Antonio Delgado Pinto. Cuatro centros educativos del último siglo. El color inusual, la perspectiva o el detalle son las señas de identidad de este proyecto que nace de la idea de poner en valor la arquitectura de nuestra ciudad y de los pueblos de la provincia mediante la llamada de atención sobre algunos rincones, elementos arquitectónicos o fragmentos de edificios que en nuestro deambular diario a veces nos pasan desapercibidos y que, sin embargo, forman parte indisoluble de nuestro patrimonio.
La Escuela de Facultativos de Minas, el Colegio Menor Santa María, el colegio francés o la escuela San José fueron edificios educativos que, pese a su belleza, sucumbieron ante la piqueta, la incultura y la indolencia edilicia. Viendo que tres de los cuatro edificios que presentamos hoy aquí están siendo rehabilitados en la actualidad, yo diría que hemos aprendido la lección o que, al menos, estamos en el buen camino.
Cuatro centros educativos del último siglo:
INSTITUTO RÁBIDA
José María Pérez Carasa diseñó este magnífico edificio en 1926, como parte importante del Plan de Ordenación Urbana del mismo año. Tal y como especifica el catálogo de edificios de interés publicado por el Colegio Oficial de Arquitectos en 1977, es una construcción ecléctica y compleja, en cuyos torreones siempre me ha parecido ver gran similitud con la iglesia de Lourdes de Punta Umbría, construida por este mismo arquitecto unos años más tarde.
COLEGIO DE FERROVIARIOS
Se levantó junto al edificio mudéjar de la estación de Sevilla, que había sido construido medio siglo antes por los arquitectos Pedro Soto y Jaime Font.
No fue este el único colegio para huérfanos de ferroviarios que el arquitecto Francisco Alonso Martos diseñó a partir de la década de los años veinte. Después de varios años de abandono y de sede social de algunos okupas de la zona, por fin han comenzado las obras de recuperación del edificio que será residencia de alto nivel para jubilados que puedan permitírselo.
COLEGIO MENOR SAN PABLO
El arquitecto Ricardo Anadón Frutos lo diseñó en 1966 en uno de los lugares emblemáticos de Huelva: los cabezos del Conquero, desde entonces ha sido residencia de estudiantes hasta hace un par de años en que el Obispado de Huelva lo cedió durante un cuarto de siglo a una empresa privada que lo utilizará como residencia de personas de la tercera edad.
Probablemente las mejores vistas de la ría del Odiel, en cualquier época del año, se vean desde las ventanas de sus pisos superiores, al menos siempre me lo ha parecido así; no en vano, fue mi casa durante cuatro años. El ecuador de sus cincuenta años de vida estuvo marcado por el paso de colegio menor a colegio mayor.
ESCUELA NÁUTICO PESQUERA
La gran extensión de la playa de vías y depósitos de minerales de la antigua estación de Zafra se transformó a partir de los años ochenta en una gran zona residencial y de ocio en el noroeste de la capital, muy cerca de la ría del Odiel. En poco tiempo se levantaron bloques de pisos, consejerías, dos comisarías de policía, un parque y algunos centros educativos: el conservatorio, el nuevo colegio francés y la escuela náutico pesquera que vemos aquí.
Delimitado por el ángulo que conforman las avenidas Joseli Carrión y Julio Caro Baroja, al norte, y el parque Ceada Almeida, al sur, este edificio fue construido en 1987 por el arquitecto Ángel López Macías.
Su enorme extensión permite que albergue en su interior aulas, dormitorios, comedor, salón de actos, salón recreativo y talleres.