Redacción. La Policía Nacional puso en marcha la Operación Piedra,
centrada en una “asociación cannábica” de la capital onubense que bajo el amparo de la asociación constituida, operaba realmente como punto de venta y distribución de drogas (hachís y marihuana principalmente).
Los investigadores, a través de los controles discretos realizados sobre este tipo de “asociación cannábica”, comprobaron cómo entorno a la misma se producía un inusual trasiego de personas que entraban y salían del local.
Los indicios de la venta y distribución de drogas en el interior de dicha “asociación cannábica” se vieron reforzados cuando los miembros del Grupo de Estupefacientes comenzaron los dispositivos de vigilancia y aprehensión de sustancia estupefaciente, concretamente hachís. Estas personas, tras permanecer en el interior de la asociación el tiempo imprescindible para adquirir la droga, volvían a salir para abandonar la zona, confirmando que estas acciones trascendían la esfera del consumo compartido en el ámbito privado dentro de la sede de la asociación.
Las bases estatutarias de este tipo de asociaciones, que constan en el Registro de Asociaciones de la Junta de Andalucía, no permiten que las mismas tengan una finalidad lucrativa, estando dedicadas generalmente al estudio del cáñamo y sus derivados. Sin embargo, todos los indicios recabados apuntaban a que esta “asociación cannábica” investigada se estaban dedicando a la distribución y venta de estupefacientes.
Por ello se procedió a la explotación de la Operación Piedra sobre esta “asociación cannábica” que operaban como punto de venta de droga, solicitando la entrada y registro en su sede social a la Autoridad Judicial. El cómputo de la Operación se saldó con la detención de dos personas como responsables de esta asociación así como la aprehensión de 16.603 kg de cogollos de marihuana, 4.3104 kg de plantas de marihuana, 8.372 kg de hachís, 1765 cigarro porros liados y listos para el consumo, 45 botes con aceite de hachís y 1.504 euros en efectivo.
Además, los investigadores intervinieron la documentos e instrumentos empleados para la preparación y distribución de la sustancia estupefaciente, como básculas de precisión, prensas de calor y dos paneles tamizadores.