Redacción. La Mesa de Seguimiento y Coordinación de las obras del Puente Sifón Santa Eulalia sobre el río Odiel ha decidido mantener cerrado al tráfico la infraestructura durante las fiestas de Navidad, salvo episodios de emergencia, tal y como está contemplado actualmente en el plan de actuación.
La planificación también incluía la posibilidad de permitir el tráfico rodado y el uso peatonal y ciclista durante los periodos vacacionales, pero, en este caso, la comisión la ha descartado atendiendo a criterios técnicos. Los responsables de la obra y los cuerpos de seguridad con competencias en tráfico han coincidido durante la reunión de la mesa de trabajo en que “no es una necesidad prioritaria”.
La Mesa de Seguimiento y Coordinación del dispositivo en torno a las obras está integrada por la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Huelva, los ayuntamientos de Huelva y de Aljaraque y sus respectivas policías locales, la Guardia Civil, la Jefatura Provincial de Tráfico, el Puerto de Huelva y la Policía Portuaria, las delegaciones territoriales de Agricultura, Ganadería y Pesca y de Fomento y el 112 Andalucía.
Los expertos han argumentado que “la prioridad es la seguridad de las personas y en la actualidad no se garantiza en la zona de obra”. Además, la comisión ha valorado que las vacaciones escolares y el alcance actual de la pandemia en la población son factores que apuntan a una disminución del tráfico entre Huelva y Aljaraque. El puente Juan Carlos I soporta en la actualidad todo el volumen del transporte entre las dos orillas con eficacia, excepto en casos concretos. La mesa de trabajo tiene preparado un dispositivo que actuará de ser necesario para descongestionar este puente con la máxima rapidez para la circulación.
La comisión, no obstante, volverá a estudiar la conveniencia de abrir el puente Sifón Santa Eulalia durante los próximos periodos vacacionales de Semana Santa y verano.
La Junta de Andalucía inició en septiembre las obras de mejora de la eficacia y seguridad del puente. La reforma, con un presupuesto superior a los diez millones de euros, obliga al corte total de la infraestructura durante más de un año. La actuación es una obra vital por el estado en el que se encuentra el puente construido hace más de 50 años y porque por él discurren las tuberías que aseguran el suministro de agua para el consumo de los 150.000 habitantes de la capital, para el Polo Industrial, el Puerto de Huelva, los regantes de Palos de la Frontera y de Moguer, así como para el trasvase de agua a Doñana.
El Puente Sifón sufre el desgaste del tiempo, del uso y de la exposición al ambiente salino, lo que provoca graves deterioros en la infraestructura e inseguridad. Para su rehabilitación y el uso de la maquinaria adecuada es imprescindible limitar el acceso y tener cerrado el puente.