José Manuel Alfaro / Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Los científicos llevan muchos años investigando las energías que forman parte del ser humano. Un conjunto de fuerzas negativas y positivas cuyo estado natural, el de equilibrio, son la razón pura de la existencia que determina el ser humano. Solo cuando estas fuerzas, por alguna causa dejan de estar en equilibrio, el ser humano se convierte en un ser inestable, una circunstancia en la que se producen fenómeno energéticos que pueden dar a lugar a nuevas energías.
Y eso es lo que se está investigando en La Nava, donde un extraño suceso que se produjo la pasada semana ha generado una nueva y poderosa forma de energía humana que podría cambiar el mundo. La fuerza que ha sido registrada por algunos de los equipos de medición más sofisticados del Centro Provincial de la Energía (CPE), ha sorprendido a los investigadores que se encargan del estudio de la energía humana en la provincia. Aunque aún no se tienen suficientes datos para afirmar que se trata de una nueva energía, hasta que no se concluya el informe, lo que sí es cierto es, que se podría afirmar que estaríamos antes unos de los hallazgos más importante de una nueva y poderosa energía que podría cambiar el mundo.
Una investigación que tratará de conocer las causas que han provocado este estallido cósmico de energía que según fuentes de la investigación ha sido detectada también en otros lugares del país e incluso del mundo, una circunstancia que ha sorprendido a los investigadores que hacía tiempo que no detectaban uno niveles tan intensos de esta energía, que se creía había desaparecido hace tiempo.
Lo cierto es que este nuevo escenario que ha tenido como epicentro La Nava, ha demostrado que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma. En los próximos días se harán público más datos, sobre esta misteriosa energía que mantiene en asombro a toda la comunidad científica que se encarga de estudio de estos fenómenos energéticos que son los responsables del equilibrio de las fuerzas que hacen posible el ciclo de la vida en la provincia y en el mundo, tal como nos cuenta en la siguiente entrevista, uno de los diez científicos que han tenido la suerte de asistir al nacimiento de esta nueva forma de energía en La Nava.
– ¿Cuándo se dieron cuenta del fenómeno?
– Aunque estemos hablando de una nueva fuerza, esta fuerza no es nueva, lo que si es cierto es que llevaba un tiempo en un estado de letargo. También hay que comentar que esta energía se mueve por ciclos y picos de olas, ya que no tiene un comportamiento lineal porque depende de múltiples factores. Lo que sí es cierto, es que a finales del mes pasado esta fuerza se encontraba en una meseta y en apenas unas horas se puso a niveles que hacía tiempo que no conocían. Algo muy importante debía de haber ocurrido para que se produjera esta explosión de energía, impulsada por una energía coadyuvante que ha sido en este caso la verdadera responsable de este fenómeno. Pero a pesar de que estamos acostumbrado a vivir con ella, de hecho, es la que hace posible que muchas de que las interacciones humanas no se produzcan de forma violenta y sean el motor de la convivencia. Además, es considerada una de las energías primarias del sistema de energía humana que hace posible la vida, pero sobre todo que se completen los procesos que la hacen posible.
– ¿Qué es lo que primero que hicieron?
– Lo primero que hicimos fue comprobar los equipos de medición, que parecían haberse vuelto locos. Es verdad que llevábamos una semana en el que el gradiente de esa energía estaba siendo netamente positivo, pero a pesar de ello nunca nos imaginábamos que en poco más de veinticuatro horas pudiera llegar a esos niveles. En el Centro de Energía Provincial (CEP), se miden muchos tipos de energías humanas, tanto las positivas como las negativas, y que hay días en los que se producen desajustes entre ellas. También podemos decir que llevamos tiempo observando que las energías negativas o malas están en ascenso e incluso hay momentos del día en los que netamente las mediciones arrojan un saldo negativo, que si fuera constante en el tiempo podría contribuir al aumento de la conflictividad, el odio y la violencia en todas sus formas. Una circunstancia que en los últimos tiempos terminan fagocitadas por las energías limpias, las que conocemos como buenas y que terminan imponiendo la coherencia energética. Así que después de comprobar que no se trataba de un error comenzamos a analizar de dónde provenía esta energía que hacía tiempo que no veíamos en estos niveles.
– ¿Cuál cree que ha sido la causa que la ha provocado?
– Para que se dé una circunstancia como esta tiene que ocurrir un fenómeno extraordinario, si no hubiera sido posible. Para los que no están familiarizados con la ciencia de las energías humanas, hay que decirles que el mundo tal como lo conocemos se mantiene en un relativo equilibrio gracias a múltiples factores que hacen que la vida sea tal como la conocemos. Tener un buen trabajo, un hogar donde cobijarse o un entorno familiar idóneo. Luego están los factores externos que se escapan de nuestro control, sobre todo los fenómenos naturales, como inundaciones, huracanes o erupciones de volcanes. También influyen los estados de ánimo y la personalidad de las personas que conforman la sociedad, incluido sus miedos y sus debilidades. La interacción de toda esta energía y su equilibrio son el motor de la vida, así que cuando alguna de ellas adquiere la capacidad no solo de influir sino de prevalecer y destacar por encima de todas, se produce un desequilibrio que tiene como consecuencia una explosión capaz de liberar de repente una gran cantidad de energía y capaz de generar una fusión en cadena de gigantescas proporciones de consecuencias impredecibles.
– ¿Se encuentra esta energía humana bajo control?
– En estos momentos, yo diría que esta energía humana se encuentra fuera de control. Pero esto es normal, en un reactor nuclear la liberación de energía se reconduce con el objeto de crear calor de forma controlada, que generará vapor con el que mover una turbina que produzca electricidad. Todo este proceso se hace de forma contralada en un entorno totalmente seguro. Algo difícilmente extrapolable a las energías humanas que por su condición y característica se producen en entornos poco controlados y que tiene la capacidad de generar tanto inestabilidad como estabilidad. En este caso hay que decir que la energía liberada ha sido positiva lo que confiere al sistema estabilidad y un entorno de seguridad y confianza. En el rango de esta energía estaría el amor, la amabilidad, la empatía…, energías primarías que son el motor esencial que vehiculiza y condiciona las relaciones humanas y sin las cuales no sería posible la vida en la tierra tal como la conocemos.
– ¿Cómo han llamado a esta nueva fuerza?
– A los científicos se nos da muy bien poner nombre a las cosas, no tanto ponernos de acuerdo, pero en este caso lo hicimos y sobre todo de forma unánime, como si nos hubiéramos contagiado de esta misteriosa y poderosa energía que hemos querido llamar solidaridad.