José Manuel Alfaro/ Cuaderno de Muelman. Vivimos tiempo convulsos, en los que los servicios de inteligencia empiezan a cobrar de nuevo protagonismo. Aunque los espías siempre han estado presentes en la sociedad, los últimos acontecimientos que se están produciendo en Sanlúcar de Guadiana y en el mundo han acelerado el proceso de incorporación de nuevos agentes a la sociedad. Y uno de ellos ha sido un ciudadano de la localidad fronteriza que se ha convertido en el primer espía profesional de la provincia. Hasta el momento la provincia no contaba con ningún miembro oficial en el departamento, ha sido hasta que no se han resuelto las oposiciones el año pasado cuando se ha conocido la noticia.
Unas oposiciones a espía que han estado marcadas por la polémica, por dos aspectos fundamentales la demostración de los méritos y el otro asunto que ha rodeado de una gran polémica a estos exámenes ha sido, la acusación de espionaje de algunos aspirantes que han acusado a los opositores que han aprobado el examen, de obtener las pruebas utilizando técnicas de espionaje, así como de utilizar en los exámenes sistemas de comunicación tecnológica profesional indetectables durante el examen, hechos que no han sido probados hasta la fecha.
No obstante, durante la toma de posesión de los espías, el director del ente ha resaltado en su discurso la valía y la profesionalidad de una de las promociones más preparadas de los últimos años. La ceremonia que se ha llevado a cabo en un lugar secreto al que solo han asistido los nuevos espías, ha estado también llena de emotividad, porque en ella se ha llevado a cabo un reconocimiento a uno de los espías aficionados de la provincia más condecorados, conocido por el nombre en clave del Agente X, que en su discurso de despedido ha deseado toda la suerte del mundo a quien ocupara su cargo y para el que seguro estará preparado para asumir la responsabilidad de convertirse en el primer espía profesional de la provincia. Esta semana por tanto los nuevos espías se incorporarán a sus destinos, donde desarrollaran importantes y discretas misiones tal como nos cuenta este sanluqueño que formará parte de la elite de este prestigioso cuerpo de servidores públicos.
¿Por qué decidió ser espía?
Lo de ser espía no se decide, yo diría que se lleva en la sangre. Yo he tenido la suerte de estar rodeado toda la vida de espías sin saberlo, compañeros de clase en primaria, compañeros de universidad que se copiaban de los exámenes, compañeros de trabajo, compañeros de partido, compañeros de juegos partidas de cartas, compañeros de romería y todos los compañeros que han compartido algún momento conmigo. Pero si hay alguien que ha influido en mi vida esa así mi abuela, con ella aprendí la prudencia, la espera y todas las técnicas que marcan la diferencia en un espía profesional. De hecho, ella me ha contado muchas veces como conoció al espía que nunca existió y del que aún conserva algunas cartas secretas.
¿Cómo ha sido el proceso hasta llegar aquí?
Ha sido un proceso muy discreto y secreto, me he llevado el último año de mi vida, encerrado de día en la habitación de mi casa saliendo solo para comer y de noche para prepararme las pruebas físicas. Ha sido un año duro que ha merecido el esfuerzo, que se ha visto recompensado con la mejor nota de la promoción. Todo el mundo tiene una idea equivocada de un espía, la gente piensa que los espías son superhéroes, cuando somos gente normal, de hecho, están en todos lados, se podría decir incluso que todos llevamos un espía dentro de nosotros, que nos motiva a conocer todo sobre las personas que nos rodean. Pero ahora que todo este proceso ha llegado a su fin, espero poder centrarme en las misiones que me asignaran en breve y las que espero estar a la altura de las circunstancias.
¿Tiene ya su primea misión oficial?
Si ya tengo una misión y será este domingo de elecciones, no debería de rebelarla, pero quiero que esta se vea como ejemplo del trabajo que desempeñamos los espías. Un trabajo que creo no está valorado, al igual que el de los médicos, los profesores, maestros o funcionarios. Pero somos espías, somos invisibles y tenemos que ser conscientes de ello. Como también sabemos que nadie nunca nos dirá que bien hemos hecho nuestra misión y con este dogma tenemos que vivir. Si yo le digo que mi misión de este domingo ha sido la de averiguar a qué partido ha votado cada uno de los candidatos a la junta, que me diría. No ha sido fácil, pero se ha conseguido y detrás de ese logro está el primer espía oficial de la provincia. Supongo que con el tiempo me irán dando misiones más complejas que necesiten de operativos especiales, pero para ser la primera misión estoy orgulloso de haberlo conseguido.
¿Qué opinan sus vecinos?
A mis vecinos los veo contentos, para ellos ha sido una buena noticia, aunque no tienen ni idea de que soy yo, el hijo de uno de los hombres más conocidos del andévalo. Yo podía estar al lado de ellos tomando una cerveza mientras los escucho hablar y leer los mensajes del teléfono y ellos no sabrían que tienen a su lado al primer espía profesional de la provincia. Somos seres que vivimos en el anonimato de nuestras vidas, todo el mundo puede hablar de lo que ocurre en su trabajo, de lo que hace cada día, puede hablar de sus miserias, de la precariedad laboral, puede denunciar incluso a su jefe cuando no quiere pagarle las horas extras, pero nosotros los espías no, porque vivimos para nosotros mismos, vivimos en una doble vida que a veces nos asfixia y que nos obliga a mentir sobre nuestra identidad sexual a nuestras parejas e hijos.
¿Qué aportara su trabajo a Sanlúcar de Guadiana?
Supongo que cuando vaya para allá de vacaciones, sobre todo en fiestas y en varano me integrare en su día a día y aportare mi conocimiento profesional en aquello que pueda ser útil, para Sanlúcar, un pueblo fronterizo con gran actividad. Aunque yo lo que espero es disfrutar de un lugar único y maravilloso que me da la vida que me roba esta profesión tan secreta en la que yo mismo muchas veces no se ni lo que hago.