Redacción. Sandfire MATSA, Minas de Aguas Teñidas, sube un 6,5% el sueldo de toda su plantilla en consonancia con el IPC real al cierre del pasado ejercicio. Esta medida, que supone un importante incremento de los costes salariales para la compañía, está estrechamente ligada a su política de responsabilidad social, ya que aumenta el poder adquisitivo de su plantilla, lo que favorece la mejora de la calidad de vida de sus trabajadores y familias. El 90% de los profesionales de Sandfire MATSA tienen contrato indefinido y su media de edad ronda los 40 años.
Así, gracias a esta subida salarial del 6,5%, el salario bruto anual de un camionero pasaría de 41.544 a 44.224 €; el de un palista o perforista, de 43.899 a 46.752€; el de un operador de planta, de 35.459 a 37.764 €; el de un instrumentista, de 37.905 a 40.369 €; el de un almacenero, de 34.854 a 37.002 €; y el de un administrativo, de 30.621 a 32.611 €, entre muchos otros. Este aumento ya se ha hecho efectivo en la nómina abonada en el mes de enero. Además de lo anterior, este mes de febrero, todos sus trabajadores percibirán los atrasos del año 2021 ligados al IPC del 6,5, lo que supondrá prácticamente otra paga extraordinaria.
Esta es una de las acciones llevadas a cabo por Sandfire MATSA en línea con su filosofía de La Minería de las Personas, generando estabilidad laboral para su plantilla. Esta promueve el bienestar de sus empleados, con acciones que impactan de forma directa en su desarrollo personal, la conciliación laboral, el fomento de la educación y la salud.
Entre los beneficios que acompañan a la subida de salarios se encuentran la posibilidad de disfrute de tres meses de jornada intensiva en verano, según el colectivo, y de hasta 13 días de libre disposición además de dos días adicionales de asuntos propios para toda la plantilla y viernes por la tarde; premios por natalidad y nupcialidad; seguro de accidentes; permisos retribuidos por encima de los mínimos establecidos por ley o apoyo a la salud con una bolsa de 20.000 euros de ayudas a análisis y diagnósticos médicos. La empresa dispone además de una bolsa de 100.000 euros de apoyo a la educación de los hijos de sus trabajadores.
Medidas como la actualización salarial en base a la inflación, pactada en el último convenio colectivo rubricado en noviembre de 2021 por la compañía y los sindicatos USO y CCOO, elimina incertidumbres y proyecta estabilidad al 100% de la plantilla de Sandfire MATSA, de la que forman parte más de 700 trabajadores, en un momento en el que la evolución de los precios provoca la pérdida del poder adquisitivo. Así, Sandfire MATSA tiene como objetivo apoyar a sus trabajadores en tiempos difíciles como los actuales, en los que muchas empresas están sufriendo gravemente los efectos de la pandemia, los elevados costes de la energía o problemas en las cadenas de suministro de materias primas.
En palabras de la directora general de la compañía, Audra Walsh, «para la Dirección de Sandfire MATSA, la mejora de las condiciones de los trabajadores supone igualmente la mejora de la compañía, que no es otra que la conformada por nuestro equipo. Además de la subida de los salarios, en el mes de enero hemos abonado una gratificación extraordinaria para compensar el esfuerzo que ha realizado nuestra plantilla en un año complejo. Desde Sandfire MATSA, hemos valorado especialmente a todos los trabajadores por cada día efectivo que han venido a su puesto de trabajo en unas circunstancias externas muy complicadas».
Según datos obtenidos de la estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, los salarios pactados en convenio colectivo subieron de media un 1,7% hasta diciembre de 2021 y hubo 559 inaplicaciones de convenio. Solo un 15,2% de los trabajadores asalariados de España cuentan con una cláusula que garantiza el poder adquisitivo de su sueldo en función de las subidas del IPC. Esto supone un total de 1,2 millones de empleados en toda España, entre los que se encuentra el equipo de Sandfire MATSA.
La actividad de Sandfire MATSA consiste en la investigación y explotación de yacimientos minerales y su tratamiento en la planta de procesamiento, ubicada al norte de la Faja Pirítica Ibérica, en el municipio de Almonaster la Real, en Huelva. Es titular de los derechos de explotación de las minas subterráneas Aguas Teñidas, Magdalena y Sotiel, todas ellas en la provincia onubense.