José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Esta semana se ha conocido un estudio de varios investigadores españoles, financiado por el Instituto de Salud Carlos III y la Asociación Española contra el Cáncer y publicado en Scientific Reports (Nature), que ha arrojado la siguiente conclusión: la gente con menor poder económico vive menos y tiene menos supervivencia respecto a ciertas enfermedades, entre ellas el cáncer.
Otra investigación publicada en la revista Journal of Epidemiology & Community Health, ha concluido que los habitantes de la zona Norte de España viven más que los del Sur. Según los científicos, junto a los españoles, los residentes en el noreste de Italia y el sur y el oeste de Francia, también pueden presumir de longevidad.
Los diez pueblos más ricos del país se encuentran en el norte, estos son: Pozuelo de Alarcón, Riudarenes y Boadilla del Monte, Matadepera (Cataluña), Alcobendas (Madrid), Sant Cugat del Vallès (Cataluña), Sant Just Desvern (Cataluña), Teià (Cataluña), Torrelodones (Madrid) y Majadahonda (Madrid). Y los 5 pueblos más pobres se encuentran el sur Níjar (Almería), con 7.097 euros, al que le siguen Vícar (Almería) con 7.634 euros, y también la localidad de Los Palacios y Villafranca, en la provincia de Sevilla, con una media de 8.054 euros, Barbate (Cádiz) 8.126 € y Alhaurín el Grande (Málaga) 8.188?€, Adra (Almería) e Isla Cristina (Huelva) que tampoco llegan a 8.300 € al año.
A pesar de los datos de estos tres estudios, aún hay margen para solucionar esta asimetría entre el norte y el sur y que podría pasar, según un importante geógrafo de Zufre, por renombrar el concepto de norte y sur, es decir, denominar sur al norte y al norte sur, algo que permitiría en muy poco tiempo invertir estas enormes diferencias entre dos zonas que no dejan de estar auspiciadas simplemente por la nomenclatura geográfica de norte y sur. Una decisión que dependería directamente del gobierno y que tendría que denominar por Real Decreto sur a todo el territorio de la mitad del país para arriba y norte de la mitad del país para abajo, un simple cambio de denominación que podría cambiar la tendencia en muy poco tiempo, tal como nos cuenta este geógrafo en la siguiente entrevista.
¿A quién se lo ocurrió la idea de denominar norte al actual norte y sur al actual sur?
No sabría decirle exactamente qué geógrafo denomino norte a lo que es actualmente el norte y el sur lo que es actualmente el sur. Lo que sí le puedo decir es que esta denominación lleva cientos de años generando un desequilibrio en los territorios entre el norte y el sur. La geografía es una de las materias científicas más antiguas de todos los tiempos, ha sido la encargada a lo largo de todo este tiempo desde que el primer geógrafo y hombre puso nombre a un lugar de ayudarnos a ubicarnos a entender el concepto de desplazamiento y transporte o conquistar territorios, una toponimia se ha convertido desde el origen del hombre en su brújula.
Por tanto, no es necesario buscar al geógrafo que se le ocurrió la idea de denominar norte a lo que hoy es norte y sur a lo que es sur, porque estamos a tiempo de rectificar y homogeneizar, incluso de invertir la relación de superioridad existente entre el norte y el sur, tanto en la longevidad, como en la atención sanitaria o la distribución de la riqueza.
¿Qué supondría el nuevo cambio de nomenclatura?
Esto supondría un vuelco a total a la situación actual que permitiría invertir situaciones actuales en el caso de Zufre, que pronto pasaría a tener una esperanza de vida similar a la de Barakaldo en el País Vasco y una renta de una ciudad del cinturón de Barcelona.
Puede sonar absurdo, pero ese cambio denominativo, terminaría definitivamente con esa hegemonía socioeconómica que ha tenido siempre el norte, frente a un sur pobre y subdesarrollado, ha sido siempre víctima de colonialismo caníbal, de un norte opresor que solo busca recursos para conservar su status. Ese nuevo cambio cambiaría esos desequilibrios norte y sur en un tiempo récord, incluso podría dar lugar a nuevo eje socioeconómico llamado el eje sur y norte.
¿Por qué no se ha hecho antes algo tan sencillo?
Yo creo que no se ha hecho hasta ahora por una cuestión de hegemonía del norte sobre el sur. Pero esto está empezando a cambiar porque los nuevos movimientos sociales del sur piden más participación en un nuevo modelo socioeconómico que permite que el sur se convierta en un líder mundial y un motor económico y a partir de ahora la locomotora del mundo. Y todo esto con algo tan sencillo como cambiar la denominación de norte a sur y de sur norte, una vez hecho este cambio solo habría que espera dos años para ver si este cambio ha revertido este desequilibrio territorial que hasta ahora solo ha beneficiado al norte.
¿Cuándo se podría acometer este cambio tan importante?
Si todo va bien, en unos meses se podría aprobar, por Real Decreto, cambiar la denominación de norte, que pasaría ser el territorio actual que está del centro de la península, hacia abajo y sur el territorio que actualmente ocuparía el norte. Si es cierto que, al tratarse de un cambio estatal, fuera del territorio nacional tendríamos que llamar a muchas ciudades del norte como del sur y muchas del norte como del sur.
Como ejemplo, podría decir que Vitoria ya no estaría en norte del país, ni siquiera para los meteorólogos que dan el tiempo todos los días, sino el sur. Fenómenos como la sequía, los incendios o las migraciones de los ánsares, terminarían identificándose con el nuevo sur y norte que pasaría a ser lo que ahora es el sur. Lo que está claro es que de la misma forma que se invertirían las denominaciones, también se revertirían toda la fenomenología social y económica de los ciudadanos que miran con esperanza a un cambio, promueva una nueva justicia social sur y norte.
¿Es usted conscientes que los del norte no querrán ser el sur?
Por supuesto que lo sé, ningún rico quiere ser pobre y tampoco nadie quiere vivir cuatro años menos, pero es hora de que se imponga un nuevo modelo de solidaridad en el que se le devuelva al sur todo lo expoliado por el norte, aunque eso signifique la construcción de un nuevo modelo que podría convertir a Zufre en muy pocos años en la ciudad del norte con mayor longevidad y mayor renta de todo el territorio.
