HBN. En la Caja Rural del Sur ya se empieza a hablar en portugués, y con fluidez. Incluso está activo un programa de formación entre sus directivos en este idioma. La razón y el compromiso es decidido: Portugal como uno de sus puntos de mira.
Y aunque ya en 2020 había abierto una oficina de representación en Faro, el aldabonazo en la estrategia de expansión de Caja Rural del Sur hacia el país vecino se produjo en las vísperas navideñas, con la obtención de su licencia de operación en Portugal.
Un paso adelante crucial que cierra el año 2022 e inicia el 2023 con ilusión, y que le permite abrir de entrada su sucursal con Servicios Centrales en Lisboa, y oficinas empresariales en Lisboa y Faro. Este salto internacional supone un escalón más -y notorio- en su dinámica expansiva, natural en una entidad financiera con indiscutibles indicadores de solvencia y un liderazgo contrastado como cooperativa de crédito en Andalucía.
Una caja rural que, perteneciente al Grupo Caja Rural – Banco Cooperativo, no puede ocultar su innegable acento onubense y su esencial vínculo con la provincia de Huelva. Y de ahí quizá también su mirada a Portugal, al menos emocionalmente. La entidad financiera en su proceso de desarrollo, con firmeza, apuesta por la cooperación entre regiones como forma de combatir los inconvenientes de la periferia en relación con Europa y los grandes centros de decisión.
En este contexto, así mismo, ha firmado a final de noviembre con la entidad portuguesa Agrimútuo-Federación Nacional de las Cajas de Crédito Agrícola Mutuoel el Convenio de las Cooperativas Agrícolas Ibéricas, en las que están integradas las cooperativas financieras y no financieras portuguesas.
Entre otros, un resultado práctico de esta firma es que ambas entidades podrán, por ejemplo, compartir y contratar operaciones de financiación y crédito sindicado (garantizando el estricto cumplimiento de las normas nacionales e internacionales aplicables al sector, en concreto en lo que se refiere a la independencia y confidencialidad de los datos), cooperar en operaciones de marketing compartidas de ideal cooperativo o firmar protocolos de cooperación y participar en organizaciones cooperativas internacionales.
El importante convenio fue suscrito por los presidentes de ambas instituciones, Manuela Nina Jorge y José Luís García-Palacios, en presencia del alcalde de Mafra, Hélder Sousa Silva, que actuó de anfitrión por ser su ciudad el lugar elegido para el acontecimiento.
Manuela Nina Jorge señaló en aquel acto que «este convenio entre el sistema de cajas agrícolas ibéricas es un documento histórico, que promueve los valores éticos y la solidaridad en la defensa de los derechos e intereses de sus miembros del mundo rural, muy oportuno sobre todo en estos momentos de gran volatilidad.»
Por su parte García-Palacios declaró que «es un orgullo y un honor tener esta oportunidad de conciliar los intereses de dos instituciones cooperativas, con el objetivo de generar riqueza en el sistema agroalimentario«. También afirmó que «siempre hemos considerado a Portugal como un aliado, por lo que consideramos que hoy es un día histórico para el cooperativismo de crédito en ambos países».
Caja Rural del Sur, Portugal.
