José Manuel Alfaro / Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Hoy se ha conocido la noticia de que un grupo de investigación del departamento de paleontología de la Universidad está realizando un estudio que podría probar la tesis, de que La Bella Durmiente habría sido criogenizada en Aroche.
Una hipótesis que no se sustenta solo en la posibilidad de que el reino de esta princesa hubiera estado en los bosques de la zona después de la ocupación de la Península Ibérica por las fuerzas del Imperio Romano, sino por la prueba irrefutable de que la semana pasada se alcanzó en Aroche la segunda temperatura más baja de la Región.
Durante años los investigadores más prestigiosos han estudiado la ocupación de la Península Ibérica por las fuerzas del Imperio Romano y la fundación de los asentamientos romanos de Arucci localizados en la actual Aroche y Turóbriga, este último situado en los Llanos de la Belleza, a unos tres kilómetros aproximados del casco urbano arocheno y junto a la ermita de San Pedro de la Zarza, conocida popularmente como de San Mamés (siglo XV) que se asienta sobre la antigua basílica romana de la ciudad de Turóbriga (siglo I d C). Unos estudios que siempre han querido desvincular a este lugar con el suceso de criogenización que habría sufrido la Bella Durmiente en la zona, hasta hoy, cuando va tomando fuerza una de las hipótesis más ortodoxas.
Una hipótesis, que de confirmarse terminaría desmintiendo la versión de lo que habría ocurrido de acuerdo a la versión del cuento de Perrault y con ello la idea clásica proyectada de este cuento durante años, de esa princesa que nació tras años de matrimonio de unos reyes que se pensaban estériles y pudieron ver cumplido su sueño de tener un hijo, ya mayores.
Una niña, a la que al cumplir su primer año de vida le organizaron una fiesta a la que asistieron las hadas del reino, las cuales le regalaron cada una de ellas un don, una la belleza, otra riqueza y una de ellas la predicción de que a los quince años se pincharía con una rueca y todo el reino quedaría sumido cien años en un sueño profundo del que despertará tras el beso de un príncipe. Algo que podría convertirse en un cataclismo infantil de proporciones impredecibles para los niños y niñas que han crecido bajo el engaño de cuento que obligaría a cambiar todos los libros que se han publicado hasta la fecha o a incluir la verdadera historia que ocurrió.
Esa historia que nos cuenta como la Bella Durmiente desde su nacimiento fue una niña rebelde que se revelaba una y otra vez contra los estándares de la época de: princesa bonita y rica busca príncipe azul o de otro color pero que no necesite cirugía estética para heredar un reino, vivir la vida en palacio y tener muchos hijos a los que mandar a guerras con las que conquistar nuevos territorios. Hasta que un día con 15 años en plena adolescencia, se cansó y se escapó con el objetivo de criogenizarse y esperar al menos 100 años a ver si mejoraba la situación de los derechos de la mujer y al menos podía ir a estudiar al colegio.
Así que la princesa se armó de valor, salió por una ventana del castillo y se fue a la ciudad de Turóbriga el día del invierno con más frio para tenderse dentro de la Ermita y quedarse allí inmóvil hasta quedarse congelada. Después de eso fue trasladada al norte para que su cuerpo pudiera permanecer durante 100 años criogenizada.
Un letargo del que despertaría para visitar Aroche cada 100 años para volver después de nuevo a su estado de congelación. Según los cálculos de los investigadores, este año le correspondería a la princesa despertar, algo que podría hacer que pudiéramos ver la primera luna de llena del invierno a la Bella Durmiente caminando de Aroche a los llanos de la Belleza donde volvería a congelarse con el frio otros 100 años más. Aunque la investigación sigue abierta, Aroche ya se prepara para recibir a la Bella Durmiente