Cristina Morales. María Pérez, natural de San Bartolomé de la Torre, es de las pocas perforistas de mina que existen a nivel Europeo. Aunque parezca mentira y en pleno siglo XXI, siguen existiendo profesiones cubiertas en su mayoría por hombres y en las que para una mujer es muy difícil acceder. Muchas de ellas en los sectores de la industria y la minería, poco a poco se consigue agrandar ese pequeño hueco asignado a la mujer, que antes se veía relegado a perfiles administrativos y que no salían de las oficinas.
De ahí viene la lucha de esta bartolina y otras compañeras de sector que crearon la asociación Women in Mining and industry Spain, que lucha por fomentar el empleo, la permanencia y el progreso de las mujeres en los sectores de la minería y la industria. Además de las acciones que realiza a nivel asociativo, María destaca por ser una verdadera activista por la igualdad, participando y capitaneando numerosas iniciativas para visibilizar el problema que aún existe de la no igualdad de oportunidades que sufren muchas mujeres.
Hablamos con ella para que nos cuente más sobre sus proyectos.
– ¿Cómo te introduces en el sector minero?
– Entré a trabajar en la minería en el año 2016, fue algo sin pensarlo, me lo ofrecieron y me dije, ¿por qué no?. Empecé siendo perforista de interior de mina, cuando llevaba un año mi técnica de aquel momento, Luz Cerezo (presidenta de la asociación a la que pertenezco) propuso mi promoción y así hizo que yo avanzara profesionalmente dentro de la empresa, formándome como artillera y operando con una máquina de sostenimiento.
– ¿Cuál es tu puesto? ¿En qué consiste?
– Generalmente siempre he trabajado de perforista, mi trabajo consiste en perforar los barrenos en cámaras de mineral para posteriormente ser cargado con explosivo por los artilleros y proceder a su detonación.
– ¿Cómo es trabajar en un sector mayoritariamente masculino?
– La verdad que el trato con mis compañeros es bueno, en cuanto al apoyo y al ser tratada como una más del relevo, no noto la diferencia, pero si es verdad que cuando te dedicas a un sector masculinizado en los inicios tienes que dar el 200%, es una carga y una responsabilidad que no es visible pero está, porque en todos los inicios de todos los trabajos a los que me he dedicado lo he vivido. Las chicas que trabajan en sectores masculinizados me entenderán seguro.
Cada vez vamos un poquito más avanzados referente a la desigualdad, pero sinceramente todavía la hay, en ciertos sectores se nos encasillan en ciertos puestos para tener así más presencia de mujeres, pero eso no es igualdad. La igualdad desde mi punto de vista personal es que las mujeres podamos optar a cualquier puesto de trabajo, no solo a «ciertos puestos». Con lo cuál, para que haya una igualdad real nos tenemos que tomar en serio que esto es trabajo de todos y todas.
– ¿Cómo surge la idea de la asociación?
– Hace aproximadamente 2 años, Luz Cerezo me comentó que le gustaría crear una asociación para fomentar la igualdad de oportunidades de mujeres en sectores masculinizados como la minería y la industria. Obviamente no me lo pensé, llevo toda la vida dedicándome a sectores en los que mis compañeros son mayormente hombres. En alguna ocasión he sufrido la discriminación en igualdad oportunidades por el simple hecho de ser mujer, aún estando mejor formada y con mejor currículum. Tenía más que motivos para unirme a la lucha.
– ¿Qué promueve esta asociación?
– En la asociación ‘Women in mining and industry Spain’ trabajamos por la igualdad de oportunidades, fomentamos el empleo, la permanencia y progreso de la mujer en la minería en particular y la industria en general. No entiendo por qué aún en la sociedad en la que vivimos hayamos avanzado mucho en algunos aspectos, y en este tema vayamos tan lento. Y creedme que todavía hay desigualdad, cada vez menos pero la hay.
Nuestra asociación lleva muy poquito en activo pero necesitamos diversos apoyos, empezando por instituciones y empresas y acabando por la sociedad en general. Algunas personas no son conscientes de lo importante que es por lo que lucha nuestra asociación. Todos y todas tenemos hermanas, madres, amigas… si algún día tu hija te comenta que quiere formarse y dedicarse en sectores masculinizados y se encuentra con que no está en igualdad de oportunidades, ahí a lo mejor entenderás el porqué de la lucha de WIM. Llevo más de 5 años en el sector de la minería y la verdad que me ha motivado a trabajar más por la igualdad.
¿Qué habéis conseguido hasta ahora?
– ¿Me preguntas por logros? Personalmente, la gran gratificación es divulgar y luchar junto a mis compañeras de la asociación para intentar hacer un mundo laboral más igualitario.
– ¿Siempre quisiste dedicarte al sector de la minería?
– Mis gustos tanto en hobbies y desempeño profesional han sido rompedores de estereotipos por decirlo de algún modo. Ahora poco a poco está más normalizado que las niñas nos formemos en estudios stem, pero hace 22 años, que una niña con 14 años llegara a su casa y le dijera su madre y padre que quería estudiar soldadura, no era lo más común, era la primera chica que estudiaba soldadura. Mi padre no se lo tomó muy bien, es más, hubo varios meses que no me sentí apoyada por él.
Finalicé los estudios y estuve trabajando en el montaje durante un año mientras me preparaba la prueba de acceso a grado superior. Continúe estudiando el grado superior de construcciones metálicas y nuevamente me encontré con que era la única chica a nivel andaluz. Una vez finalizada mi formación, en Huelva estaba en auge un sector en el cual pedían perfiles como el que yo y mis compañeros teníamos, pero ahí fue mi primer encontronazo con la desigualdad de oportunidades. Llamaron a todos los compañeros menos a mí. Pedí explicaciones y la respuesta fue: «en este puesto no trabajan mujeres». Como lo leéis, ahora nos choca un poco pero en aquella época no era raro, lo teníamos normalizado. Pero no me frustré, sino que seguí mi formación y luchando por pertenecer a este sector. Seguí trabajando en el montaje como soldadora hasta que un buen día se me dio la oportunidad de trabajar en operaciones de planta, a nivel operadora y a nivel de jefa de turno, bueno y algún que otro pinito como inspectora de soldadura, un mundo que me fascina.
– ¿Has visto reconocida tu labor?
– En el 2018 viví una experiencia preciosa en mi pueblo, San Bartolomé de la Torre, ya que me hicieron un reconocimiento «por mi dedicación, determinación y por la lucha sin descanso para conseguir tus sueños. Queremos reconocerte en tu trayectoria profesional, como mujer valiente y luchadora». Este año he tenido el placer de recoger en representación de mi asociación el premio de ‘Mujer imparable’. Pero si te digo la verdad, veré reconocido mi trabajo y el de todas mis compañeras cuando realmente consigamos un mundo laboral igualitario en todos los aspectos.
– ¿En qué estás ahora?
– Pues, a parte de mi trabajo y todo lo que desempeñamos desde la asociación, sigo con mi actividad de lucha por visibilizar el trabajo de las mujeres en los sectores masculinizados. He guionizado y producido junto con mi amigo Joselu (realización y producción) y más amigos un corto llamado ‘El síndrome de la abeja reina’ y ahora he terminado de guionizar un corto basado en hechos reales, para dar visibilidad a la discriminación que hemos vivido algunas mujeres respecto a la no igualdad oportunidades en sectores masculinizados. Comenzaremos con su grabación el próximo mes.
Actualmente estoy grabando un programa de televisión en la cadena local Snell, para dar visibilidad a personas que trabajaron en las minas de antaño y hacer la comparativa con las minas actuales. Hay tantas familias que el mayor sustento económico proviene de la minería y hay tanto desconocimiento a muchos niveles. Y por supuesto nuevamente va a volver a activarse ‘La comunidad de Mara’, el espacio en las redes sociales de la asociación WIM a la que pertenezco, que el año pasado junto a la ayuda de Pedro Mora y Juan Tornero ganó el segundo premio del Concurso Fotográfico Muller 2021 de la Escuela de Ingeniería y Mineras de Vigo. En esta sección se da visibilidad a mujeres que rompen con estereotipos profesionales, contamos vivencias de conocimientos que no se nos otorgan por ir de la mano de profesiones masculinizadas, ect… Todo esto nos sirve para encontrarnos más con la realidad y poder así aportar nuestro granito de arena para dejar claro que las profesiones no entienden de sexo.
Además, hace poquito he empezado a colaborar con Qualifica2, una empresa que además de hacer consultorías en entidades públicas, está muy implicada en la formación en los sectores de minería, agroalimentación y energías renovables. Estamos apostando fuerte por la formación en la zona del Andévalo, dónde hay tanto futuro laboral en estos sectores anteriormente nombrados.