forma no premeditada. «A mi siempre me había gustado mucho la investigación, pero también me gustaba el mundo de la empresa. Cuando estaba estudiando empecé a trabajar. En tercero de carrera empecé a trabajar por cuenta ajena, pero luego monté una empresa con dos compañeros -con once empleados- de asesoramiento empresarial».
Ese camino profesional no fue el definitivo, «Yo me dedicaba a eso, pero de repente un día me llamaron -trabajando en mi empresa, recién acabada la carrera- para ofrecerme irme a la universidad y me lo planteé .. y no me lo pensé. Asumiendo una pérdida grande de sueldo entendí que lo que me interesaba era el crecimiento personal. Y me vine a la Universidad, dejando aquello que había creado. Acepté, con mucha ilusión».
El profesor Martínez López expresa de forma rotunda su satisfacción. «Hoy, por supuesto, treinta y cinco años después, no me arrepiento en absoluto, no me he arrepentido ni un solo segundo. Soy un enamorado de la actividad docente. Siempre digo que si yo fuera millonario pagaría por tener este trabajo».
«He hecho lo que realmente me ha gustado, y lo he intentado hacer de la mejor manera posible con el objetivo de que la Universidad de Huelva que, como he dicho es más mi vida que mi trabajo, se desarrolle y ayudar también de esta manera a mi tierra«.
