C. Botello / Lepe. Soñar está totalmente permitido en el San Roque. Porque se lo ha ganado a pulso durante la temporada, lo que pudo confirmar este domingo venciendo y convenciendo ante el Cacereño (2-0), que llegó al Ciudad de Lepe en la segunda plaza y con cinco partidos seguidos ganando, y que se fue derrotado. Camacho y Chuma fueron en esta ocasión los ejecutores.
Los números, como el algodón del anuncio, no engañan. Y hablan a las claras: Ahora mismo el San Roque está a 10 puntos del descenso directo, a 8 del puesto que puede ser de promoción de permanencia… ¡y a cuatro! de la quinta plaza, que otorga el derecho a pelear por el ascenso. Sí, sí, ¡el ascenso! Lo que se ha trabajado el San Roque, y que bien plasmó en este duelo con el Cacereño al que llegó, para más inri, con dos sensibles bajas: Víctor Morillo y Tiago Cunha.
Y ante el mal tiempo de las ausencias, Antonio Fernández Rivadulla, entrenador sanroquista, tiró de la buena cara de las soluciones, con un centro de campo sin jugadores de banda y una clara apuesta por el juego directo buscando a sus delanteros. Salió bien.
Vale que quien primero inquietó fue el Cacereño, con dos lanzamientos de Jorge Barba y Gayoso que no encontraron portería. Pero pasado ese primer arreón visitante, permitido por los locales que no corrieron riesgos en el inicio, el San Roque comenzó a voltear el partido y empezó a llevar la iniciativa, claro que sin traducirlo en ocasiones de gol.
No fue hasta el minuto 30 cuando por fin tuvo que intervenir el meta Bernabé en una falta lateral lanzada por Charaf. El partido, pese a todo, caminaba de manera inexorable hacia el 0-0 al descanso, pero Camacho, en su partido 200 con el San Roque, lo impidió con un disparo raso, imposible para Bernabé que, por si fuera poco, hasta evitó el 2-0 ya en el añadido, cuando repelió un remate a quemarropa de Chuma.
Salió mucho más activado el equipo de Julio Cobos tras el descanso. Azuzado por el gol lepero, nada más reanudarse el choque en su segunda mitad, y estuvo cerca del empate en una acción en la que el meta David Robador evitó un remate franco de José Ramón.
Pasado esos primeros compases se recompuso el San Roque y al cuarto de hora encontró el premio del segundo gol. Un buen pase de Camacho a Fran Ávila permitió que éste centrase y Chuma, de cabeza, se encargó del resto: 2-0.
Ese gol ‘mató’ definitivamente al Cacereño. No tuvo capacidad de reacción y hasta se vio en un tris de encajar una derrota aún más severa. Porque el San Roque pudo marcar de nuevo en un remate claro de Chuma que Marvin taponó in extremis, y también en un lanzamiento de Charaf que se encontró con una gran parada de Bernabé.
SAN ROQUE: David Robador; Iván Robles, Álex Carmona, Becken, Fran Ávila; Joel, Adrián Ruiz, Charaf (Marrufo, 88′), Camacho (Abeledo, 80′); Nané, Chuma, (Gerard Vergé, 84′).
CP CACEREÑO: Bernabé; Espinosa, Marvin (José Martínez, 67′), Carlos Daniel (Javi López, 80′), Gayoso; Kamal (Yael, 60′), Bermu; José Ramón (Carlos Fernández, 67′), Jorge Barba, Colau (Luis Hernáiz, 67′); Solano.
Árbitro: Alejandro Patiño Álvarez (colegio madrileño). Mostró la cartulina amarilla a Becken, Fran Ávila, Iván Robles y Adrián Ruiz, por los locales; y a Kamal, Marvin y José Martínez, por los visitantes.
Goles: 1-0 (41′) Camacho. 2-0 (63′) Chuma.
Incidencias: Partido correspondiente a la 27ª jornada en el grupo IV de la 2ª RFEF disputado en el Ciudad de Lepe. Alrededor de mil personas en las gradas. Antes de empezar el choque el club hizo entrega al capitán del equipo, Juan Carlos Camacho, de un cuadro conmemorativo por sus 200 partidos con la camiseta aurinegra