Redacción. La guerra en Ucrania, y sus niños, tienen respuesta, desde su plano y entre otras organizaciones, por Aldeas Infantiles SOS. La paradoja de un mundo que debería ser impulsado, condicionado por el amor y no por la guerra. Los perfiles más desagradables del ser humano emergen en una situación que sitúa al límite a tantas miles de personas que, si no la pierden, ven transformadas sus vidas como si fuera una película, pero no lo es. Es una cruel realidad.
Y un escenario bélico europeo que tiene compungidos los corazones de los ciudadanos con conciencia. Cómo ayudar a Ucrania es una pregunta que se formulan muchos. La respuesta la encuentran en distintas vías para percibir que su esfuerzo tiene el destino adecuado.
En este conflicto de terrible actualidad el sufrimiento está extendido en el conjunto de la población. Pero asociar a los niños con la guerra de Ucrania y sus consecuencias es algo que estremece más, si cabe. El triste contexto invita a ayudar a niños y familias de Ucrania.
Este colectivo tan vulnerable forma parte de 24 millones de personas que necesitan ayuda como consecuencia del estallido del conflicto armado, de la invasión. Para contribuir ayudar en esta emergencia la mejor forma es el apoyo económico con donaciones. Se sabe que actúan directamente sobre los necesitados por medio de ONG’s con experiencia en este tipo de dramáticas situaciones.
Aldeas Infantiles SOS ha activado su Programa de Respuesta de Emergencia para prevenir la separación familiar durante los desplazamientos y proveer de refugio, alimentos, productos de higiene y apoyo psicológico a las familias y a los niños y niñas. Ahora, su principal preocupación es mantener a las familias unidas y garantizar un entorno seguro y protector a los niños y niñas no acompañados.
En los últimos tres meses, más de 6,8 millones de personas han cruzado las fronteras buscando refugio en los países vecinos. Más de 8 millones de personas permanecen desplazadas dentro de Ucrania.
Millones de niños se ven afectados diariamente por la guerra, que tiene efectos inmediatos y a largo plazo en su bienestar y desarrollo. Los niños que viven en instituciones sin cuidado parental o en orfanatos, los niños no acompañados y los niños con discapacidades, se han visto especialmente afectados. Hasta la fecha, 2,2 millones de niños necesitan servicios de protección y 3,3 millones necesitan apoyo educativo.
El desplazamiento también ha aumentado exponencialmente los riesgos para las mujeres y niños de sufrir (violencia de género, abusos, traumas psicológicos, trata de personas y la separación de las familias).
Con un histórico veinte años de presencia en la zona de Aldeas Infantiles SOS, la ONG incrementa su actividad en Ucrania y atiende a más de 35.000 personas afectadas por la guerra. Ha abierto tres Centros Sociales en Uzhgorod, Chernihiv y Dnipro y cuenta con equipos móviles que proporcionan apoyo psicosocial y servicios de salud mental en Lviv y Zakarpattia.
2.147 refugiados ucranianos tienen acogida por parte de Aldeas Infantiles SOS en distintos países europeos. La ONG ha creado equipos móviles de atención psicosocial y programas de apoyo para familias de acogida en cinco regiones ucranianas. ‘
