José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘El Cuaderno de Muleman’. Mucho se está hablando durante estos días de una inminente guerra en Europa, que ha obligado a lanzar la ofensiva diplomática más intensa de los últimos años. Una situación que ha logrado eclipsar el foco informativo que se puso durante unas semanas en uno de los tenistas más laureados de todos los tiempos, por su alienación con los movimientos sociales anti vacunas.
Pero en las últimas horas, ambos conflictos están compartiendo de nuevo, horas de informativos, en las que se van alternando informaciones sobre la inminente invasión de tropas, con un nuevo giro reflexivo del tenista, que podría haber mandado a uno de sus asesores a Rosal de la Frontera, con el objetivo de pedir cita para vacunarse en el consultorio médico de esta localidad transfronteriza. Dos informaciones que han suscitado cierta sorpresa en la localidad serrana en la que el 95% tiene puesta la pauta completa de la vacuna, además de poseer un profundo sentimiento pacifista. Pero a pesar de la convulsa situación mediática que está provocando las informaciones sobre el despliegue táctico de un gran número de medios militares en la frontera de Ucrania, con el objeto de invadir un país vecino mediante el uso de la fuerza y el hecho de que uno de los iconos mundiales más conocidos y activos anti vacunas podría haber elegido Rosal del Frontera para ponerse la primera pauta de la vacuna.
Los rosaleños y rosaleñas se preparan ya para un desenlace mediático que podría terminar con una invasión militar y la llegada a la localidad en las próximas semanas de uno de los tenistas más controvertidos del mundo desde McEnroe en los años 70 y 80, paseando por las calles de Rosal de la Frontera, al mismo tiempo que se intensificarían los encuentros diplomáticos y las acciones militares, para parar un conflicto armado que podría sacudir los cimientos de un continente que debe liderar ahora más que nunca este gran slam de la paz y la inmunización mundial, tal como nos cuenta en la siguiente entrevista, el enfermero de la consejería que atendió al teléfono, al que podría ser uno de los asesores de uno de los genios del tenis de este siglo.
¿Qué sintió cuando cogió la llamada?
Lo mismo que si te llamara el mismísimo presidente de un país que va invadir otro para preguntarte si aún queda cita para vacunarte de la primera dosis. Nuestro trabajo aquí no es convencer a nadie, solo agendar una cita a aquellas personas que confían en criterios médicos por encima de criterios especulativos y que lo único que pretenden es generar desconfianza en un sistema que se rige por criterios científicos.
Pienso y esto es una opinión personal, que las conspiraciones son cosas de espías y guerras, que tiene que ver más con la toma de decisiones desde el punto de vista emocional que con la razón. Y por último me gustaría decir que para todos los técnicos que damos soporte a todos los usuarios del sistema público de salud, todas las llamadas las gestionamos de la misma manera, tengan acento de un ciudadano de Rosal de la Frontera, de Sevilla o de Serbia.
¿Cómo supo que la cita era para él?
Al principio me pareció un usuario más, ni si quiera el acento me llamo la atención. En nuestro servicio estamos acostumbrado a atender a muchos migrantes. Así que, si no fuera por una de las preguntas que me hizo, hubiera dicho que se trataba de un usuario comunitario más, pero cuando le pregunte la edad del usuario para el que era la cita y me dijo que no quería cita para la tercera dosis, sino para la primera.
En ese momento fue como si cayera un obús ruso autopropulsado Koalitsiya-SV sobre mis pies, sobre todo cuando sabes que el 95% de las personas que llaman para pedir cita ya tiene la pauta completa inoculada y llaman para coger cita para la de refuerzo. Así que por esta circunstancia me hizo pensar que se podía tratar de alguien que llamaba en nombre de un famoso que aún no estaba vacunado.
¿Por qué le pidió cita para vacunarse en Rosal de la Frontera?
No sabría decirle, pero supongo que una de las razones es porque Rosal es una ciudad en la que podría pasar desapercibido. Como no pasas desapercibido es llenando de soldados y tanques en la frontera de un país como si tuvieras la intención de invadirlo. Además, al tratarse de una ciudad transfronteriza, puedes entrar por el país vecino, después de llegar en tu avión privado o si quieres puedes venir desde Marbella conduciendo tranquilamente durante cuatro horas mientras disfrutas del paisaje.
¿Le hizo alguna petición especial?
No me pidió nada especial, lo único que me dijo es que le gustaría que no le doliera y no le diera efectos secundarios, algo que no le pude asegurar. Si me hubiese preguntado si va a ver muertos civiles y militares en el conflicto armado que Rusia quiere emprender en Ucrania le diría con toda rotundidad que sí y además le diría que muchos. Pero asegurarle que después de ponerle la vacuna no le va a doler el brazo, que puede que no pueda pelotear durante un par de días, que tenga algunas décimas de fiebre y un poco de dolor de cabeza, sería como decirle que 100.000 soldados en una frontera con sus armas, sus tanques y unos cuantos misiles posiblemente habrían quedado para organizar una barbacoa para celebrar la fiesta de jubilación del Capitán.
¿Cuándo se producirá el desenlace?
Supongo que pronto, aunque eso es una decisión que tendrá que tomar el propio tenista. Porque llega un momento en el que tus asesores ya no pueden ponerse la vacuna por ti, bueno lo mismo podrían. Aunque eso ya daría lo mismo, porque en este caso lo importante no sería el brazo que se habría inoculado realmente la vacuna, si en el brazo del tenista o en el brazo del asesor, porque lo importante en este caso sería lo que ese acto representaría para los millones de personas que buscan refugio en la conspiración y la desobediencia científica, que hoy se levantan diciendo que no se vacunan y mañana deciden invadir un país.