Redacción. La XXXVII edición del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla ha finalizado con un balance muy positivo de afluencia. El numero total de espectadores alcanzó la cifra de los 4.789 en los seis espectáculos de la programación principal. Porcentualmente, se trata de la cifra más alta de los últimos 20 años, con un promedio de asistencia de 798 espectadores por función.
La respuesta del público en un contexto de postpandemia, con cinco llenos y una media entrada, consolida la cita iliplense como la referencia andaluza en el panorama de los festivales de teatro estivales. En cuatro de las seis funciones se superó el 96% del aforo, alcanzando una media global del 86.20 % de asistencia durante el festival.
Una programación principal caracterizada por propuestas de calidad, donde no se ha pasado por alto celebrar los 400 años del nacimiento de Molière, con la puesta en escena de dos de sus obras emblemáticas: Tartufo y El avaro. Junto al programa principal, desarrollado en el castillo, la edición de este año del festival contó con un programa de calle para todos los públicos -Atrévete-, centrado en un circuito urbano donde vecinos y visitantes asistieron a ocho espectáculos de circo innovadores y de alto contenido estético.
Otra apuesta de esta XXXVII edición del Festival de Niebla ha sido mantener el concepto de Teatro para todos, aplicando una estrategia inclusiva que permitiese la accesibilidad de personas con discapacidad física o sensorial. Así, las obras Tartufo y El perro del hortelano contaron con servicios de audiodescripción para personas con discapacidad visual; subtitulado adaptado y bucle magnético, para asistentes con discapacidad auditiva; y amplificación controlada de sonido para espectadores con problemas moderados de audición.
Tras un año sin Festival y otro a medio aforo por la pandemia, 2022 ha supuesto el reencuentro sin restricciones entre Niebla y su público. No cabe duda de que una programación que ha incluido, además de las obras mencionadas con anterioridad, Carmen, con la Compañía Nacional de Danza; Mio Cid, con el actor, director y académico onubense José Luis Gómez; El maleficio de la mariposa, con el Ballet Flamenco de Andalucía; y El perro del hortelano, en la divertida versión de Paco Mir, ha tenido mucho que ver en el favor de los espectadores. Igual que han contribuido el imponente marco arquitectónico del Castillo y la excelente adecuación del espacio, junto con las imágenes gigantes de la fotógrafa María Clauss que ilustran la historia gráfica del festival. Todo ello en su conjunto ha propiciado que estemos ante de una de las ediciones más exitosas desde que el Festival de Teatro y Danza diese sus primeros pasos hace ya 38 años.
El programa Atrévete, realizado íntegramente en las plazas del ayuntamiento y de San Martín, también concitó el interés del público, siendo una de las convocatorias de mayor seguimiento popular de los últimos años.