La Huelva desconocida. Edificios en los que se escribió la historia

Antonio Delgado Pinto. Hay muchos lugares en nuestra provincia desconocidos para la mayor parte de onubenses, a pesar de haber sido enclaves donde se ha escrito parte de nuestra historia. Entre los años finales del siglo XVIII y el siglo pasado se extiende una época de continuos cambios sociales durante la cual se levantaron estos cinco edificios que presentamos hoy aquí. Los más antiguos de ellos son el molino del Regente en El Cerro de Andévalo y la Casa Rectoral de Manzanilla, mientras que el más cercano en el tiempo es el edificio que resultó de la ampliación que se hizo en Jabugo del Tiro de Pichón a principios de la década de 1940. A continuación veremos estos tres más la Casa Consejo del barrio de Bellavista en Riotinto y un edificio cuyo pasado no está del todo claro: mientras unos dicen que fue el cuartel de carabineros del Conquero, otros aseguran que siempre fue una vivienda particular.

CASA RECTORAL DE MANZANILLA

Esta magnífica casa manzanillera fue construida en el siglo XVIII para morada de los sacerdotes que ejercían su ministerio en esta localidad. Las dos pilastras que escoltan la puerta principal de la vivienda están coronadas por dos azulejos, probablemente de la misma antigüedad que el resto de la edificación, ostentando los dos escudos del Cabildo de la Catedral de Sevilla, diócesis a la que pertenecía Manzanilla en esta época.

Su fachada de dos plantas, pintada de blanco y con adornos geométricos en color almagra, conecta con la tipología de las haciendas construidas en esta misma época en el Aljarafe sevillano. No sería ocioso que las administraciones correspondientes se planteasen una restauración y cuidado de este edificio de más de tres siglos de antigüedad.

MOLINO DEL REGENTE EN EL CERRO DE ANDÉVALO

Situado en un paraje eminentemente bucólico, este molino aceitero es lo que queda del núcleo agrícola que albergó, además del molino, un almacén de aceitunas, la almazara, la ermita de la Virgen del Andévalo, un enorme caserío, dos norias y un par de hornos, uno de pan y otro para cocer ladrillos y tejas.

El cerreño Jacinto Márquez, cuyo cargo de regente de la audiencia de Sevilla dio nombre a este complejo molinar, levantó estos edificios y dependencias anejas en pleno siglo XVIII.

En la actualidad, el molino del Regente está en la más completa ruina, habiéndose perdido gran parte de la techumbre, aunque aún conserva parte de su mecanismo de molienda. Desde la carretera que viene desde Cabezas Rubias hacia El Cerro de Andévalo, la torre maciza del molino y la maltrecha veleta ponen un punto de historia con mayúsculas en este lugar de nuestra provincia.

CASA CONSEJO DE BELLAVISTA EN MINAS DE RIOTINTO

Al parecer fue la primera edificación de Bellavista. Se levantó en una amplia parcela para albergar a los directores generales cuando, a partir de 1881, la compañía minera decidió que estos residiesen cerca de las minas.

Su primer morador fue sir Charles Prebble y estuvo habitada hasta 1954, año en que las minas pasaron a manos españolas. Desde 2010 pertenece a la Universidad de Huelva, quien recientemente ha iniciado algunos trabajos de restauración necesarios.

RESIDENCIA DEL TIRO DE PICHÓN DE JABUGO

En la primera temporada de esta Huelva desconocida tuvimos ocasión de mostrar el bello palacete del Tiro de Pichón realizado por el arquitecto Aníbal González en Jabugo durante los años veinte del pasado siglo, es decir, hace ahora una centuria. Ahora traemos hasta aquí el no menos interesante edificio que se construyó a su lado una veintena de años después y que funcionó como residencia juvenil y campamento de verano. Al parecer fue usado también como sanatorio, aunque algunas personas mayores con las que he podido hablar en Jabugo se han referido a él como ‘el manicomio’. Quizás por eso es un lugar bastante visitado por los amigos de los fenómenos extraños y de lo paranormal.

CARABINEROS DEL CONQUERO EN HUELVA

Conocida por los mayores de la zona como ‘casa del almendral’, esta construcción tiene orígenes inciertos. Mientras muchos aseguran que fue un puesto de vigilancia de los carabineros sobre las marismas del Odiel y sobre la entrada norte de la ciudad, otros dicen todo lo contrario y que no han conocido allí más que propietarios que nada tenían que ver con el cuerpo de carabineros.

Sea como fuere, ningún documento he podido hallar que atestigüe una cosa o la otra, tampoco mis visitas a este lugar me han dado ninguna pista de su funcionamiento primitivo. Incluso puedo decir que no tiene la tipología que he visto en otros muchos cuarteles de carabineros que conozco en la provincia y fuera de ella. Ni siquiera existen esos pequeños detalles que aparecen en otras construcciones militares: pequeñas troneras, vestigios de cuadras, apoyos metálicos para el mástil de la bandera, … nada hay que recuerde un pasado ligado a la vigilancia de costas o fronteras.

Habitada hasta bien entrados los años sesenta del pasado siglo, sus ruinas ponen una nota de misterio en medio de los cabezos del Conquero.