Redacción. Con motivo de las fiestas patronales en Honor a San Miguel se inaugura el gran mural que ilustra la vinculación de un territorio con su producto más deseado: el Jamón de bellota cien por cien ibérico. Al acto de presentación acudieron el Alcalde de Jabugo, Gilberto Domínguez, el Presidente del Grupo Osborne, Ignacio Osborne, el director de la Fundación, Iván Llanza y el autor de la ilustración, así como un nutrido grupo de empleados y vecinos que quisieron participar en el evento.
También, y dentro de las actividades programadas por la festividad, volvió a celebrarse el mítico corte solidario de Jamón Cinco Jotas donde todos los beneficios recaudados se han donado en esta ocasión a la Asociación Española contra el Cáncer.
En el gran mural sobre el Jamón de Bellota podemos contemplar:
La Dehesa
Incontables variables se dan cita en la dehesa en una perfecta armonía, haciendo de ella un ecosistema único. La calma vibrante. Tras observar en la distancia el paisaje como un todo, comenzamos a percibir la infinidad de procesos que suceden de forma natural.
Hogar del cerdo
En la letra B, nuestro actor principal, el cerdo 100% ibérico comiendo bellota. Junto a él, protagonistas del entorno también son la encina, la bellota, las hierbas aromáticas, los insectos…
Microclima único
Unas condiciones climáticas sin igual en el Planeta. Gran amplitud térmica, vientos procedentes del Atlántico, la calidez del día en contraste con las noches frías, son catalizadores del proceso centenario.
El paso del tiempo y los días con sus noches, representados en una esfera mitad sol, mitad luna, de noches estrelladas y brumas matutinas.
Transformación
Llega la calma. Tras el frenesí natural del campo, en la bodega se detiene el tiempo, las manos sabias tratan con mimo cada pieza en el proceso de curación. Sabiduría, tradición y delicadeza de las personas que velan por la excelencia y la artesanía. Además de encargarse de la curación, certifican la fijación genética de la raza.
El culmen
El fin del viaje que un tiempo atrás comenzó en la dehesa, termina deshaciéndose en el paladar con un sabor único. Una mano se lleva a la boca una loncha del mejor jamón del mundo, en Jabugo. La silueta de la montaña, es un paisaje reconocible de Jabugo.
