Encontramos a la chica que miró para atrás en la calle Palacio de Huelva

RFB. La chica que miró para atrás en la calle Palacio de Huelva era -es- Sensi Dopazo. Se nos ha revelado su nombre. Y lo sentimos con alegría porque cuando pulsamos la tecla que publicaba aquel artículo desconocíamos identidad, existencia y paradero de esa chica que, con su compañera, hoy sabemos también que Mª Luisa Mora, marcaron una mítica instantánea que sedujo a los fotógrafos y editores entonces, y luego a todos los que amamos a Huelva, su historia y sus gentes.

Sensi y Mª Luisa en el mismo lugar, sesenta y siete años después. / Foto: Edith.

El costumbrismo cincuentero onubense de la imagen ha provocado a lo largo de las décadas transcurridas, probablemente, que sea la mas descriptiva y visualizada de todas las de aquella época. Y nos parece mentira que, sesenta y siete años después, a poco de culminarse el primer cuarto del siglo XXI, tengamos la oportunidad, podamos disfrutar de una charla con estas dos chicas tan atractivas entonces y tan atractivas ahora.

Detalle de la imagen de 1955.

Les acompaña Aurelia Capado, compañera de clase que ese día de la foto, como cualquier jornada del calendario escolar dado que era interna en el Santo Ángel -su familia estaba en Nerva-, permanecía en el colegio. El preámbulo de la conversación discurre sobre el uniforme escolar. Para nosotros muy elegante pero entre las tres compañeras hay discrepancias. Aurelia dice que no le gustaba nada, sobre todo por su color negro. Sensi cree que era muy bonito, y Mª Luisa se queda en un punto intermedio.

Aurelia, Sensi y Mª Luisa. / Foto: CCF.

Aunque tienen contacto nos da la sensación de que hacía cierto tiempo que no se reunían las tres. Por eso, ignorándonos un poco, empiezan a hablar bastante entusiasmadas del colegio, de las monjas y sus peculiaridades. La hermana tal, la hermana cual… unas más severas, otras más condescendientes y algunas francamente cariñosas. Intercambian recuerdos y anécdotas en un archivo sin fin. Pero nosotros a nuestro libro, tratamos de centrar la conversación en la foto y en sus devenires personales.



Mª Luisa, en el centro, y Sensi, a la derecha de la imagen, junto a otra amiga, en el Paseo Santa Fe.

La primera cuestión es si recuerdan ese momento de la imagen, que hemos fechado entre el 9 y el 16 de junio de 1955. Una Huelva en esencia como la de hoy, poco después de las jornadas rocieras, pero sin duda distinta. Del día no se acuerdan, del año tampoco, pero Sensi si recuerda el momento, ese instante y los previos, en el que giró la cabeza y dejó para la posteridad un ‘robado’ que es, como decimos, quizá el más representativo de esa época en nuestra ciudad.

Si no se hubiese editado la foto en una tarjeta postal está claro, a tenor de lo que nos cuenta, que no lo recordaría. Asunción -Sensi- relata que, como cada día, sobre las 13:10 -salían del colegio a las 13:00 y tenían hora y media para comer y volver a las clases de la tarde a las 14:30-, iban con prisa para llegar a sus casas, ambas en la calle Miguel Redondo. Andaban rápido y, sobre todo, charlaban de sus cosas.

Sensi Dopazo en la actualidad. / Foto: CCF.

Viniendo de la calle Botica se dio cuenta, aunque no prestó atención, que como a mitad de la calle Concepción estaban unos señores con trípodes y cámaras. Los sobrepasaron y a la altura de la esquina del bar Onuba Mª Luisa seguía hablando -no era ni es, precisamente, de pocas palabras- y Sensi la escuchaba pero, de forma instintiva, al ver que un camarero y varios clientes del bar estaban concentrados observando algo que sucedía a su espalda, giró la cabeza y, sin saberlo, en esa fracción de segundo, los fotógrafos fijaban una imagen que sería un regalo, ya para siempre.

Mª Luisa, Sensi y Aurelia. / Foto: CCF.

Siguieron su camino sin darle importancia y, pasados unos meses, un día el vecino de abajo de la casa de Sensi se acercó a su madre y le dijo «Carmen, mira, traigo una postal donde aparece tu hija». Sorprendida le preguntó a Sensi, y ella cayó en la cuenta. Entonces recordó ese momento y ya se quedó grabado en la memoria de forma definitiva.

El vecino trabajaba en Imprenta Muñoz, la antigua ‘Papelería Inglesa’, precisamente en la calle Palacio, a dos pasos de lugar en el que se fijó la imagen en la que miraba para atrás nuestra chica.

Mª Luisa, a la izquierda, y Sensi, a la derecha, también con el uniforme, pero más pequeñas. En la plaza XII de Octubre de Huelva.

Hablábamos en el artículo anterior de Jorva, la dulcería de la sublime crema, y nos dice Sensi que Merchi, la hija de la pastelera, también estaba en el colegio y eran muy amigas. «Nos reuníamos algunas veces las dos en su casa -que estaba en la parte de arriba- a estudiar o a hacer algún trabajo, y la madre tenía a la hora de la merienda el detalle de dejar en una canastilla de mimbre abajo, en el obrador, unos dulces -uno en concreto que a mi me gustaba muchísimo- y luego Merchi los subía tirando de la cuerda por el patio

Sensi y Mª Luisa, a parte de ser vecinas de esa calle Miguel Redondo de la Huelva de los cincuenta, eran las dos mejores amigas. Sensi pasaba horas y horas en casa de Mª Luisa, comiendo en ella en muchas ocasiones. No es de extrañar, por tanto, que las dos salieran en la foto. Sensi afirma, y asienten sus compañeras, que los momentos vividos en aquella época del colegio fueron preciosos. Que fue intensamente feliz y los recuerda con emotivo agradecimiento.

Un momento de la entrevista. / Foto: CCF.

El padre de Sensi era maquinista naval. Trabajó en varias compañías de pesqueros de Huelva y padeció dos naufragios, de los que afortunadamente salió ileso. Era, al igual que la madre de nuestra protagonista, gallego. Pero muy gallego, con lo que Sensi, aunque llegó a Huelva con meses, parecía encaminada a volver a Galicia con sus padres. La chica que miró para atrás en la calle Palacio de Huelva, sin embargo, conoció a Clemente, de Gibraleón, del que se hizo novia y luego se casó, con tan solo veinte años. Así, se quedó en nuestra provincia para toda la vida. Habían transcurrido ocho años desde esa foto en el corazón de la ciudad.

Aquella chica que había mirado para atrás en la calle Palacio de Huelva tuvo tres hijos, al igual que Mª Luisa, su amiga y acompañante. Esta, al poco de la fotografía -en la que sale de espaldas-, se marchó a Venezuela -en 1958-, donde trabajaba su padre, que se había ido para allá porque las cosas no le fueron bien en el negocio. Había tenido la Imprenta Mora, en la Plaza de las Monjas.

Mª Luisa Mora es nieta del célebre Miguel Mora. / Foto: CCF.

Ante nuestra curiosidad, Mª Luisa confirma que es nieta de Miguel Mora, quien en 1898, junto a Rafael Mojarro, había instituido Papelería Mora y Cía. Esta mítica imprenta editó, precisamente, seis extraordinarias series de tarjetas postales de Huelva, entre 1904 y 1913.

La experiencia americana para Mª Luisa duró poco, porque menos de un año después volvieron a Huelva, dado que a su madre le sentaron muy mal aquellas latitudes. En el interín fue cuando Sensi se ‘ennovió’. Entre risas comenta Mª Luisa que si ella hubiese estado aquí su amiga no se habría echado novio tan pronto. A partir de ahí, como es lógico, ya se distanciaron un poco en lo cotidiano, pero aún hoy siguen siendo grandes amigas, amigas de siempre.

En 1963 se casó Sensi y en 1968 Mª Luisa. Ambas tuvieron, como decíamos, tres hijos. Sensi había estudiado Magisterio -aunque pudo hacer Farmacia- y Mª Luisa Taquigrafía y Mecanografía. La primera se convirtió en maestra y la segunda trabajó, muy a gusto como nos señala, en Celulosas.

Aurelia Capado. / Foto: CCF.

En el transcurso de la charla, Aurelia recuerda una ocasión en la que tenían que presentar en el colegio una muestra de costura. Ella no tenía el apoyo de su madre, que se encontraba lejos, en Nerva. Sensi se llevó la tarea de su amiga para acabarla y la madre de Sensi se la terminó perfectamente planchadita y con sus remates a máquina impecables. Lo cuenta Aurelia un poco emocionada.

Mª Luisa también nos comentaba que su hijo le dice que es ‘especialista’ en salir de espaldas en imágenes públicas. No hace mucho ocurrió en una publicación local y también en imágenes de televisión. Abrió el camino de esta ‘especialidad’ con nuestra imagen de 1955.

La cámara volvió a llamar la atención de Sensi, sesenta y siete años después. / Foto: Edith.

Quisimos acercarnos con ellas a la esquina de la calle Palacio con Rico y volver a inmortalizarlas, justamente sesenta y siete años después. La calle no es la misma o quizá si. Si las calles tienen alma podríamos pensar que si. Los bonitos ojos de Sensi sin duda tienen la misma luz que los de aquella jovencita de 1955, y así quedan fijados en la nueva instantánea.

A la derecha una tienda de ropa donde antes estaba el Bar Onuba y a la izquierda un establecimiento de hostelería pero bien distinto a la cervecería que entonces ubicaba. Afortunadamente -un pequeño milagro en la concepción urbana de nuestra ciudad- los edificios de ambos enclaves son aún los de entonces.

La chica que miró para atrás en la calle Palacio de Huelva vuelve a hacerlo, al lado de su amiga, y nosotros somos emocionados testigos. Buenas niñas y buenas mujeres, que han dejado y dejan su estela vital, tantísimos años transcurridos. Entonces y hoy forman parte, brillantemente, del paisaje humano onubense. Un placer y una suerte haberlas encontrado.

 

 

 


Puerto de Huelva

18 comentarios en «Encontramos a la chica que miró para atrás en la calle Palacio de Huelva»

  1. Que me ha gustado ver a las tres alumnas y amigas del Colegio Santo Angel de Huelva
    .Asuncion Popazo, Maria Luisa Mora y Aurelia Capado Compañeras mías, a las que vuelvo a ver después de tantos años

  2. Mea encantado su historia soy de Huelva Capital y estas señoras Ados de ellas las las conozco de verla por Huelva como es pequeña nos conocemos todos y si la conozco de verla por la calle a sin que de vista la próxima que la vea le dedicaré una sonrisa gracia señora por su historia me a estado mucho muchas gracias y por hablar de nuestra querida Huelva

  3. Maravilloso,la foto y la historia de las amigas y que se hayan encontrado.
    Tengo la suerte de estar en la pza de la Merced. Estamos Luchi ( esposa de Andrés Bruno Montero) y Pino y Begoña Curbelo Ranero

  4. Me ha parecido un artículo muy interesante.
    Doña Asunción fue mi maestra en Gibraleon y también vecina de mi calle, porque vivió varios años en Gibraleon. Me alegro verla igual de guapa y de joven.
    Recuerdo que tenía unos ojos impresionantes.
    Casualmente también soy maestra. Un beso maestra.

  5. A esta hora, tan temprana o tan tardía según se mire, me encuentro hospitalizada en el Hospital Juan Ramon Jimenez de nuestra capital. No podía dormir debido al ruido de una bomba de oxígeno que tengo a mi espalda y se me ocurrió coger el móvil para distraerme un poco, al entrar en Google vi el artículo de Sensi y M.Luisa, me asombró y me encantó a la vez, pues a las dos las conozco ,Sensi es vecina en la C. Santamaria en casas colindantes una mujer que ha sido y es bellisima, de una educación y trato exquisito, a veces nos vemos y nos interesamos la una por la otra como buenas vecinas. M. Luisa amiga y compañera de trabajo, yo trabajaba en Celulosas y un día por los años 60, le dije: amiga, en la fábrica están buscando a chicas para el departamento de personal, presentaté, lo hizo y allí estuvimos trabajando juntas hasta que ella se casó con nuestro compañero José Mora. Una chica también muy guapa, con una sonrisa siempre en la cara y muy querida por todos los compañer@s. Un abrazo a ambas. Me ha gustado mucho la historia. Bellos recuerdos de aquellos años.

  6. Tanto mi madre como yo nos llamamos Asuncion y tb nos dicen Sensi. Mi abuelo materno era tb de Marin y era familia, creo que primo del padre de esta sra. Mi tia Rosenda, hermana de mi abuelo.

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