S. D. Dicen que la victorias sufridas saben mejor. Puede, pero seguro que el aficionado del Huelva Comercio que acudió al Andrés Estrada hubiera firmado un partido diferente al que vio, mucho más cercano al que se podía imaginar al principio, y no el que su equipo y el sorprendente Baublock Gymnástica depararon. Menos mal que todo acabó bien, con un triunfo sufrido (71-68), pero que el vale al equipo de Gabriel Carrasco sumar su quinta victoria consecutiva.
Se puede empezar por el final. Con ese lanzamiento de Erikson Sánchez a falta de siete segundos buscando la prórroga. La pelota dio en el aro, el triunfo se quedó en casa, pero la sensación de zozobra seguro que continuó un rato más.
Momentos antes -rebobinando- estuvo el rebote clave de un Fede Ristori que se echó el equipo a su espalda (19 puntos y 24 de valoración), que hizo posible que Robertson anotara los dos tiros libres que dejó el marcador definitivo: 71-68. Bien está lo que bien acaba.
Pero hasta llegar pasaron cosas, algunas inesperadas, en un duelo entre un equipo que sólo había perdido un partido con otro que sólo había ganado uno. Y más cuando la puesta en escena se asemejó a lo deseado por los locales, es decir juego fluido, buena mano en el tiro y defensa intensa. Ese fue el Huelva Comercio que compareció en el Andrés Estrada, y al que sólo el enorme poderío bajo los aros de Dejan Ilincic (8 rebotes) privó de una renta mayor en ese primer acto: 24-16.
Pero el guión del partido empezó a escribirse con renglones torcidos para el Huelva Comercio. Wagner Cordero, Erikson Sánchez, el mencionado Ilincic, Enríquez, todos los ‘buenos’ del cuadro portuense aparecieron ante un cuadro casa que sufrió un apagón, en ataque y en defensa. Lenta, pero de manera inexorable, el Baublock Gymnástica no sólo fue limando la desventaja, sino que se colocó por delante (27-36) que encendió las alarmas en el Huelva Comercio, que se tuvo que conformar con minimizar daños al descanso: 34-40.
Como le vio las orejas al lobo, se entonó el equipo de Gabriel Carrasco en el tercer acto. Volvió a aparecer lo mejor de Ristori, Robertson colaboró, y el resto hizo posible que se le cambiara la cara al partido. Mejor en el rebote, mejor en ataque, el marcador lo volteó (56-51).
Dio la sensación que las aguas iban a volver a su cauce y, encima, hasta tener un final de partido tranquilo. Sobre todo cuando nada más comenzar el último cuarto el Huelva Comercio se colocó 61-53. Era el punto final. Pues no… aún tendrían que remar los de casa. Y más cuando una canasta de Erikson Sánchez puso un inquietante 63-61 a falta de 5.43.
De ahí al final el canguelo, y eso que Ristori siguió a lo suyo y que Robertson, con sólo 42 segundos por jugarse, puso a su equipo cuatro arriba (69-65). Pero llegaron cosas, como un triple de Enríquez y el momento culminante antes narrado: el rebote de Ristori, los tiros libres de Robertson, la buena defensa del Huelva Comercio y el tiro de Erikson Sánchez que falló, y que no cambió el desenlace final, ese que dice que el cuadro de Huelva ganó 71-68.
HUELVA COMERCIO, 71 (24, 10, 22 y 15): Alberto Torres (17), Álvaro García-Quílez (12), Fede Ristori (19), Guido Villamil (0), Arturo Robertson (14) -cinco inicial; Andrés Tejada (0), Michael Okafor (2), Alejandro García (0), Tobe Okafor (2), Juanma Márquez (0), Adrián Camino (5).
GYMNÁSTICA PORTUENSE, 68 (16, 24, 11 y 17): Erickson Sánchez (14), Jonathan Enríquez (13), Dejan Ilincic (13), Abraham Silva (5), Alejando Valderrama (9) -cinco inicial-; A. Rivera (0), José Carbú (4), Javier Cruz (0), Wagner Cordero (10).
Árbitros: Raúl Aguilera Mellado y Sucaina Hamed Abdel Lah. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la séptima jornada en el grupo DB de la Liga EBA disputado en el Polideportivo Municipal Andrés Estrada.