Redacción. La visibilidad del acoso infantil es un hecho que los medios de comunicación y la sociedad, en su conjunto, está haciendo posible en los últimos años. Terribles casos de acoso escolar ya no quedan parapetados en un silencio inaceptable. Son afrontados y adoptadas medidas para erradicarlos.
En el proceso de acoso escolar existen escenarios, marcos y tipologías de personas que propician estas lamentables situaciones. Es en estos puntos iniciales donde hay que actuar con celeridad para evitar consecuencias indeseadas. A partir de 2017 se produjo un punto de inflexión, multiplicándose el número de denuncias por acoso escolar. En ese periodo se superaron las mil denuncias en España.
El acoso escolar es un problema sobre el que la sociedad se está sensibilizando de manera creciente. En este contexto hay diversas ong ‘s que, enfocadas a la ayuda a la infancia, hacen más patente su compromiso, contribuyendo a la erradicación de este mal, a base de educación y cultura. Es el caso de Aldeas Infantiles SOS. Con una trayectoria de más de 70 años, constituye un baluarte en la educación infantil frente a este tipo de amenazas.
La franja de edad más característica en el acoso escolar, al menos en términos de denuncia, se produce entre los 12 y 15 años de edad. Por comunidades autónomas hasta ahora el lugar donde se producen más denuncias es en Andalucía, seguida de Madrid y la Comunidad Valenciana.
En un estudio realizado por el Ministerio de Educación se constata que no hay diferencias significativas en cuanto al sexo de las víctimas de acoso escolar. Si las hay, sin embargo, en relación al perfil del posible acosador. El teléfono 900 018 018, que pertenece al Ministerio de Educación y PF, destinado a las denuncias de acoso escolar, un 39% de las llamadas recibidas hacían referencia a hombres (sumando los casos en grupo e individuales), por encima del 25% de niñas.
En este teléfono las llamadas son atendidas exclusivamente por personal en posesión de una licenciatura o grado universitario en el ámbito de la Psicología. Pero la atención no es sólo psicológica. Cuenta con un equipo de trabajadores sociales, juristas y sociólogos que prestarán la atención que el menor necesite. Se incluye la consulta y derivación del caso a las fuerzas y cuerpos de seguridad, la inspección educativa, centros de salud, ministerio fiscal y otras autoridades e instituciones competentes. Siempre de forma voluntaria, y asegurando en todo momento el anonimato y la confidencialidad de las personas que llamen si así lo desean.
El servicio se presta durante 24 horas, los 7 días a la semana, y todos los días del año. La llamada es gratuita, y no aparece en la factura del teléfono desde el que se haga la llamada; es decir, no dejará rastro alguno.
El acoso escolar tiene diversas variantes. Está el acoso psicológico, el acoso físico, el ciberacoso, el acoso social e incluso el acoso que implica acoso sexual. El escenario pandémico ha provocado un aumento de bullying, con nuevas formas de acoso y casos.
El ciberacoso se presenta como una modalidad en muchos casos aún más cruel dentro de la tipología de acoso escolar. Son múltiples las posibilidades de actuar en redes sociales y la velocidad de transmisión de la información a través de su posible viralización. Esta constatación hace de la Red un peligroso escenario para los acosadores escolares.