José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘El cuaderno de Muleman’. Mientras el sur se enfrenta a una escasez de hielo sin precedentes, el norte se hiela en su insolidaridad y en una guerra que ha llegado para quedarse. Con estas palabras está previsto que empiece la cumbre de Cortelazor del hielo que se celebrará en la localidad serrana una vez que la organización perfile el programa definitivo. Una cumbre que tendría como objetivo sentar las bases solidarias internacionales al comercio de un elemento esencial para la existencia humana como es el hielo.
En estos últimos meses muchas han sido las consecuencias de esta guerra del hielo en la que vivimos, que ha terminado con una escasez nunca vivida desde hace años, que podría provocar en los próximos meses una hambruna de hielo que afectaría a todos los pueblos del sur. Una circunstancia que aumentaría la inestabilidad política, social y económica de unos pueblos cuyas estructuras básicas ya están mermadas, lo que podría derivar en una crisis mundial de dimensiones imprescindibles.
Congreso del Hielo
El congreso del hielo de Cortelazor, tiene por tanto el objetivo de sentar las bases de una economía del hielo basada en la redistribución solidaria de un producto que debe ser un derecho universal de todos los seres humanos. Desde la organización ya se trabaja en un borrador que sirva de base para la firma de un ambicioso plan de objetivos sostenibles, que contemple para 2030 el fin del hambre de hielo como se conoce a esta nueva realidad social y global y asegure el acceso a de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, de hielo sano, nutritivo y suficiente durante todo el año .
Mucho se está trabajando para que esta cumbre sea un éxito y suponga la consolidación de un modelo global solidario norte-sur y este-oeste, que garantice el hielo a todos los seres humanos del planeta. Una cumbre para el que ya existe un borrador muy avanzado de un plan que contempla medidas revolucionarias encaminadas a garantizar el acceso del hielo a todos los seres humanos del planeta, tal como nos cuenta el presidente de la Organización de Naciones Unidas por el Hielo (ONUH) que abrirá la cumbre con un conferencia inaugural que pretende sentar las bases de la nueva sociedad del hielo del siglo XXI
¿A qué retos nos enfrentamos en esta cumbre?
Nos enfrentamos a la crisis mundial del hielo más importante de los últimos años, no se veía nada igual desde las noches de discoteca de los juegos olímpicos. Una crisis similar a otras hambrunas de cereal en la década de 1970 como la que afectó a Etiopía que provocó cerca de 300.000 muertos o la hambruna de la posguerra de la guerra civil en la que murieron de hambre más de 200.000 personas entre 1939 y 1945. Por tanto, nos enfrentamos a una crisis de hielo que podría dejar en una primera oleada a millones de personas sin hielo. La cumbre de Cortelazor se presenta por tanto como una oportunidad de establecer nuevas bases de la redistribución mundial del hielo.
¿Cuáles son las principales medidas que saldrán de este foro?
Más allá del diagnóstico, lo realmente importante que tiene que salir de esta cumbre son medidas para garantizar que primero, el hielo se fabrique de forma sostenible y en segundo lugar que éste llegue a todo el mundo. Pero también necesitamos un proceso de investigación y desarrollo que permita fabricar hielo de una manera más eficiente, incluso seguir avanzando en esa línea de investigación del hielo infinito, es decir la fabricación de un hielo que nunca se derrite.
Una técnica que aunque está en investigación, en los primeros desarrollos se están obteniendo prometedores resultados. Mientras llegan estos avances solo queda implementar medidas de ahorro y redistribución de la producción actual. Medidas como disminuir el número cubitos de hielo que se echa en cada vaso, reciclar aquellos que quedan en el vaso aún sin descongelar, evitar utilizar hielo en los refrescos aunque esté a temperatura ambiente o prohibir por ley el café solo con hielo, podría generar un ahorro de más del 7% del hielo que se consume actualmente.
¿Está la sociedad preparada para este nuevo modelo?
La sociedad nunca está preparada para los cambios, nadie quiere salir de su zona de confort renunciando a verter su refresco en un gran vaso lleno de hielo. Pero la solidaridad consiste en algo tan simple como compartir recursos.
Hay que seguir avanzando en los procesos de reciclaje si queremos conservar y mejorar nuestro estado de bienestar, y si para ello tenemos que utilizar los cubitos de hielo que quedan en el vaso después de terminar de bebe tendremos que hacerlo. Ya se están llevando a cabo medidas en el ámbito de los alimentos con las que se quiere evitar que cada ciudadano tire a la basura 28 kilos de comida al año, sobre todo salsas, carnes congeladas y legumbres. Algo que conlleva un cambio en el modelo de consumo que nos permita redistribuir el hielo y bajar su consumo.
¿Para cuándo está prevista esta cumbre?
Si todo va bien, el próximo invierno podría estar todo preparado, todo dependerá de las ponencias y el grado de adhesión que consigamos con el que hemos denominado el “acuerdo de Cortelazor” un acuerdo que alcance el éxito del Acuerdo de París, dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en el que se establecieron las medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y garantizar que la temperatura global promedio no superase los 2 °C por encima de los niveles pre-industriales, lo que podría reduciría significativamente los riesgos y efectos del cambio climático. Este acuerdo de Cortelazor, permitiría evitar un colapso el próximo verano, algo que sería uno de los fracasos más importantes de la sociedad humana.
¿Por qué Cortelazor para esta Cumbre?
Cortelazor es un referente en la provincia en la lucha por el cambio climático, que también puede serlo en esta crisis del hielo en la que nos encontramos y que puede suponer el cierre de miles de discotecas, la cancelación de barbacoas familiares, retrasos en las celebraciones de bodas y bautizos y la cancelación de viajes, que podía dejar el problema del deshielo del Ártico, el cambio climático, la crisis del gas ruso y la crisis energética actual en un juego de niños, lo que podría convertir a uno de los pueblos más bonitos de la provincia en la nueva capital mundial del hielo.
