RFB. Cuando el padre de la teoría de las inteligencias múltiples, Howard Gadner, apuntó eso de que para ser buen profesional había previamente que ser buena persona si hubiese conocido a Celes Vizcaíno muy probablemente consideraría demostrada su brillante tesis.
Porque es inmediata la sensación, cuando uno está próximo a ella, de que hay buenas vibraciones en el espacio que ocupa y a su alrededor. Pero se cuadra el axioma a nada que sigas o investigues un poco su trayectoria en el mundo del baloncesto onubense.
Muy respetada como entrenadora, su reputación se extiende a la comunidad andaluza. Grandes calificativos expresan los que la conocen y la siguen desde tiempo en esta pasión que forma una parte esencial en su vida. Nos apuntamos a lo de Gadner y esa competencia indiscutible que muestra Vizcaino en su devenir se suma a nuestra percepción de profesional seria y responsable transmitida en una simple conversación con ella, y estudiando un poco su trayectoria y logros.
Una mañana que estaba entrenando en el Campus de Verano del Ciudad de Huelva Celes, al terminar, retomó el teléfono y observó que en el grupo de whatssap de los maestros del colegio José Oliva, en el que imparte Educación Física, tenía un montón de mensajes sin leer. La cola de los mismos eran continuas felicitaciones. Cuando subió al primero se sorprendió comprobando que a quien felicitaban era a ella, por su nominación a los premios Buena Gente de Huelva 2022. «A partir de entonces varios días repletos de enhorabuenas y mensajes lindos» -nos dice-.
Del resto de compañeros y compañeras nominados conoce personalmente a Manoli, presidenta del Sporting de fútbol femenino. «Una persona entrañable, amante del deporte y muy buena gente«.
Celes Vizcaíno traslada una imagen de sencillez y cercanía. Un amigo nos comentaba que resultaba impresionante verla entrenar a equipos masculinos. Con verdaderos ‘tiarrones’ bajo su dirección, consiguiendo la mayor disciplina sin aspavientos e infundiendo a sus pupilos estilos y formas de competir absolutamente respetuosas y deportivas.
Inspira confianza, un valor fundamental para cualquier cosa y seguro que esencial para la práctica deportiva en equipos. Pero esa solvencia se nutre de su buena condición, con lo que nos parece que esos chicos y chicas que se conectan al baloncesto a través de ella tienen que ser muy felices.
Nos indica que «siempre he sido de tener referentes cercanos, personas sencillas que predican con el ejemplo en su día a día. En este caso, los míos han sido mis padres, dos ejemplos de buenas personas, que siempre trataron de inculcarnos a mi hermano y a mí los valores básicos de respeto y de ser buenas personas«.
La forma de ser y actuar de Celes Vizcaíno está en sintonía con nuestro modelo. Cree que es fundamental dar visibilidad a las buenas personas, a los buenos actos, a las buenas noticias. «Hoy día cada vez que vemos la tele o redes sociales, parece que lo que más abunda son malas noticias, malas personas… Pero no es así, hay multitud de buenas personas haciendo cosas positivas por los demás, de solidaridad, pero que no tienen el mismo eco informativo que las otras«.
Por eso considera que este tipo de actos -la iniciativa premios Buena Gente- son importantes por la labor de dar a conocer a gente, que en distintos ámbitos de la vida, se dedican de forma altruista y desinteresada a hacer el bien al resto.
Siempre ha admirado a las personas que son bondadosas. «Pienso que la bondad es un valor que engloba a otros muchos. Es hacer el bien, cuidar de los demás, respetar desde la diferencia y desde la diversidad. Para mí bondad es sinónimo de buenas personas y es un valor que siempre he considerado básico«.
Se siente afortunada. «En este momento de mi vida, tengo ilusión por todo lo que hago en mi día a día: mi familia, impartir clases en el colegio José Oliva, seguir con los entrenamientos en el Ciudad de Huelva, y transmitir todos estos valores a los niños y niñas con los que comparto tantas horas. Hay que vivir el presente, el aquí y ahora, y esa es la máxima ilusión«.
Lleva con orgullo su origen valverdeño. Allí fue donde comenzó, desde pequeña, a jugar al baloncesto. Una decisión que iría marcando el resto de su vida. Descubrió que el deporte era su pasión y ser maestra su vocación. Se considera una privilegiada por poder simultanear su profesión de maestra de Educación Física con ser entrenadora de baloncesto. Nosotros pensamos que se lo merece, por buena gente.
Una verdadera suerte para sus alumnos del cole y los jugador@s de sus equipos. A seguir disfrutando. Felicidades Celes.
Premios Buena Gente de Huelva. Fundación Cajasol. Huelva Buenas Noticias.