José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Este domingo, coincidiendo con el día después de la celebración del día de libro y dos días después del comienzo de la feria del libro en la capital. Se ha conocido la noticia de que un avión supersónico que podría alcanzar 15 veces la velocidad del sonido (18.375km/hora) y llegar a una altitud de 60 km podría verse desde Arroyomolinos de León.
Una noticia que ha causado una gran satisfacción y alegría en uno de los pueblos de la provincia más alejados de la capital, del que lo separa más de 132 km y más de 120 minutos de trepidante conducción. Algo que podría hacerse realidad gracias al centro de vuelos no tripulados (CEUS), cuyas instalaciones albergarían todo el proceso de certificación de este avión hipersónico. El avión Supersónico está diseñado para operaciones de trasporte de mercancías en una primera fase, para después pasar a una segunda al transporte de pasajeros, que podrían conectar a la ciudad arroyenca con la capital en tan solo unos minutos, gracias a la tecnología de uno motores de hidrógeno líquido que hacen este vehículo único en el mundo, un combustible que sería verde, es decir, obtenido de fuentes de energía renovables.
Aunque las primeras pruebas se harían muy pronto, para ver el primer vuelo con pasajeros habría que esperar uno meses más, una vez que terminasen la selección de voluntarios que haría en la localidad arroyenca, para completar el resto de pasaje que haría posible el primer vuelo comercial de personas en un avión supersónico. Aunque detrás de este proyecto se encuentra la empresa Destinus con sede en Suiza y propiedad del empresario ruso Mikhail Kokorich, no se descarta la entrada en el accionariado de empresas públicas y privadas de la zona que podrían contribuir a consolidar un avión capaz de alcanzar los 60 kilómetros de altura y una velocidad de Mach 15, que actualmente ya tiene concedida autorización para volar a velocidad subsónica (por debajo de la velocidad del sonido).
Una vez realizadas las pruebas en el centro de ensayos de forma satisfactoria, este dispositivo podría iniciar en un primer momento un servicio de conexión de transporte de mercancías y personas entre Arroyomolinos de León y la capital en tan solo un minuto de vuelo. Algo que permitiría a cualquier vecino de la localidad visitar y regresar de la feria del libro de la capital en el mismo día. Esto pondría al alcance de los arroyenco y arroyencas las principales novedades del momento y aprovecharse del diez por ciento de descuento durante los diez días que dure la feria del libro de Huelva. Nos lo cuenta en la siguiente entrevista uno los voluntarios que se prepara para presentarse a una futura selección de viajeros para este proyecto, que cambiará la forma de mirar el cielo de Arroyomolinos de León.
– ¿Por qué han elegido el cielo de Arroyomolinos de León?
– La elección del cielo de Arroyomolinos ha venido de la mano de las condiciones que se necesitan para este tipo de ensayos, como la proximidad a la salida al mar, el alto nivel de ingeniería en la comarca, la conexión con grupos de suministros industriales, pero sobre todo por tratarse de una zona amplia, deshabitada y con buen clima la mayor parte del año. Condiciones que la empresa con sede en Suiza cree que son ideales para que pueda verse desde la localidad este avión, que podría revolucionar la movilidad de las personas a velocidades hipersónicas y reducir así los tiempos entre la localidad, techo de la provincia, y la capital.
– ¿Qué supondrá esto para la localidad?
– Estamos ante un hecho histórico sin precedentes desde que en el siglo XIII la Reconquista Cristiana llegó a esta zona y el Gran Maestre Pelayo Pérez Correa, perteneciente a la Orden de Santiago, liderara la llamada Batalla de la Calera, en el monte de Tentudía, lo que permitió que muchos leones que transitaban por la Ruta de la Plata, se establecieran en la zona formando una de las cinco villas de lo que se denominó la Encomienda Mayor de León. Ver surcar desde esta inhóspita localidad uno de los avances más importantes en aviónica de los últimos tiempos, podría suponer para la localidad el nacimiento de un nuevo polo de desarrollo, como pueblo de los cielos. Un pueblo en el que gracias a la escasa contaminación lumínica podría convertirse en un lugar ideal para ese turismo sostenible incipiente, de contemplación de cielos estrellados, que más de moda está en los últimos tiempos, entre turistas con mayor poder adquisitivo.
– ¿Hay fecha para el primer vuelo?
– En un principio las primeras pruebas del avión Supersónico se realizarán con el transporte de mercancías. Algo que permitiría llevar desde un lugar a otro, un protector de pantalla de un teléfono móvil, en tan solo un minuto, lo que podría casi entenderse como un proceso de tele transportación. En una segunda fase se podría hablar y estudiar incluso el transporte de un animal vivo, de la misma manera que en fue la perrita Laika (en ruso ?????, “ladradora”) que se convirtió en el primer ser vivo terrestre en orbitar la Tierra. Lo hizo a bordo de la nave soviética Sputnik 2, el 3 de noviembre de 1957, perrita que fue también el primer animal que murió en órbita, aquí se podría hacer lo mismo pero un con cerdo o un buitre leonado. Para terminar con el primer viaje comercial de un avión supersónico que podría trasportar a los viajeros más conocidos de la localidad.
– Para el primer vuelo, ¿Cuál sería el primer objeto y la primera persona que le gustaría que viajara en él?
– El primer objeto, no sé, podría decir mucho, un jamón, una cesta de setas, un pan al horno, un litro de aceite de oliva virgen extra. Tampoco estaría mal un libro, si el vuelo se produjera alrededor de estos días de feria de libro, sería bonito ver surcar los cielos a esta maravilla de la ingeniería aeronáutica con el libro de Poetas por la paz en sus entrañas. Sería algo mágico, un sueño, un acto de imaginación real. Tampoco estaría mal que en el caso de que hubiera que elegir un animal para hacer el viaje inaugural fuera un cerdo ibérico o una oveja merina, una cabra. Ahora lo que no sabría decirle quien debería de ser la primera persona que surcara sus cielos a 18375 km/h, porque quizás lo ideal sería hacer una votación popular en la elegir esa persona que pasaría a formar parte de la historia de Arroyomolinos de León para toda la vida.