Redacción. El Belén Viviente de Beas, en su 52 edición, ha batido todos los records de visitas y ha superado la cifra de 21000 visitantes.
Conscientes de la responsabilidad que suponía haber sido elegido el año pasado como candidato a representar la Navidad de una conocidísima marca de bombones, la Hermandad de Clarines apostó por una renovación total de la muestra belenistica, que les ha llevado a trabajar desde el mes de Marzo de 2022 en la elaboración de nuevas escenas, y en la remodelación de las existentes.
El esfuerzo ha tenido su premio y este año ha superado el numero de visitantes, que el año pasado se quedó en 20.000 personas, a pesar de que el Puente de la Inmaculada ha estado deslucido por el agua, y que cada año se abren en la provincia mas belenes vivientes como reclamos turísticos de la Sierra y la Costa.
La Consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles Lopez, (que no pudo inaugurar el Belén Viviente de Beas por motivos de salud) no quiso perderse el ultimo día de visitas, y a titulo particular, se acercó a la localidad en la que le unen lazos familiares para admirar el trabajo de todo un año de la Hermandad.
Así lo describía en sus redes sociales: “Una auténtica maravilla el Belen viviente de Beas. Te envuelve su magia, sus colores, sus escenas… , te transportan a la época. Cada detalle, cada mirada, cada sonido… es digno de admirar. Felicidades a la Hermandad y a todo el pueblo por hacernos disfrutar de tan admirable estampa.”
También tuvo ocasión de acercarse a degustar los buñuelos de la Hdad de Santa María de España y de compartir impresiones con los numerosos visitantes que llenaban el recinto.
La Hermandad dio por finalizada la edición 2022/2023 con todos los figurantes cantando villancicos, y con fuegos artificiales, celebrando la Navidad con todos los visitantes y compartiendo dulces y cava, satisfechos del trabajo realizado y agradeciendo a todos los que han hecho posible que el Belén sea un año mas, el anuncio del Nacimiento de Jesús, una catequesis viva, y el lugar donde se conserva el espíritu de la auténtica Navidad.