Redacción. Todo aprendí del olvido, su presentación, esta semana era una de las actividades literarias más esperada en el panorama cultural onubense. Ha tenido como escenario el Salón Rojo de la Casa Colón. Ramón Llanes ha presentado en Huelva capital su primera novela, tras una lista interminable de obras poéticas a lo largo de una dilatada trayectoria.
Con el antecedente reciente de la primera muestra ante el público en su Tharsis Natal, el poeta -ahora también novelista- ha realizado un recorrido por la trama y el marco del relato ante la presencia de un numeroso público que llenó la sala.
Todo cuanto aprendí del olvido se trata de una obra coral protagonizada por hombres y mujeres de una completa generación encuadrada en la configuración concreta de Tharsis y donde se narra el devenir pasional y emocional de sus protagonistas que figuran con sus nombres reales.
La ficción tiene también su apariencia. Predomina, no obstante, como sostén de la misma un relato de realidades compartidas. Desde sus inicios en los años sesenta hasta sus consecuencias del ahora más reciente.
La novela invita a reflexiones sobre la amistad, la emigración, el vaciado de los pueblos y la identidad y plantea opciones de futuro en evitación de la feroz soledad que tanto influye en las personas mayores que la sufren. Es también una autobiografía sobre la vida de inquietos jóvenes convertidos en miles de dudas. Quizá solo pudieron buscar el arropo en el enamoramiento y en la visión de hacerlo con quienes tuvieron siempre en la cercanía.
La obra está editada por Editorial Niebla, de Huelva. El acto fue patrocinado por El Ateneo de Huelva con la intervención de su presidente Antonio Rus y con la interesante participación de Gregorio Barroso, Javier Sánchez Durán, Ana María Martín Ponce, todo diseñado, coordinado y presentado por Miguela Fernández.
Un acto digno de una tarde del otoño onubense.