Redacción. La Fundación Laberinto ha presentado al Ayuntamiento el proyecto de su nuevo Centro Polivalente P’alante, destinado a la atención de personas con discapacidad asociada a enfermedades raras. Elaborado por la empresa Gabitel y la arquitecta Claudia Orozco, el proyecto ya cuenta con el estudio geotécnico sobre el suelo dotacional que el consistorio onubense transfirió a la Fundación en junio del pasado 2021.
Este espacio, situado en la zona de Pescadería con una de sus fachadas a la calle Alfonso Aramburu Terrades, tiene una superficie de 1.485 metros cuadrados y fue cedido por el Ayuntamiento de Huelva con carácter gratuito durante un plazo de 75 años. La presidenta, Pilar Pereda ha anunciado que en este momento se encuentra en fase de selección de la empresa constructora y ha manifestado su intención de que se pueda colocar la primera piedra y dar comienzo a las obras a principios del año 2023.
El edificio está proyectado en una planta, aunque con la estructura preparada para una futura ampliación, con hueco de ascensor y escaleras. En cuanto a la distribución interna, está previsto para la atención de 30 usuarios y 8 monitores, con salas para talleres, audiovisuales, visitas, comedor y cocina, con especial atención al jardín, con acceso desde todas las estancias, para favorecer su uso para el ejercicio y el ocio de los alumnos.
El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, ha dado importancia a la idoneidad de un proyecto que “vendrá a hacer de Huelva una ciudad más inclusiva, más solidaria y en la que la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad será una realidad. Por eso prestamos toda nuestra colaboración, pero, sobre todo, agradecemos a la Asociación Laberinto el trabajo y el esfuerzo que llevan realizando durante estos años para aumentar las posibilidades de desarrollo personal de las personas afectadas por enfermedades raras. Hoy vemos cómo ese trabajo se materializa en un proyecto que, si todos colaboramos, podrá ser muy pronto una realidad”.
En esta sede la Fundación ha planteado realizar atención a chicos desde los 18 a los 21 años durante las mañanas, mientras que por las tardes se realizará terapia y actividades extraescolares con los más pequeños. Desde Laberinto instan además a que, cuando el centro esté en funcionamiento, padres de niños sin discapacidad se animen a llevar a sus hijos y que estos compartan su tiempo con los usuarios, una forma de favorecer la integración social tan necesaria entre el colectivo. “Sabemos que es difícil, pero puede llegar a ser una experiencia muy enriquecedora para ambas partes. La normalización de la inclusión es una de las lecciones más valiosas que los padres pueden enseñar a sus hijos”, ha recalcado Pilar Pereda.
Desde la Fundación Laberinto continúan haciendo un llamamiento a instituciones, colectivos, entidades, empresas y ciudadanos a nivel particular para que se impliquen y colaboren en el proyecto, aprovechando además para dar visibilidad a las enfermedades raras y fomentar que se pongan en marcha nuevas líneas de investigación que repercutan en la mejora de la calidad de vida de los afectados. Llevan trabajando desde 2016 para la construcción, puesta en marcha y mantenimiento de este centro.