Redacción. Tanto vecinos como visitantes podrán desde hoy, realizar un recorrido histórico y cultural por el municipio de Cartaya, conociendo las historias, anécdotas y tradiciones que se esconden en cada una de sus calles. Una treintena de paños de cerámica cuentan la historia del municipio y de sus tres cascos urbanos, mediante textos explicativos muy cuidados que narran el pasado de la localidad, y en los que prima la anécdota, la tradición popular, para que la ciudadanía conozca la historia desde otra perspectiva.
Detrás de cada uno de estos textos está el trabajo del historiador local Antonio Suardíaz Figuereo, que nos cuenta, por ejemplo, como el Ayuntamiento se levanta sobre el antiguo pósito de los pobres; como la céntrica calle Hospital se llamaba ‘Andrea Lorenzo’, en memoria de un indiano cartayero que hizo gran fortuna en Los Ángeles; o cómo la calle Nueva se abrió sobre una posada del Marqués, buscando el antiguo Camino de San Miguel.
Son historias y leyendas, de la tradición popular, que mucha gente no conoce y que a partir de ahora, señaló la alcaldesa, Pepa González Bayo, quedarán al descubierto para vecinos y visitantes “gracias a una iniciativa que desarrollan de forma conjunta Turismo y Cultura, con la que pretendemos embellecer y enriquecer nuestro pueblo, y dotarlo de un atractivo más para el turismo”.
El primer teniente de alcaldesa y concejal de Turismo, David F. Calderón, destacó que el proyecto se enmarca en la condición de Municipio Turístico de Andalucía de la localidad, en base a la cual “hemos presentado esta iniciativa a la Junta de Andalucía para acceder a la subvención que nos corresponde como tal, y con el objetivo de potenciar el turismo a través de la mejora de la oferta cultural, algo imprescindible para combatir la estacionalidad”.
Desde el Área de Cultura, que ha ejecutado el proyecto, la concejala, María Dolores Carro ha destacado “la apuesta cultural del Consistorio y el trabajo del equipo que lo ha hecho posible, así como la colaboración del área de Mantenimiento de Infraestructuras, en la colocación de los mismos”.
Los paños de cerámica, de 60×100 centímetros, están compuestos cada uno de ellos por una quincena de azulejos. Presentan un formato estandarizado para facilitar la identificación y la comprensión de la información, y un diseño que se integra fácilmente en los espacios emblemáticos, cuya historia desentrañan, desde hoy, para el conocimiento de cartayeros y visitantes.