Jose Manuel Alfaro/Cuaderno de Muleman. Hoy se ha conocido la noticia de que un famoso cantante de Escacena del Campo participará en la que debería de ser la boda del año, pero que pasará a la historia por convertirse en el más grande de los enlaces de conveniencia entre dos de los personajes más mediáticos del panorama cuentero y que podría ser la farsa nupcial más importante desde el último enlace real.
Una boda de conveniencia que habría sido acordada entre los padres de ambos, que verían en este enlace una forma de explotar un imperio de millones de euros procedente de los derechos de explotación de la imagen de ambos personajes de cuento. Una situación empresarial que de ninguna forma justificaría esta unión interesada en una sociedad moderna que no solo aboga por cambiar los roles de los personajes y los mensajes de los cuentos clásicos, sino adaptarlos a unas sociedades cada vez más diversas, inclusivas, solidarias y progresistas.
Aunque Garbancito no se ha pronunciado claramente, porque a cualquier pregunta que se le hace solo contesta de momento con su famosa frase “En la barriga del buey, donde no llueve ni me veis”. Pulgarcita si ha declarado que ella no nació de un grano de cebada, rechazo casarse con un sapo, cayó de un abejorro, fue prometida de un topo del que tuvo que huir a lomos de una golondrina para desposarse, para simplemente casarme con Garbancito por conveniencia, incluso no lo haría tampoco ahora mismo ni con el príncipe más apuesto, porque quizás deberían primero preguntarme si lo que verdaderamente estoy buscando en estos momentos es a otra pulgarcita.
Mientras tanto los preparativos de la boda siguen adelante y ya se sabe que en el enlace actuará uno de los cantantes más famosos de Escacena del Campo, que no ha querido opinar sobre la polémica suscitada por esta boda de conveniencia en la que de momento el único que guarda silencio es Garbancito, el intrépido y valiente joven que pareciese que se lo hubiera tragado un buey y que para hablar hubiera que esperar a que saliera por el culo de este ungulado y del que siempre se ha dicho que nunca había tenido miedo a nada y nadie y que parece que tras la noticia de su enlace está siendo tratado de una ataque de ansiedad.
De momento está previsto un ensayo general para la próxima semana, en la que el cantante escacenero prepara una canción especial, para unos novios a los que desea encuentren en sus diferencias el amor de cuento que les une tal como ha escrito en su canción de la que nos habla de ella y de la actuación de su vida en esta boda que podría terminar sino en la barriga del buey en la sala de un juzgado.
¿Cómo contactaron con usted?
Como aún no me puedo ganarme la vida cantando, aunque sea uno de los artistas más famosos de mi pueblo, trabajo cuatro horas diarias en un almacén de frutas de conductor. Soy el encargado de llevar los pedidos a las fruterías. Y es allí donde conocí a los padres de Pulgarcita y Garbancito, los cuales me escucharon cantar, uno que tiene la manía de ir cantando mientras trabaja y la suerte de estar en el lugar y en el momento idóneo. A partir de ahí, me pidieron el teléfono yo se lo di y a los pocos días me llamarón para pedirme si podía cantar en una boda, yo les dije que sí, que lo hacía habitualmente y también me pidieron que les escribiera una canción para ellos. Así que he cogido un poema de Juan Ramón Jiménez, le he dado la vuelta a los versos, lo he hecho mío y me ha salido una canción de amor de cuento.
¿Qué opina de toda lo polémica?
A mí me han contratado para cantar, de la misma manera que cuando me llaman para cantar en una boda de un alcalde, un cazador, un abogado o un narcotraficante no entro a valorar de donde han salido el dinero para pagar la factura. En este caso tampoco lo voy hacer. Si Garbancito no le importaría casarse con ella y Pulgarcita prefiere tirarse de un magnolio antes que hacerlo con Garbancito no es mi problema, mientras que me paguen.
¿Ha hablado con alguno de los novios?
Si he hablado con los dos, quizás menos con Garbancito que es un hombre que a pesar de ser muy cantarín, es menos hablador que Pulgarcita que le tengo que decir que tiene un carácter que cuidado que es capaz de cocinar a Garbancito con espinacas. Lo único que le puedo decir es que Pulgarcita es una mujer moderna, valiente, independiente y que no ha luchado toda su vida para casarse con un príncipe azul y mucho menos con Garbancito. Vale que tiene mi misma altura, que somos hijos únicos, que nuestros padres son mayores, que los dos somos inteligentes, valientes, serviciales. Pero una cosa es tener cierta afinidad y otra muy distinta es que tus padres te quieran casar porque solo así se garantiza la continuidad de uno de los imperios mediáticos más grandes de la provincia.
¿Qué sorpresa les tiene preparada?
Pues les he compuesto una canción especial para el momento. Una canción que habla del amor puro y correspondido, de lo importante que es quererse, incluso en la adversidad, de lo necesario que llevar una vida sincera y limpia. En definitiva, de lo que quiere escuchar todo el mundo el día que se casa, después si hay que tirarse los platos a la cabeza se los tira uno y ya está.
¿Cree que habrá boda?
Claro que sí, hay demasiado dinero invertido en esta boda que nadie se hubiera imaginado jamás entre dos personas tan diferentes como Garbancito y Pulgarcita. Luego vendrán las diferencias, después los hijos y por último la inevitable separación y todos los contratos en una cadena de televisión y al final Garbancito se ira a la barriga del buey y Pulgarcita a vivir tranquilamente en la mejor flor del bosque
¿Tiene un consejo para los novios?
Si, que se amen mientras puedan, que la vida muchas veces es un cuento corto sin sentido en el que solo cabe divertirse y vivir la vida que hemos soñado, no la que tus padres y las agencias de publicidad han diseñado para ti, así que amarse y dejarse de tanto cuento.
