Redacción. Más de un centenar de personas han participado en el VII Encuentro de la Red Provincial de Clubes de Lectura, celebrado en Trigueros e inaugurado por el vicepresidente de la la Diputación de Huelva, Juan Antonio García, y el alcalde del municipio, Cristóbal Romero.
La charla “Leer, compartir, crecer”, a cargo de la experta en fomento de la lectura Rocío Antón, presentada por Lauro Anaya y “Hacia la literatura a través de la lectura”, de Luis Domingo Delgado, presentado por Ruth Nieves, han protagonizado las exposiciones. A ellas se sumó una mesa redonda sobre “Los Clubes de lectura después de la pandemia”, moderada por Félix Sancha, de especial interés, ya que algunos clubes de la provincia están en fase de reestructuración y este encuentro ha supuesto el regreso presencial tras el parón por el coronavirus.
Junto a la programación dedicada a la lectura, el encuentro brinda una jornada de convivencia, con desayuno y almuerzo compartidos entre todos los participantes, que ha incluido, como es tradicional, una visita por el municipio que acoge el encuentro.
Los Encuentros de los Clubes de Lectura de la provincia de Huelva tienen como objetivo aunar las cuestiones literarias y el intercambio de ideas y experiencias, con la convivencia entre los integrantes de los distintos clubes de la provincia de Huelva. El Encuentro se celebra cada año en alguno de los municipios que tienen clubes de lectura, respetando la alternancia comarcal. En la actualidad, la Red Provincial está integrada por 28 clubes y medio millar de lectores, de 26 municipios onubenses.
Durante todo el año estos Clubes profundizan en el placer de las lecturas compartidas, permitiendo a sus integrantes exponer y comentar puntos de vista, opiniones y valores sobre las obras leídas. Aportan, por tanto, “una función cultural y social de primer orden, añadiendo al hábito de la lectura, que es un acto individual, el beneficio colectivo de compartir una afición común”, ha subrayado el vicepresidente.
Según el vicepresidente, la Diputación de Huelva “tiene el reto y la responsabilidad de elevar el nivel cultural de la ciudadanía, hecho que pasa obligatoriamente por el fomento de la lectura y la promoción del libro. Las estadísticas, pero sobre todo el sentido común, lo dicen: cuanto más culto es un país, más felices son sus ciudadanos”.
Con este planteamiento, la Diputación creó en 2012 la Red Provincial de Clubes de Lectura, abierta a cualquier iniciativa municipal cuyo objetivo fuese el fomento de la lectura entre sus habitantes. El compromiso incluía un servicio personalizado, gratuito y de calidad, basado en rotaciones reguladas que garantizasen el suministro bibliográfico de los municipios. Juan Antonio García ha recordado que en algunos municipios, el Club de Lectura suple la inexistencia de un servicio bibliotecario municipal. Desde su creación, la red ha ido extendiéndose por la provincia de Huelva, hasta el paréntesis abierto por el confinamiento, a finales de 2019.
A los dos años de la creación de la Red, se instauró el Encuentro Provincial de Clubes de Lectura de la Diputación de Huelva. Su objetivo es aunar en una jornada las cuestiones técnicas y el intercambio de ideas y experiencias, con la convivencia entre los integrantes de los clubes.
Los Clubes de Lectura representan un enriquecimiento vital en cuanto al empleo de ocio activo, como alternativa a otras fórmulas menos enriquecedoras en el uso del tiempo libre. Este aspecto es más importante, si cabe, en los clubes cuyos integrantes lo forman personas de edad avanzada, donde la disponibilidad de tiempo y, a veces, la soledad, se canalizan en una actividad muy gratificante para los participantes. Los lotes bibliográficos incluyen, además, ciertos títulos adaptados para personas con deficiencias visuales.
Además de ser el sustrato cultural sobre el que se asientan el resto de los presupuestos estéticos y artísticos, la lectura es un derecho constitucional que debe garantizarse a la ciudadanía, con independencia de los recursos o de la localización del municipio. Porque los libros también son una ventana al mundo que rompen el aislamiento geográfico y facilitan la integración socioeconómica entre localidades cada vez más vaciadas, envejecidas y periféricas.