Redacción. Han sido 36 los pacientes nuevos ostomizados y otros 18 los candidatos iniciales a una ostomía que se han atendido en lo que va de año en la consulta específica que sobre este ámbito tiene en marcha el Hospital Infanta Elena, así como unas 700 las sesiones de revisión celebradas con carácter presencial y telefónico en el centro en 2021. Números importantes que destacan el trabajo de este dispositivo, que surgió con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes que han tenido que ser ostomizados, ayudarles a reducir el impacto que este problema genera en su día a día y, sobre todo, enseñarles a asumir y convivir con su enfermedad ofreciendo consejos y formación para el autocuidado.
Con una línea de trabajo que trasciende la mera atención sanitaria, el centro hospitalario ha seguido manteniendo la actividad de esta consulta durante casi toda la pandemia, durante la cual se han llevado a cabo más de 1.600 sesiones, la mayoría con carácter presencial, con el fin de ofrecer una información clara y útil sobre los cuidados que debe mantener un paciente ostomizado, es decir, aquel que tiene abocado el intestino o las vías urinarias a la pared abdominal y, por lo tanto, la salida de las heces o la orina se produce a través de un dispositivo externo.
En estos días se celebra en todo el mundo el Día del Paciente Ostomizado y desde la consulta de Ostomía quieren visibilizar este problema de salud y recordar las especiales características con las que tienen que convivir estos pacientes, tanto a nivel físico como psicológico y de relación con su entorno. Por eso es tan importante contar con un profesional enfermero de referencia, el estomaterapeuta, que será el encargado de asesorarle y ayudarle durante todo el proceso.
Se trata de una situación que se normaliza con los necesarios conocimientos sobre el autocuidado, pero que requiere de una atención especial, sobre todo en aquellos que la sufren en edades tempranas, ya que les genera un alto nivel de ansiedad y una baja autoestima que repercute en su calidad de vida posterior y en su recuperación. Así, los 120 nuevos pacientes registrados desde el mes de marzo de 2020 hasta hoy, han sido revisados y atendidos por la consulta de ostomía con la intención de reducir el impacto que esta nueva situación provoca en su vida.
El centro hospitalario ha querido ofrecer así una atención más especializada y un seguimiento constante para estos pacientes, cuya atención se inicia desde antes de la propia intervención quirúrgica en la que se va a proceder a la implantación del estoma, con una primera sesión en la que la enfermera informa de forma previa del proceso que va a sufrir el paciente y se procede a señalar la ubicación del futuro estoma, con el fin de facilitar la movilidad del paciente una vez se haya recuperado y no dificultar el movimiento posterior, facilitando el cuidado y la manipulación del mismo y mejorando así su calidad de vida.
El trabajo con los pacientes se mantiene desde el momento del ingreso y continúa durante todo el periodo de hospitalización de forma que, tras el alta hospitalaria y con las sesiones formativas y de seguimiento posterior, la persona pueda mantener un nivel de dependencia cada vez menor y una mayor normalización de su nuevo estilo de vida. Cuestiones que van a incidir directamente en una mayor autonomía y una mejora de su imagen corporal, imprescindibles para recuperar su vida.
Para ello, nada mejor que empoderar al paciente y ofrecerle de forma adecuada y acorde con el proceso físico y psicológico que va experimentando en cada una de las etapas, el necesario conocimiento de su enfermedad y un mayor manejo de su autocuidado, de forma que les permita reincorporarse a una vida normalizada sin necesidad de ningún familiar o profesional al que estar supeditado para su vida diaria, aprendiendo de forma práctica cómo cuidarse y cómo aprender a vivir nuevamente con una ostomía.
En el caso de pacientes de más edad o con un mayor nivel de dependencia, se trabaja directamente tanto con ellos como con sus familiares y cuidadores, de forma que puedan aprender a mantener la ostomía en buenas condiciones, trabajando también en la reducción de la ansiedad derivada de su cuidado. El objetivo es que paciente y cuidador puedan salir del hospital con una formación básica adecuada para el mantenimiento del dispositivo mientras se sigue avanzando en el aprendizaje de todos los cuidados necesarios.
Una vez de alta, los pacientes son citados de forma programada a la semana de la intervención, para continuar con sesiones periódicas posteriormente, si bien el estomaterapeuta está disponible para atender las dudas y preguntas sobre cuidados todos los días a través de un teléfono específico abierto a sus pacientes. El objetivo es solucionar de manera sencilla y eficaz las posibles deficiencias que pudieran surgir.
Las sesiones suelen durar alrededor de una hora y, en ellas, se ofrece asesoramiento y talleres prácticos sobre normas de higiene específicas, recomendaciones sobre alimentación, así como consejos para la prevención de problemas como la dermatitis o las infecciones periostomales. Un seguimiento y control que se mantiene cada vez que el paciente ingresa en el hospital, bien sea a consecuencia de la patología que provocó la implantación del estoma o de cualquier otra, de forma que el paciente siempre esté en seguimiento por personal especializado.
Esta consulta se enmarca dentro del proyecto de humanización del centro hospitalario y que quiere incidir, entre otros aspectos, en el abordaje integral de las necesidades del paciente, en el que la formación y el empoderamiento de los afectados o sus cuidadores sobre los necesarios autocuidados que debe mantener, les ayuden a conseguir una mayor calidad de vida y un mejor nivel de salud.