Redacción. La Universidad de Huelva (UHU) continúa inmersa en la investigación sobre las fortificaciones de la provincia de Huelva, en esta ocasión con un estudio sobre los castillos del Condado de Niebla que lidera el profesor del Departamento de Historia, Geografía y Antropología de la Facultad de Humanidades Juan Luis Carriazo, quien recientemente recibió un premio concedido por el Instituto Andaluz de los Castillos por sus estudios e investigaciones sobre las fortificaciones onubenses.
Se trata de un proyecto financiado por la Cátedra de la Provincia en el marco de su convocatoria de microproyectos de investigación y transferencia, tal y como ha explicado el propio Carriazo, que optó por este estudio al considerar que las fortificaciones del Condado de Niebla son “bastante menos conocidas” y están “peor conservadas” que las de la Sierra y de otras zonas de la provincia, ha argumentado el profesor, que actualmente se encuentra concluyendo el proyecto.
“Tras años en los que hemos profundizado en las fortificaciones del Señorío de Ayamonte y Gibraleón, que ya conocemos mejor, pensábamos que el Condado de Niebla era un territorio que necesitaba de más atención”, ha proseguido Carriazo, que trata con este estudio de solventar esa asignatura pendiente en esta zona de la provincia.
El profesor pone como ejemplo la de Trigueros, donde “no se conserva absolutamente nada salvo el recuerdo de su emplazamiento”, ha detallado Carriazo. Sin embargo, “en los archivos históricos tenemos bastante documentación que hay que estudiar pacientemente para conocer la historia de esos edificios desaparecidos y sobre todo mal conocidos”, ha manifestado.
Además de este estudio, este investigador espera que este año también vea la luz una segunda publicación relacionada con las fortificaciones de la provincia de Huelva, en este caso un libro monográfico sobre el gran Alcázar de los Guzmán de Niebla del siglo XV, que “necesita de manera perentoria un estudio a la altura del edificio”, ha defendido.
Y es que, pese a ser “una fortaleza impresionante por su dimensiones y diseño, sigue siendo muy mal conocida y cuenta con una bibliografía muy escasa, a diferencia de las Murallas de Niebla, que sí conocemos bastante mejor y en las que se han realizado muchas intervenciones arqueológicas”, ha explicado Carriazo.
El profesor también se ha referido al premio con el que recientemente ha sido reconocido por el Instituto Andaluz de los Castillos, un galardón que le ha producido una “gran satisfacción a nivel personal y, sobre todo, colectivo”, pues “muchos de los trabajos que hemos realizado han supuesto la colaboración de equipos que hemos ido conformando con los compañeros de la Facultad de Humanidades y en ocasiones con compañeros de otras facultades”.
Con ellos “hemos llevado a cabo distintos proyectos, publicaciones, seminarios, libros y congresos, siempre con el objeto de conocer mejor las fortificaciones de nuestra tierra, que resulta especialmente interesante y atractiva”, ha indicado Carriazo, cuya vinculación con el tema de las fortificaciones comenzó hace unos 20 años, cuando realizó, junto con el también profesor de la UHU José María Cuenca y el fotógrafo italiano Nicola Palmeri, el libro ‘Huelva, tierra de castillos’, encargado por la Diputación Provincial de Huelva.
Era “casi la primera vez que podíamos ver el conjunto de las fortificaciones de la provincia”, con lo que “nos dimos cuenta de lo significativa que es Huelva en el ámbito de las fortificaciones, muchas de las cuales se conservan, principalmente en la Sierra y en Niebla, y de otras ya no queda nada o prácticamente nada, como el castillo sobre el Cabezo de San Pedro en Huelva o los castillos de Lepe y Ayamonte”, ha explicado.
Lo que más ha interesado a Carriazo es “estudiar las fortificaciones que se conservan peor, la de los territorios señoriales de esta zona de Andalucía, donde no existe una frontera con el Islam, pero sí una frontera significativa con Portugal, que para nosotros es muy representativa, ya que la extensión del régimen señorial en este territorio fue impresionante, como pone de manifiesto la existencia del Condado de Niebla o el Marquesado de Ayamonte y de Gibraleón, que son extensísimos y donde las fortificaciones tienen un significado distinto y especial”, ha explicado.