José Manuel Alfaro/ ‘El cuaderno de Muleman’. Todo el mundo conoce al viejo Gato con Botas, al de cuento y al molinero del mismo cuento, ese que le dejó en herencia un gato al hijo más pequeño, mientras que al mayor le dejo el molino y al mediano un burro joven y fuerte. Todo el mundo conoce las aventuras de este gato que, con su pericia, una capa y unas botas de Valverde del Camino consiguió convertir a un apuesto joven sin dinero y sin futuro en Marqués de Carabás y prometido de la princesa más bella del reino.
Pues hoy domingo se ha conocido la noticia de que ha regresado a Valverde uno de los descendientes de este inteligente gato, que ya vive en una de las zonas más conocidas de la localidad, donde disfruta tranquilamente de su vida gatuna como un vecino más, sin sobresaltos, sin que le falte comida y suscrito al canal de televisión Love Nature con el que disfruta de los mejores reportajes de animales salvajes, mientras practica su deporte favorito, jugar con ovillos de lana roja.
Un gato que habría regresado a la localidad para asistir a la apertura del testamento en una de las notarías más conocidas de Valverde, a la que también asistirán otros dos sobrinos herederos vivos que desde hace años viven en la ciudad andevaleña. Aunque aún no se conoce el contenido del mismo, se rumorea que, a la heredera, la mayor de las sobrinas, una joven y guapa soltera le habría dejado la fábrica de botas, a la hermana y segunda heredera con una oreja menos, le habría dejado un sustancioso depósito bancario en una caja de seguridad en uno de los bancos de la ciudad y al tercer sobrino heredero, un tranquilo gato, le habría dejado un joven ratón de campo.
De confirmarse esta noticia, el sobrino del famoso Gato con Botas que llevaría años sin saber de su tío, podría impugnar un testamento que habría incumplido el artículo 948 del Código Civil porque el reparto de los bienes del difunto no se habría realizado a partes iguales entre todos los sobrinos existentes, sin distinción alguna entre ellos. Proceso en el que este Señor gato intentaría demostrar, que el ratón dejado en herencia tendría un valor infinitamente inferior a la fábrica de botas o al saldo de la caja de seguridad, tal como nos cuenta en la siguiente entrevista el sobrino más joven del famoso Gato con Botas.
– ¿Cómo se enteró de la noticia?
– Yo más que un gato callejero, soy un gato viajero que he tenido la suerte de tener un tío famoso que me ha financiado todos estos viajes, que he ido haciendo por todos los museos del mundo y en los que he visitado las colecciones de pintura de gatos más importantes. Algo que me ha permitido además alojarme en los hoteles más exclusivos y comer en los restaurante más innovadores y exquisitos, gracias a la financiación de mi tío el famoso Gato con Botas, mientras que la mayor de mis primas se quedaba cuidando de él enfermo y de la fábrica familiar de botas que tenemos en Valverde del Camino donde otra de mis primas es la responsable del departamento de diseño de la fábrica.
– ¿Cuánto tiempo llevaba sin venir por Valverde del Camino?
– No sabría decirle con exactitud, pero llevo muchos años fuera, viajando de puerto en puerto. Cuando salí de Valverde todavía mi tío no había enfermado y ni siquiera le habían diagnosticado el cáncer de pulmón. Pero desde que mis primas me dieron la noticia no he podido ir a verlo, pero si nos hemos comunicado en las cartas en las que yo le solicitaba más dinero para proseguir mis viajes, pagar los hoteles y comer en los mejores restaurantes y en las que él me comentaba el estado en el que se encontraba, como le estaban cuidado sus primas y me adjuntaba un cheque con el que seguir sufragando mis lúdicos e interesantes viajes.
– ¿Qué relación tiene con sus dos primas?
– Hace tiempo que no tengo relación con mis primas, solo se de ellas por las cartas que me enviaba mi tío, bueno y por los periódicos en los que podía ver como la cotización en bolsa de nuestra fábrica de botas no dejaba de crecer y en las que también pude leer que mi prima, una joven diseñadora de moda graduada en diseño industrial por una de las universidades más prestigiosas del país, había ganado varios concursos por el diseño de las nuevas botas que iban saliendo de una fábrica en la que no ha dejado de invertir dinero mi tío hasta su muerte.
– ¿Por qué cree que su tío le ha dejado solo un ratón?
– No los sé, pero supongo que habrá sido un error, está claro que los activos de la fábrica que le ha dejado a la mayor de mis primas y el dinero que también le ha dejado a su hermana, tienen mayor valor que el joven ratón de campo que me ha dejado como premio a toda una vida de su sobrino que ha estado a su lado desde que nació. Además, siempre he creído que mi tío era una persona justa, que quería a sus tres sobrinos por igual, que los tres nos merecíamos un parte de esa fábrica de botas que se ha convertido en una de las más importantes del mundo y que ha pasado desde que mi prima cogió la gerencia y su hermana el departamento de innovación, desarrollo y diseño, de ser una fábrica artesana que fabricaba botas de piel para el campo a fabricar las botas de los mejores jinetes del circuito hípico mundial. Así que solo me queda pensar, que ese ratón pueda ser algo más que una de mis meriendas.
– ¿Qué piensa hacer con el ratón?
– Si no me lo hubiera dejado en herencia mi tío, ya me lo habría comido para merendar. Pero este ratón posiblemente sea el talismán que necesite para salir del estado de bancarrota en el que me encuentro en estos momentos después de perderlo todo jugando a las cartas en una timba en el casino de Valverde. Así que mientras mis primas disfrutan de los dividendos de la fábrica que mi tío el Gato con Botas levantó con sus propias uñas, yo duermo en la cárcel bajo la capa de un ratón con botas, sin saber cuándo pagaran mis primas la fianza para salir de aquí.