HBN. Si bien es fundamental tener clara la máxima de «si bebes no conduzcas», si nos hemos excedido, hemos cogido nuestro vehículo y hemos dado positivo en un test de alcoholemia, resulta clave saber qué debemos hacer a continuación. En este artículo te contamos cómo proceder en caso de dar positivo en un test alcoholemia, incluyendo las recomendaciones de los mejores expertos en este tipo de situaciones.
Qué hacer si damos positivo en un test de alcoholemia
Sin duda, si damos positivo en un test de alcoholemia comenzarán a surgirnos muchas dudas relativas a cuándo se considera delito dar positivo en un control de alcoholemia, si nos van a quitar el carnet de conducir y cuáles son los límites actuales de alcoholemia.
De esta manera, lo primero que debemos valorar es si somos conductores noveles o profesionales o si por contra pertenecemos al grupo mayoritario de los conductores generales. En el primer caso, lo máximo que podemos dar en estos controles es de 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre o de 0,15 miligramos en aire aspirado. Si somos conductores generales estas cifras se elevan hasta los 0,5 en sangre y 0,25 en aire aspirado.
De esta forma, si damos positivo en un test de alcoholemia en cualquier control de la Guardia Civil o de la Policía, después de realizarnos una primera prueba, estos profesionales esperarán un poco y nos realizarán una segunda prueba para poder estar seguros del resultado, a efectos de garantía y de contraste. Es importante que tengamos en cuenta que entre la primera y la segunda prueba deben pasar como mínimo diez minutos.
De hecho, como conductores podemos solicitar una tercera prueba si no estamos de acuerdo con los resultados de las dos primeras. Esta prueba es optativa y sería un análisis de sangre. En estos casos tendremos que pagar previamente el análisis. Si la prueba resultase negativa, se nos devolvería el depósito pagado.
Del mismo modo, si superamos los límites que hemos explicado más arriba, se podrá considerar que habremos dado positivo en el control de alcoholemia, lo cual tendrá consecuencias de más a menos graves que pueden ir desde sanciones administrativas y económicas hasta sanciones penales en los casos más graves.
En este punto, sin duda una de las cosas más importantes a valorar es cuándo estamos hablando de una simple infracción o cuando puede considerarse delito este tipo de incumplimientos de la Ley. En la actualidad, dar positivo en una control de alcoholemia con una tasa de alcohol relativamente baja puede traducirse en una irregularidad administrativa. En estos casos podríamos perder algunos puntos o incluso llegar a perder el carné de conducir durante algún tiempo, siempre dependiendo de la sanción, así como tendríamos que hacer frente a diferentes sanciones o multas con diferentes sanciones.
Ahora bien, en los casos más graves y con tasas de alcohol más elevadas registradas en el test de alcoholemia, este tipo de infracción puede convertirse en un delito penado por la vía penal. Para que este tipo de infracción se convierta en un delito tendremos que arrojar un resultado superior a 0,60 miligramos por litro en aire respirado. Si lo medimos en alcohol, esto vendría a ser unos 1,2 gramos por litro. En estos casos es fundamental contactar con expertos profesionales especializados en alcoholemias, como los abogados que podemos encontrar en https://garanley.com/abogados-alcoholemias/, y que sin duda serán los profesionales más adecuados para ayudarnos a hacer frente con las mejores garantías a este tipo de problemas.
En caso de que superemos estas tasas e incurramos en un delito penal, las autoridades inmovilizarán nuestro vehículo de manera automática, y nos citarán de forma directa para un procedimiento judicial por delito de alcoholemia. En estos casos estamos hablando de juicios rápidos. Este tipo de juicios se celebran a las pocas horas o días desde que han sucedido los hechos. De nuevo, en estos casos será fundamental acudir acompañado de un abogado que se encuentre especializado en alcoholemias, porque sólo un abogado que cuente con experiencia en este campo podrá comprobar que el proceso policial se ha realizado conforme a la Ley y nos ayudará y asesorará de manera eficiente durante todo el procedimiento.
De esta forma, si las pruebas y los tests de alcoholemia se han realizado de forma correcta, sería recomendable el plantearnos la posibilidad de alcanzar una conformidad con el Ministerio Fiscal. Para ello es fundamental contar con un buen abogado que esté experimentado y especializado en el campo de las alcoholemias, ya que sólo de esta forma sabrá cómo proceder para negociar la mínima condena que sea posible. De esta forma, si existe conformidad, durante el mismo acto el juez será el encargado de dictar la sentencia.
En cambio, si no hay conformidad, tras este juicio rápido nos citarán de nuevo para celebrar un juicio oral en el Juzgado de la Penal correspondiente. En este caso, de nuevo, es fundamental el acudir con un abogado especializado en delitos de alcoholemia, porque en caso contrario el resultado puede ser realmente negativo para los implicados, ya que las penas por delito de alcoholemia que contempla el Código Penal son de Prisión de entre tres y seis meses, de multa de entre seis y doce meses, pudiéndose estipular la cuota diaria en sentencia, así como de trabajos en beneficio de la comunidad de entre uno y tres meses.
La autoridad judicial nos impondrá una de estas sentencias, que además vendrá unida a la privación del derecho de conducir vehículos a motor durante desde uno hasta cuatro años.
En conclusión, este tipo de situaciones están realmente penadas por la Ley y por tanto, si damos positivo en un test de alcoholemia resulta fundamental contactar con los mejores profesionales para que puedan corroborar que durante todo el procedimiento se ha respetado la Ley y/o ayudarnos a obtener la absolución o la condena más pequeña posible.